- ¡NO,
NO, y NO! ¡Atlas! ¡¡Este festejo es con mis primas, ya habíamos hablado de ello‼
Esas fueron
las primeras palabras que me vinieron a la mente cuando Atlas se presentó ante mí
con uno de esos carros modificados que parecían limosinas, una Hummer que
acabaría con nuestras reservas de petróleo la primera vez que necesitara
recargar combustible, siendo el trillizo Moreno como chofer y cómplice de todo
aquello.
- Permíteme
corregirte, tú hablaste y yo escuche – dijo él. Y aunque no esto de acuerdo en
ello, ya que lo harás de cualquier
manera te estoy brindando lo necesario para su festejo.
- ¡¡Querrás
decir que lo estas controlando como es tu costumbre‼ estampé mi pie en el suelo y crucé los brazos en mi
pecho al tiempo que le daba la espalda en señal de desacuerdo.
- Les estoy
brindando comodidades - sonrió pícaramente. No cambian mucho tus planes
originales, ¿Cierto?, tendrán alcohol y hombres semi - desnudos he hablado con
tus primas y ellas están de acuerdo por lo que te invito a prepararte para que
así puedan cumplir con la agenda establecida en tiempo y forma, no
querrás hacerles esperar.
Le miré con
amplios ojos, enfurecidos pero al mismo tiempo tratando de entender y aceptar
su lado controlador y manipulador, después de todo no es que pueda deshacerme
de ese lado tan fácilmente cuando viene incluido en todo el paquete que él
tiene por ofrecerme y que si soy honesta no resulta nada despreciable,
tampoco podía decir que las comodidades que nos estaba brindando fueran
del todo desagradables, porque lo cierto es que estaba haciendo de nuestro
festejo algo diferente.
- Puedo
negarme y dejarte con todos tu preparativos ¿Sabes?
- Pero no
lo harás - afirmó socarronamente.
- No, no lo
haré, solo que... Me colgué de su cuello y le besé perdiéndome en su
boca y jalando fuertemente de su pelo - tienes que permitirme vivir mi vida
Altas, con tanto control de tu parte algún día puedo hartarme y entonces
me perderás.
Abrió sus
ojos, entendiendo un poco que aquello sobrepasaba por mucho mis límites, que
solo estaba aceptando dado que mis primas estaban avisadas y que prefería
aquello a pasar por alguna reorganización básicamente para saltarme las
preguntas obligadas por aquella acción.
- Ahora -
dije - dame uno de esos besos tuyos que me quitan el aliento y algo más,
para poder emprender mi camino, te veré mañana cuando mi coraje haya cesado y
entonces hablaremos para aclarar unas cuantas cosas…
Subí a
aquel monstruo ubicándome del lado del copiloto, aún tenía que aclarar algunas
cosas con mi chofer.
Subí a
aquel monstro color blanco del lado del copiloto.
Entonces es por ello es que tú y tus hermanos me
bombardearon tantas preguntas referente a la noche de chicas que pasaría con
mis primas, ¿cierto?
- Teníamos
que ayudar a nuestro hermano - levantó los hombros
- Nada de
solidaridad con tu hermano dije, con esto quedamos a mano nosotros cuatro,
olvídense de que les debo algún favor, yo les confíe todos los detalles de esta
noche debido a su insistencia, pero de aquí en adelante tendré que cuidar mis
palabras con ustedes ¡TRAIDORES!
- ¿Qué es
lo que realmente te molesta BB? Que reveláramos tus planes o que
los convirtiéramos en GENIALES.
-Traidor.
- Relájate
que aún no comenzamos con las verdaderas sorpresas.....
Quizás lo
que realmente me molestaba y que sabía en lo más profundo de mí, es que yo no
tenía a nadie así en mi vida, alguien en
quien confiar ciegamente, por elección o porque no me quedó otra alternativa,
no confío en las demás personas, diría mi papá, ni en mi propia sombra.
Algunas
de mis primas ya estaban en la casa de una de ellas, reunidas... otras
traidoras.
Lucían
felices y emocionadas.
- Tu
pretendiente debe estar loco por ti para haber organizado todo esto - dijo una
de ellas al ver nuestro transporte, chofer y las bebidas que incluía el
servicio en la parte de atrás. ¡Deberías considerar decirle que si pero ya!, mira
que no cualquiera autoriza lo que hacemos.
Diablos,
las había conquistado a ellas también con apenas un movimiento de sus
pestañas.
¿Realmente
todo aquello es genial? Ellas estaban muy emocionadas. Quizás solo era yo la
que estaba inconforme sin justificación.
- Todo esto
para mi es de un macho controlador y sabes muy bien lo que opino de ellos.
- Macho o
no, no te quieres deshacer de él, dijo mi prima. De haberlo querido así lo
hubieses enviado bien lejos, conozco ese carácter tuyo tan horrible que tienes
y dudo mucho que él lo hubiese soportado. El continua aquí porque tú lo has
permitido, no te esfuerces tanto en negar algo que sabemos que es mentira. Así
que comienza a hablar ahora mismo.
Miré de re
ojo al trillizo que estaba escuchando todo aquello, y pude ver como sonreía. Le
di la siguiente dirección y subí el vidrio que separaba el espacio del
conductor de la parte de Atrás, necesitaba privacidad para lo que estaba por
venir.
Quise tomar
un trago para afrontar aquello, la mayor de mis primas que por cierto era la
más observadora…
- Háblanos
claro BB ¿Cómo es que ahora andas con tanto tipo bueno rondando a tu alrededor?
- Son de mi
trabajo, ya se los dije.
- Eso es
imposible BB, todos parecen sacados de catálogo, comienzo a envidiarte – dijo
otra de ellas.
- No me
envidien, todos ellos son unos pesados, no ha sido nada fácil el estar ahí
con ellos si me preguntan.
Ellas me
miraron fijamente – Mientes - dijo la mayor. Mientes con todos tus dientes y
eso merece que tomes un caballito de tequila – gritó.
En Estado
de ebriedad se te soltará la lengua. Me resistí lo más que pude entre gritos y empujones
y aun cuando con mis nuevas habilidades pude someterlas fácilmente, las reglas
indicaban que no podía atacar a un civil.
Mis gritos
resultaron ser tan escandalosos que nuestro chofer se asomó a ver si todo
estaba en orden. Vio la escena y me miró a los ojos. Sabía que en breve Atlas
estaría enterado de todo esto, pues justo se asomó cuando una de ellas estaba
inclinando el vaso e tequila en mi boca.
Llegamos
por el resto de ellas, y dado mi nulo consumo de alcohol mi cuerpo
comenzaba sentirse tibio.
- Háblanos más
de tu pretendiente.
- No hay
mucho que decir, Atlas, es…
- Una
dulzura, gritó otra – mira que consentirte de ésta manera, organizar nuestra
salida y brindarnos todos estos detalles.
- ¡Ja! –
nada es gratis dije.
- Señoritas
– dijo la mayor – al fin a nuestra prima se le comienza a soltar la lengua –
Exclamó en un grito de euforia, ocasionando un gran revuelo en aquel automóvil
Todas
estábamos reunidas ahora.
El moreno
abrió el vidrio indicándonos que iríamos a nuestro destino, una de ellas habló.
-Sería un
desperdicio no aprovechar este vehículo, llevamos a pasear por la ciudad.
El moreno
me miró y asentí. El obedeció.
- Silencio
todas – dijo alguna de ellas. – Continua tu historia, solicitó.
- Deberán
hacer preguntas específicas dije yo.
- Decías
que nada en esta vida era gratis, y con
alguien como Atlas a mí no me importaría pagar el precio, bromeo otra.
- Si, el
precio de salir con él.
Todas me
abuchearon.
- ¿Entonces
ya están saliendo juntos?
- No,
formalmente – mentí. Pero he de atender algunas de sus invitaciones solo pues
ya saben… Es lindo que alguien se interese por ti.
La mayor me
inclinó otro vasito lleno de tequila.
- ¿Reconoces
que lo deseas a tu lado?
- Es
complicado, dije con un poco mas de entonación a causa del alcohol. Lo he
mandado bien lejos desde el día en que lo conocí, pero él continua a mi lado,
atendiendo mis necesidades y haciéndome sentir especial, así es difícil
mandarlo lejos y bien lejos ¿Saben? ¿Acaso ustedes podrían rechazar tremendo
ejemplar cuando te despierta con un beso y te llena de rosas?
La más
pequeña llamó la atención de todas- Silencio urracas que haré una pregunta
realmente importante, dado que a nuestra prima se le ha soltado la lengua.
Evidentemente
todas guardaron prudente silencio.
- ¿Te
despierta con un beso? Entonces… ¿Te ha llevado a la cama? ¿Es bueno?
Se me subieron
los colores, claro que con alcohol la lengua se le suelta a cualquiera, y
aunque no había riesgo de que esto saliera de ahí, no dejé de sentirme incómoda.
- ¿Por quién me toman? Soy una dama y no
tengo memoria.
- Con algo más
de tequila, esperemos que dejes de serlo – señaló la mayor.
Intenté
negarme.
- Estamos
celebrando tu cumpleaños – tienes que alegrarte más.
Pasé aquel
trago con más facilidad, comienzo a recordar porque es que me gusta tanto el
alcohol.
- Sí –
confirmé - he dormido junto a aquel ejemplar, pero… nada de lo que se imaginan.
Ellas me
abuchearon.
- Calma –
grité envalentonada por el alcohol- Aun así, me ha dado los mejores orgasmos de
mi vida, imaginen el resto ya que eso es todo lo que obtendrán de mí, no hablaré
más, tendrán que torturarme.
El trillizo
bajó el vidrio que nos separaba.
- Si están
de acuerdo las llevaré ahora a su destino, dijo él.
- Por favor
llevamos, le indiqué.
Todas ellas
me felicitaron – Es un gusto que comiences a probar esas delicias – dijo la
mayor.
El lugar
era familiar, era el hotel donde habían hecho la fiesta de bienvenida meses atrás,
alejado de la civilización y con suficiente privacidad ahora que lo pienso.
Nos
condujeron a un salón de aquel lugar. Se había preparado con antelación, mesas,
comida, bebida… Dios mis primas se daría vuelo.
Todas ellas
se lanzaron a la barra de bebidas mientras que
yo intentaba localizar una silla para reponerme del alcohol en mi
cuerpo. Pusieron una bebida en mis manos, algún coctel, y comenzamos a brindar
y a reír.
- ¡Por la
cumpleañera y su pretendiente! – dijo la mayor. Esperemos que pronto le des lo
que busca….
- ¡Por los
chicos guapos que ahora le rodean! – gritó a todo pulmón otra, para que nos
presente a tantos como pueda.
Escuchamos
que la puerta se cerró intempestivamente atrayendo la atención de todas
nosotras. Parado como maniquí estaba nuestro chofer ahora usando únicamente
unos mini – shorts dorado brillante y un moño de smoking al cuello y un saco larguísimo
que le llegaba hasta los tobillos, el Sr. Teatralidad haciendo debut con un
micrófono en la mano. Su piel brillaba con un leve toque de color dorado, sus músculos,
su cuerpo, todo él invitaba a tocarlo.
- Bienvenidas
– dijo utilizando el micrófono.
Di un gran
trago a mi bebida. ¿Qué sorpresa se revelaría ahora?
- Seré su anfitrión
esta noche – hizo una pausa.
Mis primas
se miraron entre sí sonriendo.
- Estamos aquí
para celebrar un cumpleaños ¿Cierto? – le preguntó a su público obteniendo una
pequeño bullicio de toda ellas.
Si lo
reconocieron no dijeron nada.
- ¡Entonces
celebremos! – Gritó con tal fuerza que casi nos ensordeció. En ese momento
se encendió la música que invadió todo
el salón, de esa música que se escuchaba en cualquier discoteca, ruidosa y eléctrica,
el ambiente se llenó de humo y luces psicodélicas.
Atrás de él
las puertas se abrieron y en un acto totalmente teatral entró una serie de
chicos, vistiendo como él a excepción del saco y usando máscaras de carnaval,
de esas como antifaces, coloridas, brillantes y con plumas formando dos filas
al costado de nuestro anfitrión.
De inicio
me pregunté si Atlas realmente había autorizado todo aquello, y todo me cuadró
en el instante en que reconocí los tatuajes en el cuello de aquellos
personajes. ¡Eran nuestros compañeros! Y los trillizos estaban al final de cada
línea.
¡¡Control Total!!
Esta vez me va a escuchar.
Nunca antes
habíamos tenido toda la diversión para nosotras solas, no sabíamos
exactamente qué hacer, pero si Atlas había organizado esto, me
aprovecharía, y si ellos accedieron, me aprovecharía de cualquier manera sin
preocuparme por los detalles. Terminé mi bebida en un solo trago y me dirigí
hacia ellos.
- ¿Qué es
lo que puedo hacer? Soy la festejada.
-Nuestro
anfitrión dijo lo siguiente: LO QUE SUCEDE EN LAS VEGAS…
-SE QUEDA
EN LAS VEGAS… -respondió su público.
Dios,
alcohol y chicos atractivos no es una buena mezcla.
Caminé
entre ellos, tocando aquí y allá, me sentí con un poco más de confianza cuando
llegué con los trillizos a quienes me les acerqué un poco más sugestivamente y
toqué con mi palma su pecho y piernas.
Ellos no se
movieron.
- ¡Chicas! Creo
que es el momento de que estos caballeros nos dediquen unos cuantos bailes ¿Que
opinan?
- Todas
aplaudieron y gritaron.
Atendieron
de inmediato nuestra petición
Ellos nos
superaban en número…. Pero eso no fue un impedimento para la manada que me
acompañaba, todas estaban felices de tener al menos 2 para cada una de ellas.
Discretamente
me hice a un lado. Los trillizos me encontraron tomándome desprevenida, no sé
si exista tal cosa pero alegaré demencia.
Pusieron
otra bebida en mi mano, acercaron una silla y se dispusieron a bailar a mí
alrededor. ¿Alguna vez vieron la película “Magic Mike XXL”? Si la respuesta es
sí, entonces tendrán una clara idea.
La emoción
del día, la insistencia por el consumo
de alcohol hicieron de las suyas, en cierto momento yo ya estaba más que
entonada y dentro del ambiente de aquel día.
Nuestro
anfitrión hizo un llamado para obtener nuestra atención.
- Es hora
del evento principal, arrastró una silla y la colocó en medio de todos, los
trillizos me guiaron hasta ahí, claro que a esas alturas yo gritaba y aplaudía.
Las luces
se apagaron y en una esquina de aquel salón se iluminó un reflector siendo
Atlas a quien alumbraban.
- ¡Por
favor denle la bienvenida a nuestra estrella de esta noche con un gran aplauso!.
El
bullicio, los chiflidos y aplausos no se hicieron esperar.
Claro que
me quedé pálida al verle. ¿Llevaría esto tan lejos? Bueno yo tuve la misma idea
en su cumpleaños. ¡Diablos esos trillizos!.
Él se acercó
directo a mí y comenzó su espectáculo. Ebria o no, tampoco permitiría que el
resto de mi familia lo viera en aquellas condiciones (traducción: Semi - Desnudo),
y bailándome tan provocativamente, por lo que me puse de pie y arruiné la
fiesta arrastrándolo fuera de ahí.
Antes de
comenzar a armar tremendo alboroto, me cargó en su hombro como tantas veces lo
ha hecho y nos llevó a la habitación que anteriormente utilizamos.
Aquello me
mareo y apenas si me pude poner en pie.
- ¡Esto fue
demasiado! – mira que hacer que todos ellos fueran nuestra diversión esta noche…
- Eso es
doble moral – dijo –él.
- Estoy
enfadada no quiero verte ahora, y menos que te desnudes frente a mi familia.
- Entonces permíteme
desnudarme en privado y mejorar tu humor….
- Culpemos
al alcohol por lo que sucedió después… solo diré: “No existe mejor manera de
despertar para mí, que hacerlo a su lado”.
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