- Por un
momento pensé que no tenías la mínima intención de cumplir tu promesa a dijo
ella al tiempo que golpeaba con una vara la palma de su mano.
- Aún no se
termina el día - afirmé.
Caminó en círculo
a mí alrededor golpeando constante y suavemente su mano con la vara, estudiando
y analizando, al ser ella considerablemente más baja que yo de estatura tenía
que mirarme hacia arriba, y ello le molestaba. Su guardia personal se
conformaba de cuatro individuos inexpresivos que acataban sus órdenes sin
chistar y con lujo de violencia. Usualmente los veíamos vestidos con pantalones
holgados que les permiten libertad de movimiento, alguna vez escuché decir a
los trillizos que eran los ganadores del torneo de algunos años atrás.
Ejecutó un
movimiento con su mano y dos de ellos se fueron a aprehender a Atlas.
- ¿Realmente
existe necesidad de hacer esto? no me estoy resistiendo.
- Ella
soltó una risita exasperante – No es necesario que lo hagas respondió. -Sígueme.
Llegamos a una barra parecida a donde las gimnastas ejecutan sus
habilidosas rutinas, solo que ésta era un poco más baja, más o menos medio
metro arriba del nivel del suelo, la ocupábamos en entrenamientos donde
corríamos como en circuitos y ese era un obstáculo de los muchos a superar.
- Haremos
esto sencillo, verás, odio esos castigos elaborados que a todo ellos les gusta
ejecutar. Daré la orden para que liberen a Atlas cuando hayas logrado pasar por
esta barra de inicio a fin sin caer en el trayecto.
Es
demasiado sencillo, ¿cuál será el truco? Evité evidenciar cualquier gesto que
revelara mi indecisión, examine la barra mientras me quitaba los zapatos, subí
mis pantalones hasta media pantorrilla y me subí en un solo movimiento.
Comencé a caminar segura de mí misma imaginando que estaría al final en unos
pocos segundos, y con ese pensamientos me di cuenta de la realidad, sentí en la
pantorrilla un golpe muy fuerte ejecutado con precisión y gracia, con la vara que
ella sostenía , fui testigo de lo que me
dijeron anteriormente, los golpes de ella son más fuertes que el golpe de
cualquiera de ellos, el golpe me sacó de mi zona de confort y eliminó la
confianza que tenía en esos momentos cuando aterricé de bruces a sus pies en un
pobre intento de caer con dignidad. Levanté la vista y observé la maldad en sus
ojos así como la felicidad que le
produjo hacer aquello, todo aquello dibujado y resumido en una sonrisa que le
iluminaba el rostro.
- Vuelve a
comenzar – ordenó.
Ahora era
que le veía la complejidad a aquel acto en apariencia sencillo.
Me puse de
pie entendiendo completamente de que iba aquello y me subí nuevamente a la
barra. No di un solo paso cuando ella imprimió otro golpe en mi piel
ocasionando que perdiera un poco el equilibrio, recuperándome casi al instante,
una vez que mi equilibrio era parte de mi cuerpo nuevamente comencé a caminar y
ella golpeó uno de mis talones con tal fuerza que el dolor subió como espina por
mi pierna, evidentemente aterricé nuevamente de cara al suelo. Alcancé a ver a
Atlas quien hizo un intento de acercarse fue regresado a su sitio nuevamente
por sus celadores quienes lo golpearon en un par de ocasiones.
- Repetí
aquello una y otra vez, sin emitir ni un sonido, ni una sola queja, me esforcé
por no detenerme a lamer mis heridas ni tampoco tomé tiempo para
respirar, no le daría la satisfacción de verme derrotada, cada paso era más
difícil, mi concentración era errática ante el sentimiento de no saber a qué
hora recibiría el siguiente golpe.
- Puedo
continuar toda la tarde- dijo ella.
Atlas
estaba ahora de rodillas y múltiples golpes en el rostro.
- Incumpliste
tu palabra dije, este castigo lo tomaría yo por los dos sin embargo tú guardia está
golpeándolo ahora.
- Tecnicismos,
dijo ella. No soy yo quien lo está golpeando.
Mis
pantorrillas estaban rojas y en algunos puntos morados. Mis rodillas estaban
deshechas por las caídas al igual que mis manos. No iba a poder soportarlo por
más tiempo.
De repente
llego a mi mente uno de esos pensamientos que de haber estado dentro una
película, se podría representar como un rayo de luz abriéndose paso entre
nubes grises: El objetivo es pasar de un lado a otro, ella está esperando que
comience en perfecto equilibrio, sus palabras fueron Pasar de un lado a otro sin caer entonces... No deberá importar si
lo hago corriendo ¿cierto?
Sonreí
cuando me subí a la barra y me prepare para iniciar la carrera, misma que la
tomó desprevenida y logre llegar hasta el otro lado sin que ella pudiera
derribarme. Aterricé en cuatro puntos, mi felicidad fue en la misma proporción
del enojo de ella. Al no poder tener ninguna razón efectiva para negarme el triunfo ante aquella acción desesperada, ella llego
ante mí y comenzó a golpear mi espalda
con la vara al ver que le había ganado, en su propio juego, los golpes fueron
ejecutados con fuerza y de manera continua, iban minando mi voluntad y
ocasionaban que a cada golpe me fuera cayendo un poco más hasta quedar de cara al suelo.
- Recibí todos
los golpes que tenía para mí, mordí mis labios con tal fuerza que saboree el
sabor de mi propia sangre. Ahogué mis propios gritos, entonces escuche que
alguien gritaba su nombre - era César.
- Ella
cumplió el castigo -dijo. Si continuas golpeándola sin ninguna razón iniciaremos
una guerra sin tregua en tu contra.
- Ella se
detuvo al escuchar aquella declaración, su respiración estaba agitada y su
rostro era de un rojo encendido.
- Puedo
tener más de un motivo para hacerlo.
- Y lo
aceptaremos -dijo él- si tienes razón, nos haremos a un lado.
- Voltee a
verle y ahí estaban los cuatro, hemos
sido testigos de este castigo y ella lo ha cumplido, no creemos que exista una
razón para que continúes golpeándola.
- Mario le
retiró la vara de la mano en un gesto suave y cuidadoso.
Ella camino
hacia la salida y su guardia la siguió desapareciendo así de aquel escenario. En
ese momento me derrumbé. Sentí todo el dolor que había bloqueado. Atlas me tomó
entre sus brazos. Él les confesó lo que había sucedido, ocasionando la furia y
desaprobación de todos ellos.
- ¿Qué
pensabas al acceder a esto Atlas? – le gritó Bruno con las manos al viento.
- Cuando BB
le propuso el trato, ella accedió de inmediato. Nos cazó apenas llegamos aquí,
dijo él.
- Pudiste
avisarnos antes le gritó Jason.
- Pensé que
tendría más tiempo.
- Fue mi
decisión hacerlo y como tal espero que la respeten – dije.
Vayamos a
casa, dijo Bruno.
Las
curaciones son siempre un dolor de cabeza para mí y yo aún podía dar pelea, tenía mucha adrenalina en
mi cuerpo. Pero cuatro contra una presa ya de por sí golpeada no representó un
gran reto para ninguno de ellos, terminamos en el suelo de mi recámara con un
gesto casi irrisorio por su parte, donde mientras tres me sometían Mario
limpiaba y untaba bálsamo sobre mis
pantorrillas.
- Esto es
tan injusto, les expresé.
- Es
necesario
- Es
injusto - grité.
- Considéralo
nuestro castigo por tomar las decisiones incorrectas, ocasionando así un
castigo desmedido por parte de ella.
- Fue
divertido al final de todo, ver su cara enfurecida.
- Si no
hubiésemos llegado…
- Lo único
que hubiese sucedido es que me tendrían que sacar en pedazos de aquel lugar,
pero nada más, nada que ustedes no
hubiesen vivido ya.
- Atlas
permanecía en un rincón como espectador, rechazó cualquier bálsamo cuando Mario
se lo ofreció.
-¿Qué
sugieren que hagamos con ustedes chicos?- Preguntó Bruno.
- ¿Con
nosotros? No existe un nosotros, no más – declaré.
- ¿Acaso
terminaron una relación tan pronto?
- Quizás
deban darnos un tiempo a solas – pidió Atlas.
- Tiempo a solas para los tortolitos me
pregunto si podemos concederles ese privilegio – indicó César.
- ¿Por qué?
– pregunté con indignación.
- Tenemos
una gran lista – afirmó Mario – veamos: Te pusiste en manos de la única mujer
que busca tu renuncia y que hará cualquier cosa por conseguirla, sin mencionar
que lo hiciste deliberada y voluntariamente. Nos ocultaron información valiosa
lo que equivale a mentir, un castigo físico no podría ser ejecutado en estos
momentos debido a tu condición. Atlas tú sobre todo – guardó silencio. Podemos
buscar más razones si quieren o simplemente aceptar el castigo impuesto.
- ¿Castigo?
¿No es suficiente ya? – pregunté al borde de la locura.
- No
visitas, no salidas. Irás y regresarás con nosotros, permanecerás en tu
habitación.
- No hace
diferencia – afirmé, él y yo ya no somos nada y dado que ya no es más mi
guardián ya no tengo transporte para ir y venir, por lo que esto me acomoda
perfecto.
- Bien,
bien, como digas. – su tono evidenciaba que no creían nada de mis palabras.
- Siempre
he aceptado sus instrucciones sin
cuestionar nada – dijo Atlas, pero no esta ocasión necesito algunos
momentos para hablar con ella, por favor.
-
Últimamente cuestionas mucho de todo… - le dijo César en ese tono que solo
ellos entendían, con ese gesto tan típico de ellos, cómplices, amigos,
¿hermanos?
- Cinco
minutos, solamente.
Se
marcharon de la habitación.
- No me
rendiré ¿sabes? No estoy de acuerdo con ésta separación.
- Necesito
enfriar mi cabeza Atlas.
- Enfríala
mientras estamos juntos.
- Te irás.
- Eso solo
será un año.
- No podré
saber nada de ti durante ese tiempo.
- Regresaré
esta noche para continuar el tema.
- No lo
hagas.
- Si no
quieres hablar entonces busca otro lugar
para dormir, porque aquí estaré.
Dicho esto
se marchó.
¡Dioses y
Demonios! esta vida me llevaría a una muerte prematura, en este mundo las cosas
se viven a mil por hora. Intenté analizar todo fríamente, si yo estuviera en
su lugar, posiblemente hubiese tomando
la misma decisión, ¿A quién engaño? Tengo corazón de pollo, definitivamente
hubiese accedido ante alguna petición similar. Él está sin duda dándome mi
lugar pidiéndome que vaya con él, ¿Realmente es eso? o ¿Simplemente estoy
tratando de encontrar una justificación? Desearía no haber visto aquella
escena. En verdad lo deseaba, algo así como vaciar ácido en mi cerebro o
arrancar la parte de mi cerebro que la albergaba. Quizás lo más sano sea que duerma hasta olvidar ya que no bebo para olvidar.
Encima de
todo estaba castigada por ellos, esto era el colmo, confinada a mi habitación
como una niña de secundaria.
No había
comido nada en todo el día, por lo que literalmente devoré la cena. Me pidieron
pasar al estudio, lo sabía lo estaba esperando. Añoré los días que estuvimos de
viaje, donde todo era cordialidad.
- Debes
cuidar tus pasos BB.
- ¿A qué se
refieren?
- ¿Aun no
comprendes por qué ella tuvo esa reacción con ustedes?
- Supuse
que es simplemente porque me odia.
- Te odia
por lo que representas, ¿otra mujer? Ella no cederá terreno con tanta facilidad.
- Pero no
estoy interesada en quitarle nada.
- No la
justifico pequeña, pero colócate un momento en su lugar – pidió Mario.
- ¡Lo hago
¡Solo que no entiendo por qué el odio injustificado, ¿Acaso no debería ser
motivo de felicidad que otra mujer estuviera entrando en éste mundo? No pido
que las cosas me sean regaladas, pero al menos esperaría algo de solidaridad de
Género. Lo sé, dije, yo lo sabía, solo no quiere decir que lo acepte tan
fácilmente. Ella es… agrrrrrrr. Respiré con profundidad.
- Tú y
Atlas, deberán cuidarse, ustedes están sentando un precedente ante algo que
antes no había sucedido, una pareja en este mundo y posiblemente un matrimonio.
- ¡No
existe tal cosa como Atlas y yo!, Sí es cierto que, accedí a salir con él como
su novia, ¡Sí! También olvidé actualizarlos al respecto, ¡Sí! También fui
traicionada por él y una zorra que lo abordó el sábado por la noche y ¡Sí!, me
encuentro destrozada.
Declaré
todo aquello sin pensar en las consecuencias
y ya que la diarrea verbal había comenzado no pude detenerla.
- ¿Viste a
atlas con alguien más? Se miraron entre ellos.
Me incliné
un poco hacia adelante apoyando mis codos en las rodillas mirando al piso.
- Les he
dado información que no deseaba compartir con ustedes, éste es un problema
entre nosotros y lo debo tratar de esa manera, solo por ésta ocasión ¿Pueden
intentar pensar que aun continuamos en aquella casa y no tomar acciones en base
a lo que les dije?
- ¿Cómo si
fuéramos amigos?
- Mis
confidentes – dije – intentando ganar su simpatía.
- Ok,
entonces no odies mis palabras dijo Jason. Me cuesta creer que Atlas te pudiese
traicionar, pongo mis manos al fuego al decir que una de sus principales
cualidades es la lealtad. Dudo mucho que su intención como tal haya sido la de
engañarte. No a ti.
El resto de
los muchachos opinaron de manera muy similar.
-
¿Escuchaste su versión de los hechos?
- Si la
escuché, mas no la creo.
- Ante eso
no podemos hacer nada, piénsalo con la profundidad que necesites y toma o
desecha nuestro comentario. Avísanos la conclusión a la que llegas.
- Es
importante que entiendas también que aceptamos que tú y él estén teniendo una
pelea de enamorados, eso es normal, solo les pedimos precaución.
Podría sin
duda, argumentar por el resto de la vida, porque o por qué no continuo con
Atlas, sin embargo en ese momento y después de tales argumentos lo mejor era
terminar ahí.
Esperé por la llegada de Atlas y mientras lo hacía recordé una noche en
especial de nuestra estadía en aquella casa, y parte de la conversación que sostuvimos,
fue una noche cálida donde los muchachos hicieron una fogata en la playa, era
una noche de luna llena, la cual no requería de mayor iluminación, el sonido
del mar sustituía cualquier ambientación artificial y la mejoraba por mucho.
Ese día tuvimos una charla más nutrida que las otras ocasiones
- ¿Cuál es
tu comida favorita?
- Hamburguesas
en todas sus formas, siempre y cuando tengan aguacate, el resto de los
ingredientes puede variar.
- ¿Bebida?
- Recientemente
me encanta el agua natural con mucho hielo.
-¿Color?
-Morado
intenso
-¿Libro
favorito?
-Trilogía,
"la hora de las brujas" de Anne Rice.
- Son
preguntas básicas BB pero nos ayudará a conocerte mejor
- Me
gustaría saber sus historias, saber más de ustedes ¿Cómo llegaron a ser el
grupo unido que son? ¿Cómo llegaron a ser hermanos? lo cierto es que mi mamá me
platicó mucho de ustedes pero ella solo sabe lo que Ramsés le platicó.
- Te
platicaremos la historia resumida y si tienes preguntas puedes hacerlas.
- El
programa de Eileen nace con su abuelo, quien descubrió, que algunas personas en
el mundo tenemos la capacidad para manejar la energía de la manera en la
que lo hacemos nosotros, fue reuniendo personas a través del tiempo
resultando ser ellos los fundadores y ahora grandes maestros, encontraron un
común denominador en todos ellos: eran huérfanos, centraron sus esfuerzos para
buscar candidatos en lugares como orfanatos, niños de la calle, etc, las
búsquedas las hicieron por todo el mundo, los años pasaron y el grupo se nutrió
más, en uno de los viajes que el realizó buscando candidatos la conoció a ella
quien resultó ser hasta ese momento la única mujer que podía manejar
energía del modo en que lo hacíamos nosotros, de sobra esta comentar que ella
logró una maestría que nosotros aun no alcanzamos. Él la convirtió en su nieta
legítima. Ella heredó todo su legado a
su muerte, manteniendo el legado de su
abuelo, nunca antes se había encontrado una mujer y muchos temas no
fueron contemplados desde un inicio, las
reglas son claras al momento de formar una familia y ella las aceptó y las ha
cumplido.
- Ella
podría elegir a cualquiera de nuestro grupo para poder ser su pareja, así los
dos podrían ser de éste mundo y ninguno tendría por qué dejar ésta vida.
- Sí y no.
Muchos han tratado de conquistarla, solo que aparentemente nadie cumple sus
requisitos. Asumiendo que alguno de nosotros pudiese ser su pareja y ella
eligiera traer hijos a éste mundo la pregunta principal es ¿Qué harás si al
tener un hijo resulta no ser capaz de manejar energía como sus padres?
¿Abandonaran los tres esta vida y serán capaces de manejar aquello? ¿Lo
abandonarían a él o ella? ¿Solo uno renunciaría a ésta vida? Es una de las tantas decisiones a las cuales
nos enfrentamos los que vivimos ésta vida, es una decisión que tendrás que
enfrentar también llegado el momento.
Para mí es
sencilla- pensé y me quedé callada - sé que esta vida solo es una etapa en mi vida, es fantástica, la amo, pero muy
adentro de mi sé que no será un estilo de vida para el resto de mi vida.
- ¿Qué
tenemos en común? Todos nosotros cumplimos años el 5 de Abril y Ramsés cumple
años el 8 de abril. Ramsés nació en Egipto, el resto de nosotros desconocemos
nuestro origen pues nos trajeron casi recién nacidos, te preguntarás
¿cómo es que pasamos las pruebas? Eileen cuenta con la habilidad de ver
a las personas con potencial para el programa, eso facilita las
selecciones.
- ¿Ella me
analizó a mí?
- Sí.
- Me
gustaría saber que ve.
- Ve mucho
potencial en ti, por ello fuiste aceptada después de una fuerte negociación con
ella.
-
¿Quisieran darme detalles de esa negociación?
- No
podemos por el momento, Ramsés tendrá que hablar de ello contigo.
- ¿Ni un
poco?.
- Lo que ya
sabes es lo que te podemos decir, acepta nuestras disculpas.
- Solo era
curiosidad, nunca nadie se ha muerto por ello, ¿Cierto?
- Volviendo
a la historia – Continuó Bruno - Nosotros somos parte de un programa piloto,
iniciado por ella, donde todos llegamos siendo unos bebés, Ramsés tenía 5 años
más que nosotros, no conocemos otra vida, somos como hermanos por qué nos hemos
mantenido juntos desde que tenemos uso de razón, evidentemente existieron más
reclutas con nosotros, la mayoría de ellos se convirtieron en entrenadores en
el resto del mundo, son ellos quienes reciben a los ganadores del torneo, nosotros
nos quedamos aquí como instructores dentro de las instalaciones , Ramsés
siempre ha sido nuestro líder de una forma u otra y, él siempre nos protegió y guio
cuando lo necesitamos, nos mantuvo unidos y motivados hasta llegar a ser lo que
somos, tus tíos.
- Existe
sin embargo otra característica que nos une y ya que estamos siendo más que
honestos contigo y te estamos revelando nuestra alma – confesó Jason. Dentro de
nuestras cualidades particulares que descubrimos a temprana edad, está la de
entendernos cuando estamos juntos, no es telepatía, no es tampoco como si nos
leyéramos la mente, sin embargo y de una manera en la que no podemos explicar
con palabras, al estar juntos nuestra energía se complementa y es una sola
energía, de cierta manera solo con un movimiento, con una mirada, sabemos lo
que piensa o decidirá el otro, eso nos hace fuertes y unidos, es como si
fuésemos gemelos, que obviamente no lo somos, hemos pensado que se limita a
nuestro día de nacimiento pero compartimos esa cualidad con Ram.
- ¡Lo
sabía! Eso siempre me había intrigado un poco, pero ahora cobra todo más
sentido.
Vi llegar a
Atlas como siempre con la habilidad que lo caracteriza, la puerta del cuarto de
baño estaba abierta y yo me encontraba sentada en el suelo recargada en la tina
de baño. Le miré mientras entraba a aquel lugar, dando pasos seguros de sí mismo
mientras me veía de soslayo.
- Tienes
muchas cosas que pensar ¿cierto? Dentro de esa cabecita tuya que ahora está
debatiéndose entre tu verdad y mi verdad
de los hechos.
Descendió
hasta mi altura quedando frente a frente a centímetros de mi rostro sosteniendo
su peso totalmente sobre sus pies, tomó mi mentón con su mano a fin de levantar
mi rostro y que pudiese verle directo a los ojos. A mi mente llegaron las
palabras de Jason pongo las manos al fuego por él que ya es
mucho decir, algo de verdad debe haber en todo aquello.
- No acepto
que termines ésta relación- dijo, sencillamente no lo acepto porque no existe
una verdadera razón para hacerlo.
- Te detendré
aquí mismo. Asumiré por un momento que lo que me dices es real, que ella te
besó y que tú eres una inocente víctima de todo esto. Pensemos también que
continuamos siendo novios tu y yo… ¿Quieres que te acompañe en este proceso,
acompañándote a cuidar a tu pequeña zorra? Me pregunto ¿Qué harías tú en mi
lugar? Serías tan bondadoso en acompañarme, pues como yo lo veo si en algún
momento alguna pobre alma incauta se atreviera a besarme, intencionalmente o
no, seguramente descargarías tu furia sobre el sin preguntar nada o esperar
alguna explicación de mi parte. ¿Me acompañarías tú de la mano, con buena cara
y con excelente actitud a ser la persona que esté pendiente de esa operación? Recordarás que te confirmé que
yo era igual o más posesiva que tú. ¿En qué papel quedaría yo con tu pequeña
zorra?
- No te
estoy pidiendo que seas tú la mano que la opere, te estoy solicitando que me
acompañes en el proceso, así estarás segura de mis acciones con ella.
- No lo
quiero hacer y no lo haré, puede ser, como bien dijiste que no me solidarice
por que no sé lo que es estar sola en este mundo, pero no lo haré, y ya que te
gustan tanto los ultimátum te daré el siguiente, si vas con ella, tu y yo
terminamos, quieres que arreglemos esto como una pareja, pues arreglémoslo. Ella
o yo.
Me miraba
con cara de perplejidad.
- Siempre
serás tú, dijo. Mi elección siempre serás tú
preciosa. Me abrazó enterrando su rostro en mi hombro.
¡Dios!
Pensé que daría más pelea, que podría tener más argumentos, no pensé que
cedería tan fácil.
- Pero sí
que te equivocas en algo –dijo sorpresivamente. Yo estaría a tu lado apoyándote
ayudándote evitando que estuvieras con esa persona más tiempo del necesario. Porque
para eso son las parejas para apoyarse mutuamente, no siempre nos gustará lo
que la otra parte elija, pero la clave es el apoyo.
Aplastantemente
dio un giro inesperado haciéndome sentir la peor persona del mundo.
- ¿Me estás
haciendo sentir culpable?
- ¿Está
funcionando?
- No juegas
limpio – dije entendiendo sus intenciones.
- Nunca lo
hago.
- Estas
sentando un precedente, cuando llegue el momento y sé que llegará, te recordaré
este momento de manipulación, además si
accedo lo cobraré caro muy caro.
Besó mi
cuello en ese punto justo que me hace derretir… literalmente.
- ¿Qué
tienes en mente?
- Cosas
pecaminosas, muy pecaminosas…
Sonrió y me
besó apasionadamente sin tomar prisioneros, se detuvo un momento mirándome a
los ojos. Te amo preciosa.
¿Qué puede
hacer una sencilla chica como yo ante aquellas declaraciones?
Me perdí en
sus besos unos momentos más. Me debes una compensación muy, muy grande Atlas.
- Ahora que
eres mi novia puedo compensarte en la manera que solo yo puedo hacerlo.
-¿Existe
alguna diferencia? Me siento como si únicamente hubiésemos formalizado lo que
ya veníamos viviendo.
El simplemente
sonrió.
- Ahora me será
más difícil enfrentar nuestra separación.
- Vayamos
un paso a la vez preciosa, un paso a la vez, vivamos este tiempo como si no
hubiese un mañana, evitemos
arrepentimientos. Dejemos las peleas para después, entreguémonos mutuamente.
- ¿Sin
limitaciones?- me acerqué a él con claras intenciones.
- Sin
limitaciones pero no aquí, no mientras ellos duermen, te puedo brindar algo
mejor, un escenario digno, te mereces algo mejor.
Sacó
de la bolsa trasera del pantalón un estuche
rectangular – Compré esto para ti, pensando en que querías recobrar tu “correa”.
Lo abrí y encontré una fina línea de eslabones unidos entre sí, con pequeños
colgantes de estrellas y lunas así como una pequeña letra “A” al inicio de la
misma, la pulsera era de oro blanco, muy larga para ser colocada en la muñeca.
- Tus
piernas siempre han sido una debilidad para mí, y creo que lucirán particularmente
coquetas con esto en una de ellas.
- ¿Te gustan mis piernas?
- Particularmente las piernas,
aunque me gustas toda tú. Deseo poder tenerlas rodeándome en algún momento o
junto a mis orejas….
Me puse
color tomate, se inclinó para colocarla al mismo al tiempo que me daba unos
pequeños besos.
- Creo que
se me está ocurriendo el precio adecuado para lo que estoy por acceder a hacer,
lo de ser una novia comprensiva y acompañarte en todo momento.
Levantó la
vista hasta encontrar mis ojos con los suyos.
Pronto será
mi cumpleaños, pero no es algo que no supieras, lo que debes saber es que, mis
primas y yo festejamos nuestros cumpleaños en “XXXXXX”.
- En ese
lugar bailan hombres desnudos.
- Semi –desnudos
– le corregí - cubren sus partes más interesantes – dije en tono de decepción -
y sí, no tengo intenciones de cambiar
mis costumbres. El día de mi cumpleaños,
es el día que más me gusta celebrar en todo el año, pero no aceptaré ningún
regalo que no sea hecho por tus manos, a ti te gusta comprar costosos regalos
como ésta nueva correa, dije, pero en mi cumpleaños esperaré algo donde pongas
el corazón.
-
Hombres desnudos.
- ¿Solo eso
escuchaste? Como sea, tú permanecerás sin hacer escándalos, ni celos ni planes
maquiavélicos, iré a mi celebración y advertido estas.
- Esta bien
dijo y sonrió, sabía de antemano que aquello no se quedaría así pero lo disfruté
esos 5 minutos donde sentí que tenía el control, aquella sonrisa solo
significaba que había comenzado uno de sus planes para destruir los míos.
Me abrazó
nuevamente
- Vayamos a
descansar Atlas, mañana de por sí no podré moverme fácilmente, y tengo que enfrentarme a las nuevas reglas de
los muchachos, ¡Castigada como niña de secundaria!
- No estás
pensando creativamente – dijo – puedo adivinar que no fuiste castigada
frecuentemente.
Negué con
la cabeza.
Aún nos veremos
todos los días, tenemos nuestros celulares, computadoras y me estaré colando
por las noches aquí, mientras tú lo permitas, también puedes argumentar que
dado que estas castigada preferirías estar con tus papás los fines de semana y ahí será más sencillo vernos – sonrió.
Yo puedo
ver que tienes mucha experiencia siendo castigado. ¿Algún día me contarás tu
historia?
- Algún día,
lo prometo.
- ¿Atlas?
Ahora que somos novios, puedo hacer esto, me puse frente a él y tomé con ambas
manos sus glúteos mirándole de manera pícara, pidiéndole con mi mirada que me
diera un beso.
- Nunca
necesitaste permiso, antes lo tomaste y no te lo impedí.
- Reí, es
cierto.
- Lo que
deberías pensar es que ahora tenemos que decirle a tus papás, si lo piensas necesito
algún tipo de compensación por mi valentía, tú no eres una mujer como cualquier
otra, eso lo tengo claro desde el inicio, pero no solo tienes un papá, tienes
seis, todos ellos con dientes cual tiburones, y me he tenido que enfrentar a
ellos, me han golpeado y he soportado, pero tu papá….
- Respecto
a él, será mejor que no le digamos nada, tomemos éste tiempo como de prueba tú te marcharás y no quiero
complicar esto con mis papás, yo tomo la responsabilidad de ello si surge algo.
- Ellos
pidieron honestidad de mi parte.
- Mi
familia, yo decido, y para esto no existe margen a discusión, tómalo o déjalo
es mi mejor oferta.
- Es noche,
descansa.
Se marchó perdiéndose
entre las sombras de la noche.
¿Atlas y
yo? Siendo parteaguas, suena interesante.
El
siguiente día descubrí con horror frente al espejo que las marcas en la espalda
no disminuyeron y sin embargo se tornaron color gris como piel muerta de una película
de terror, bajé en paños menores corriendo en pánico con los muchachos, mis
pantorrillas tampoco estaban mejor.
- Pequeña
entendemos tu consternación pero vístete, ¡¡somos tus tíos!! – Exclamó en un
grito César.
Fui rápidamente
a la sala y tome una de las frazadas que
se encontraban permanentemente ahí y me envolví en el ella para regresar
a que me explicaran lo sucedido.
- Como ya
lo sabes – dijo Mario – Cuando un castigo es aplicado, la energía de la otra
persona es puesta en ese castigo. Cuando ella ejecuta un castigo, transmite
toda su furia a través de los golpes que ejecuta.
- Pero
antes ya la he visto hacer lo mismo con los demás y sus marcas jamás lucieron
como las mías, parezco un cadáver en descomposición.
- El
principal sentimiento de ella hacia ti, no es precisamente amor.
- ¿Se
quitarán?
- Sí –
afirmó Bruno- eventualmente desaparecerán, quizás en un par de semanas si
comienzas a manejar tu energía a tu favor y te ayudas a sacar toda esa energía
negativa en ti, aunque es de reconocer que lo estas manejando muy bien, esperábamos
que cayeras en cama, enferma por esta causa y aparentemente contuviste los
daños en esos golpes.
Grité y
golpee la mesa – Grrrrr esa….
- Cuida tu
boca – me miró duramente Jason.
Respiré y
me reagrupé. Está bien, me dije, son
efectos colaterales, ella espera lo peor es momento de dar lo mejor, subiré a
vestirme ahora y a gritar un poco mi furia en la privacidad de mi recámara.
- Apresúrate
no quieres llegar tarde. Si recibes otro castigo sobre esos golpes te aseguro
que no será algo agradable.
- Pequeña –
me llamó César – Aun tienes pendiente pagar tu castigo por ser la perdedora en
el evento de hace algunos meses, el resto de tu equipo ya lo pagó, no puedo permitir
que lo evadas por más tiempo. Debe quedar ésta misma semana.
- ¡Diablos!
Lo olvidé por completo. ¿Pintar cierto? Lo haré por las tardes.
- Yo te
estaré supervisando, te corresponde la parte sur de nuestros muros.
Eso
cambiaba todos mis planes y debido a mis marcas no iría con mis papás mi mamá sufriría
innecesariamente. Reí internamente al darme cuenta que ellos iban un paso delante
que nosotros, planearon estratégicamente esto en base al conocimiento que tenían
conocimiento es poder.
¿Dolor? Ha cobrado
un nuevo significado, me duele moverme, siento dolor y ardor permanente, mi
propio sudor es como ácido sobre mi piel y ¿ella? Presente en todo momento,
evité mostrar mi rostro de dolor y me esforcé porque mis movimientos fuesen lo más
naturales posibles. Dudo mucho que lo haya logrado. Ella se retiró de ahí
sonriendo de satisfacción.
Mario me
acompañó a durante la hora de comida evitando así que pudiese tener contacto con
Atlas. Tampoco mostré mi enfado al respecto. Él lo estaba disfrutando lo adiviné
por sus palabras.
- ¿Has
visto a Atlas el día de hoy?
Negué con
la cabeza.
- ¿Es
molesto verle y no poder acercarte? – sonreía ampliamente.
Le miré a
los ojos, ¿lo disfrutas, cierto?
- Es
divertido, lo reconozco. Ustedes no son una pareja normal, nuestra relación
tampoco es normal, necesitamos ponernos creativos con sus castigos. Sin
mencionar que…
- Lo veo,
dije, aun no aceptan a Atlas en mi vida. ¿Será así con cualquiera cierto?
No respondió.
- Lo sabía,
ustedes ya se enamoraron de mí ¿Eso de celar a tu familia, apesta,
cierto?
Mi
respuesta no le causó nada de gracia y se puso serio, por lo que metí mi cara
en mi charola de comida y no dije nada más.
César se
acercó a nuestra mesa, vámonos, necesitas comenzar ya, si quieres terminar tu
parte ésta semana.
Coloqué
todo en su lugar y le seguí. Anteriormente ya había pintado pero no quería imaginarme
lo que estaba por venir. En un instante me sentí como Karate Kid cuando lo
ponen a pintar la cerca, la pared era infinita. Comenzar es el paso más difícil.
En un
momento escuché un revuelo, los trillizos llegaban hasta aquel lugar junto con
Atlas. César los detuvo en seco. Pero ellos encontraron el hueco preciso.
- Las
reglas dictaban que el grupo perdedor perdería, pero jamás se aclaró que el
grupo ganador no podría ayudar.
Hubo una discusión
de por qué sí y por qué no y terminamos
5 personas pintando. Me sentí feliz, agradecida y en deuda, después de
aquello no podría negarme a cualquier favor que pidieran por el apoyo en la
fiesta de Atlas y por éste apoyo que realmente agradecí, pues con su ayuda
terminaría en muy poco tiempo.
- Gracias
chicos, no tenían que hacerlo, dije.
- No es
desinteresado BB – dijo el rubio. Tenemos un evento éste viernes en el cual
necesitamos tu presencia.
- Estoy
castigada.
- Es tu
problema dijo el moreno – te necesitamos y tienes que ir, es parte del show, así
que busca la manera.
- ¡Dioses y
Demonios!.
César envió
a Atlas a pintar al otro extremo de donde nos encontrábamos nosotros, al no
tener otra alternativa más que permitirle el paso a pintar.
Mientras
descansamos de nuestras actividades e íbamos de regreso a la última clase les
pregunté si ellos se anotarían en el torneo de este año.
- ¿Bromeas?
Todos nos anotaremos ¿acaso tu no lo harás?
- No
mientras sea una elección. Dejaré ese juego de egos para los que están interesados.
- Por
cierto Kevin regresará en breve – hizo la observación el pelirrojo.
- ¿Kevin?
- El
ganador del año pasado, escuchamos rumores de que los otros ganadores
desertaron hace unos meses.
- ¿De dónde
se enteran de tantas cosas?
Ellos
simplemente rieron.
- ¿Te
enteraste ya del campamento que está organizando Jason en Suecia?
- Insisto, ¡Yo
vivo con él, como es que ustedes se enteran antes que yo?
- Algún día
te revelaremos nuestras fuentes.
- Nunca he
ido a Suecia.
- ¿Entonces
iremos?
- No creo
que sea una opción el no ir – dije - si
lo está organizando Jason seguramente estoy incluida por descontado.
Esa noche
tuve muchas pesadillas en medio del dolor que provocaban los pliegues de la
cama sobre mi piel. No tuve mas remedio que ponerme de pie e ir a solicitar
medidas desesperadas a los muchachos, con mucha pena les desperté y les pedí
que me guiaran ¿Cómo puedo eliminar la
energía de ella? Es molesta.
- César se
tallaba los ojos – Lo lograrás meditando.
- Meditemos
entonces, me senté en medio de mi
recamara dispuesta a hacerlo.
- No.
- ¿No?
Se miraron
entre ellos.
- Le
llamaremos a Atlas, lo necesitamos para
que te aferres a él y no te pierdas.
-
¿Recuerdas la última vez? Analizamos la situación y una conclusión es que
cuando meditas con él sus energías de alguna manera permanecen juntas, ahora
que son pareja, ese lazo será más fuerte.
- Pero es
muy noche.
- Entonces
verás cuanto es que realmente le importas – dijo Bruno tomando el teléfono y
realizando esa llamada.
Atlas llegó
en 15 minutos, usando únicamente una playera y un holgado pantalón.
- Debes
enfocar tu meditación a hablar con tu cuerpo, con tus células, armonizando tu
energía y eliminando toda aquella energía que no se encuentre vibrando en tu
misma frecuencia.
Comenzamos a
respirar profundamente y en menos de lo que esperaba ya me encontraba yo en ese
lugar familiar para mí. Vi aquel ojo de agua, todo era familiar, pero ahora una
forma blanca estaba de pie ahí, no era humana pero tampoco era monstruosa, era
muy borrosa.
- ¿Hola? –
dije – pero no recibí respuesta.
Si no estás
invitada, te pediré que te retires, éste es MI
lugar. Escuche una risita.
¿Eres la
loca de la casa?
¿Quieres que sea la loca de la casa?
Quiero
saber por qué estás aquí.
Estoy aquí porque me necesitas
Explícame
Siempre tan impaciente.
¿Qué es lo
que necesito de ti?
Recuéstate, solo recuéstate.
Lo hice y
la razón fue clara, si estaba ahí, era porque yo le había permitido el paso,
los muchachos no podían llegar hasta ahí entonces había una razón para que
aquello estuviera ahí.
Es correcto
¿Qué es
correcto?
Lo que piensas.
Puedes leer
mis pensamientos
Aquí, no existe el tiempo, el lugar, la forma como los
conoces, aquí todo es relativo. Recuéstate.
¿Qué harás?
Te ayudaré a eliminar la energía de ella.
No me
molestaré en preguntar cómo lo sabes – aquella forma rio.
Desperté
recostada en medio de mi cuarto, los muchachos estaban dormidos ahí también,
aun no era completamente la hora de levantarnos, pero mi reloj biológico estaba
funcionando a la perfección.
Recordé lo
que vi, lo que sentí y creo que…. Lo mejor será guardarlo para mí. Mi cuerpo ya
no dolía pero mi piel continuaba pareciéndose a la de un muerto en descomposición.
Ahí frente al espejo me pregunté si lo que recordaba sería real o sería un
juego de mi mente…
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