Wattpad

viernes, 15 de septiembre de 2017

H.1. Backdoor to Heaven Part 2.



Me gusta ésta relación, la cual en mi definición, es madura por su parte  y alocada por la mía.
Hemos tenido de todo durante las últimas semanas.
Él cocinó para mí,
Yo cociné para él.
Cocinamos juntos y desnudos, aunque si somos honestos aquel día los ingredientes terminaron esparcidos en el suelo y tuvimos que salir a comer… luego de una excitante sesión de sexo sobre la barra de la cocina.
Eso me fascinaba, sexo a todas horas, sexo sin límites, sexo en la cama, en el sofá, en el balcón, descubrí que tenía una parte exhibicionista que él alimentó, así como mi parte masoquista y mi parte vainilla también, en resumen todas los tipos de sexo los viví con él.
Su oficio quizás le brindaba ésta parte de la variedad, de tener algo distinto cada día, de esa  parte sí que me encuentro bien pero bien servida y … ¿Enamorada?
¡DIARIAMENTE¡
No hubo días de descanso ni en los días en los que yo supondría que podríamos descansar.
No, él se encargaba de poner todo, el ambiente e incluso el humor pero ¿Cómo resistirse a esa encantadora e irresistible sonrisa de niño bueno?
… y bueno, en cada una de esas ocasiones también esperé la temida propuesta.
Me torturaba, lo sé.
Cierto día salió dejando atrás el comentario de que estaría fuera un par de horas. Entonces puse de cabeza aquel lugar.
Me mataba la duda ¿Habría comprado un anillo nuevo? ¿Dónde habría escondido el anillo de la abuela?
Regresó mucho antes de lo previsto y encontró un lugar puesto patas arriba, como si un tornado acabase de pasar por ahí.
Fui descubierta en plena maniobra de búsqueda.
Se recargó sobre uno de sus hombros en el recuadro  de la puerta observando divertido.
- ¿Exactamente, que estás haciendo?
Hincada en el suelo, rebuscando en la parte más profunda de los cajones de la cómoda, le miré sin saber bien cómo responder o actuar.
- ¡¿Nada?! – exclamé con voz confusa y apenada.
Se acercó a mí, bajando la totalidad de su peso hasta sostenerlo  solo con las puntas de los pies.
- No lo encontrarás.
- No sé de lo que hablas.
Besó mi frente y me ofreció la mano para ponerme en pie, lo cual hice tras una breve dubitativa.
Me ayudó sin solicitarlo a poner en orden aquel lugar.
Me senté en uno de los sillones en la sala.
- ¡Me rindo! – Exclamé finalmente. ¡Me estoy volviendo loca!
Se sentó a mi lado, atrajo hacía él mis piernas, y escuchó todo lo que tenía yo por vociferar de manera paciente, mientras acariciaba mis piernas y pies.
- ¡Tú ganas! – dije finalmente.
Es verdad, tú eres más paciente y maduro que yo, no puedo con la incertidumbre…
El simplemente sonrió.
- Mantendré mi palabra Princess.
- ¡Nooooooooo! Lo quiero ya, quiero saber el desenlace de todo.
- Apuesto que puedo mantenerte distraída el suficiente tiempo para que dejes de pensar en ello. Deslizó al tiempo su mano por mi abdomen en peligrosa dirección hacia mis senos, acariciándolos un poco por encima del top que usaba ese día.
Sonreí, sabía lo que seguía, sin importar que mi respuesta fuera una negativa, su poder de convencimiento superaba mi determinación por negarme.
Y así fue, justamente, en unos momentos lo tenía encima de mí dedicándome una sesión intensa de besos, cerré los ojos y me dejé llevar, le desnudé sin embargo pues deseaba sentir su piel rozando con la mía.
Me encantaba el sabor de su boca, le pasé la mano por el cabello y le acerqué aún más hacía mí, él respondió de manera positiva.
Sus manos sostenían las mías por encima de mi cabeza ¡Diablos! Me derretía a cada movimiento.
Por un tiempo más extenso de lo que pensé me besó hasta que pedí una tregua literalmente.
- ¿Estas rindiéndote tan pronto?
Sonreí.
- No he sacado aún mi bandera blanca, pero si necesito de un respiro.
En un solo movimiento me colocó boca abajo y entonces recibí  una serie de besos y pequeñas mordidas a lo largo de la espalda, las cuales me hacían brincar en cada ocasión, pues ¡Cosquillas! tengo munchas en aquella zona.
Llegó a mis glúteos e hizo lo mismo, una de sus manos me mantenía en mi posición, empujando suavemente hacia abajo, durante el tiempo que hábilmente me despojaba de mi ropa y continuaba trabajando su boca sobre mi piel.
Y en aquella posición subió mis caderas de manera que su boca pudiera tener acceso libremente a mi sexo a fin de brindarme un intenso placer oral que no tuve oportunidad siquiera de rechazar, mi humedad resultó más que abundante, podía sentir como se deslizaban por mis muslos su saliva y mis propios fluidos, el mantenía aprisionadas mis caderas y su rostro profundamente sumergido entre mis piernas.
¡Era tan vergonzoso y excitante al mismo tiempo!
Estaba tan profundamente entregada a aquel placer que ignoré todo aquello hasta que obtuve de manera ruidosa mi propio placer. Recuerdo haber mordido el cojín más cercano y enterrado mi rostro en el mismo, al tiempo que gruñí, grité y lloré, todo al mismo tiempo.
Él sonreía complacido.
Éste era un tema al que siempre le tuve miedo y hasta ahora había logrado esquivar satisfactoriamente, hoy me complace haber sido abordada de manera que no pude siquiera rechazarle.
No quería siquiera que me tocara, todo mi cuerpo estaba electrizado, al mínimo contacto mi cuerpo generaba intensas sensaciones que solo puedo definir como oleadas de placer.
            Pero él no se detuvo, dejé de ser consciente de mí en algún punto al ser las sensaciones tan intensas.
            ¡Dioses y Demonios!
            Quedé en aquel lugar sin moverme por largo rato, sin dejar que él me tocara siquiera, pues me encontraba muy cerca de ingresar finalmente al Nirvana.


            Del otro lado del mundo
           
            Ramsés caminaba de un lado al otro en mi recámara, completamente concentrado y repasando sobre nuestros pasos, eso lo había heredado de él, de ese Aries que actualmente no sé si amoamo u odio.
            Mis predicciones fueron correctas, mi computadora y dispositivos móviles fueron despedazados y enviados a recuperación, la casa de Kevin fue invadida también. Atlas ha realizado mas visitas de las que me hubiese gustado que hicieran y los muchachos se han distribuido a lo largo del mundo buscándome.
            ¿Cómo sé esto?
            ¡Así como ellos desarrollan poderes día a día, lo hago yo también!
            Lograron relacionarme con Laura y eso ha puesto en peligro todo mi plan, conozco a Atlas y puede llegar a ser muy persuasivo, eso me llena de celos ¡Dioses y Demonios!.
            No tengo calidad moral para celar a Atlas, no después de todo lo que he vivo las últimas semanas, y si hablamos de eso en estricta teoría siempre le fui infiel.
            ¡Ese era un pensamiento que no quería rondando por mi cabeza!
            No tengo perdón, lo sé. El trillizo Rubio, mi nuevo acompañante, Kevin.. y aún así el continúa profesándome…
            En fin, después de que acepte la propuesta, porque lo haré, ellos no podrán hacer nada, habré unido mi vida a una persona “normal” y no quedará mas remedio que olvidar.
            En mi mente aquello resultaba mas que sencillo, incluso tenía yo todas las respuestas a las preguntas que se pudieran presentar, pero lo cierto era que solo tenía mi parte de la historia y ellos eran una total y completa sorpresa.
            ¡Dioses y Demonios!
            Esta era la parte menos divertida de andar huyendo.
            … Espera….
            ¡Puedo ver a Ramsés!          
            Me ha localizado…
            ¿Pero como?
            - ¿BB? – pregunta al viento…
            Permanezco impasible sabiendo que soy como un hombre invisible rondando aquella  habitación, en un plano que no debería ser visible o detectable para él.
            Voltea para todos lados e incluso para arriba, puedo ver como se encuentra analizando todo lo que  está en la habitación, buscando y en estado de alerta.
            De un momento a otro abre los brazos y  lanza su energía tocando apenas el campo donde yo estaba.
            - Sé que estás ahí.
            Carcajeaba fuertemente.
            - Te estás haciendo cada vez más fuerte, como una advertencia diré que nosotros también estamos incrementando nuestra fuerza, solo es cuestión de tiempo… corre y escóndete pequeña, pues lo que has vivido hasta ahora con nosotros será cosa de juego, lo que vivirás cuando te encuentre será como…
            ¡No estaba dispuesta a seguir escuchando sus amenazas!
            En seco y de la nada cerré toda mi energía.
            Ésta vez me acerqué demasiado, ésta vez casi me descubren, casi me atrapan. Estoy jugando con fuego… Otra vez.

CONTINUARÁ...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario