Al
mismo tiempo recordé como es que unos meses después de haber sido víctima de
los escandalosos índices de robo con violencia en esta ciudad, viví algunas
semanas en total encierro, sin el valor o la voluntad de salir a ningún lado,
mi papá me invitó a tomar las riendas del asunto pues me encontraba llena de
miedos, inseguridades y con inicios de una crisis de paranoia, toma las riendas
de tu vida nuevamente e inscríbete a clases de defensa personal o algo que te
haga sentir segura me dijo, no puedes vivir el resto de tu vida recluida en tu
casa sin salir a ningún lado, sabía de antemano que él tenía razón, no criaron
a una hija débil o sin voluntad para afrontar los desafíos de ésta vida, así
que elegí la opción de Defensa Personal (aunque yo hubiese deseado algo más
letal como Krav Maga), afortunadamente encontré un lugar ubicado entre el
trayecto que debo tomar del trabajo a mi casa el cual se acomodaba a mi
presupuesto y horarios, de esas situaciones que simplemente se acomodan como
por arte de magia en tu vida y aquí estoy, meses después con mi nivel de
confianza al 200% y las capacidades de derribar a mi oponente desarrolladas
casi en su totalidad, me entregué apasionadamente a mi entrenamiento, mi instructor al igual que mi papá están
satisfechos con mi desarrollo, sin embargo hicieron hincapié en algo, si te
topas con un arma de fuego, es mil veces mejor entregar tus pertenencias a
entregar tu vida.
Y
así fue como a base de golpes literalmente, recobré mi autoconfianza de andar
por las calles nuevamente, evitar pensar que cada transeúnte era un malvado
asaltante que me atacaría a cada instante y lo cambié por la confianza de saber
que podía neutralizarlos en caso de ser necesario. Nuevamente podía salir a la
calle sintiéndome libre, por lo que era momento de celebrar.
Contrario
a lo que cualquiera pudiera pensar mi manera de celebrar dista mucho de una
noche de copas, pues no estoy a favor del consumo de alcohol y mi postura en
contra del tabaco es aún más estricta, mi manera de celebrar es con una taza
gigante de buen café licuado con una cucharadita de aceite de coco orgánico,
crema batida encima, trocitos de chocolate y un trozo gigante de pastel Alemán,
así que un sábado cualquiera, una tarde cualquiera, salí a celebrar conmigo
misma, en mi cafetería local favorita de
donde ya soy una cliente regular y de
gustos predecibles, por lo que al verme
entrar al lugar, de inmediato comienzan a preparar mi orden, tomé asiento en mi
lugar favorito, muchas cosas me gustan de ese pequeño local: Su aire familiar,
la amabilidad de las personas que lo atienden, los ingredientes que utilizan
son enteramente locales además de promover el consumo local, el lugar es
privado en sí, sus pasteles caseros y frescos,
algo de lo que más amo es que todas sus tazas son diferentes, pareciera
que asisten a mercados de pulgas a comprarlas, las tienen exhibidas tras el
mostrador y puedes elegir cual usarás en cada ocasión, como dije antes, soy
cliente frecuente, conocen a la perfección
cuál es la taza de mi gusto ( una taza enooorme color blanco con pequeños corazones rojos en
el exterior, por dentro es color rojo completamente y el asa forma un corazón)
desafortunadamente no tienen el plato que le hace juego, pero aun así la adoro,
mi lugar favorito es algo sencillo, un pequeño rincón en la parte trasera del
local, junto a la puerta, el cual proporciona visibilidad total a su pequeño
jardín, me detengo a pensar cada vez, cuanto tiempo le dedicarán a aquel
pequeño paraíso, y sobre todo quien será la mano que lo cuida, nunca lo he
preguntado, algo de lo que admiro son las hortensias en uno de los lados del
jardín y la lavanda que queda justo enfrente, quizás sea el color lo que me
atrapa , pues es mi color favorito, no lo sé. Disfruto imaginando lo que sería
pasar el día ahí leyendo y aspirando ese delicioso aroma, y justo me encontraba
con ese pensamiento cuando observé un pedazo de papel tirado en aquel jardín,
no es algo usual pues lo mantienen impecable, por lo que me levanté a retirarlo de ahí, era una hoja de
papel en blanco, lo puse encima de mi mesa, ya habían dejado ahí mi orden,
cuando di el primer sorbo pude observar en el papel que aparecían letras , al
principio se veían tenuemente pintadas como si estuvieran escritas con lápiz
muy suavemente, creí que mi mente me estaba jugando una broma, vamos pensé,
quizás ya las tenía ahí y no las pude distinguir porque vi muy rápido el papel,
sin embargo entre más lo veía y atención le prestaba, más nítidamente podía apreciar las letras y un
pequeño mapa se comenzaba a dibujar
debajo de ellas, le di un gran bocado a mi pastel mientras lo disfrutaba, me
concentré en ver lo que ese papel señalaba, pareciera como algún tipo de papel
mágico, quizás un "mapa del merodeador" como Harry Potter, pero eso
sería imposible, en mi mundo tal cosa se remite a simple fantasía. Reconozco
que la curiosidad me llamó a prestarle más atención a cada momento hasta que me
fue posible distinguir completamente el mensaje: " Gran Torneo de
selección, se llevará a cabo el día XX del mes XXX, si estás dispuesto a tomar
el reto de llevar tus habilidades físicas y energéticas al máximo, asiste a tomar ésta prueba, solo los más aptos podrán
quedarse con nosotros", se mostraba un mapa que trazaba la ruta hacia
ninguna parte a las afueras de la ciudad, y junto al mapa decía "entrégame
a la entrada". No le di mucha importancia al inicio y me concentré en mi
celebración de ese día, solo que ese pensamiento no abandonó mi mente.
Es
una buena oportunidad, me dijo mi ego, para probarte a ti misma y ver realmente
tu verdadero límite físico, pero energético ¿a qué se refería?, suena tentador
en cualquiera de sus formas. La prueba es el día de mañana me dije, no es una
casualidad haberla encontrado en este lugar, éste día, pagué la cuenta y me
retiré de ahí, camine inmersa en mis pensamientos con el papel dentro de mi
bolso del pantalón, Quizás solo lo imaginé, me dije a mi misma, me detuve a
comprobarlo, pero toda la información continuaba ahí, incluso me inclinaba a
pensar en que estaba más intenso que anteriormente. Antes de irme a dormir ese
día había tomado mi decisión, acudiría a esa prueba, finalmente lo peor que
podría pasar es que simplemente no lograra "superar" la prueba y no
ser seleccionada, mi mente imaginó muchas cosas.
Como
siempre mi carril de pensamientos me había desviado de mi pregunta inicial ¿Qué
diablos haces aquí?.
Probablemente
tengo una crisis de inicio de los 20´s, creo que me puedo comer el mundo dado
mis nuevas habilidades de pelea adquiridas, me pareció que éste torneo es la
ventana adecuada para ponerme a prueba y adquirir un poco más de autoconfianza,
había encontrado la propuesta adecuada a mis necesidades, un "Torneo de
selección" donde se pondrían a prueba mis capacidades físicas estilo un
triatlón, según pude entender, además de una prueba "energética", de
esto último no tenía aun mucha claridad sin embargo aquí estaba yo.
Lo
que no te mata te hace más fuerte, me dije a mi misma, lo que buscaba era algo nuevo, algo
interesante, algo de adrenalina tal vez, es mi tendencia auto-suicida que
me ataca de vez en vez cuando me encuentro deprimida.
Me
decidí abrir la puerta de aquel lugar, por fuera no mostraba nada fuera de lo
común, las puertas eran enormes, del tipo de la entrada de Jurassic Park, y
justo cuando entré un par de hombres altos, fornidos y serios posaron sus ojos
en mí. Busqué en la bolsa trasera de mi pantalón y saqué el folleto que me
encontré el día de ayer y se lo entregué a uno de los sujetos que custodiaban
la puerta atendiendo la instrucción escrita ahí, al mismo tiempo le cuestioné
donde podría anotarme, ninguno de los dos respondió nada y se miraron por unos
instantes. Uno de ellos me arrebató el papel, preguntando no de muy buena
manera de donde lo había obtenido. Le respondí de una manera más calmada de lo
que esperé, limitándome a comentar que lo encontré en una cafetería.
Esta
convocatoria no es para ti dijo el otro, será mejor que regreses ese trasero
tuyo por el lugar por donde llegaste.
Quiero
hablar con el encargado, exigí y ciertamente necesito argumentos más
convincentes referentes al por que no puedo hacerlo, una simple negativa no es
suficiente, estoy segura de que cubro los requisitos.
Ellos soltaron una
carcajada e hicieron una llamada. Preguntaron por mi nombre para proporcionarlo
a la persona que estaba en la línea, esperaron, aparentemente los canalizaron
con alguien más, esperaron nuevamente…. Y lo mismo se repitió al menos un par
de veces más, hasta que finalmente colgó. Casi al instante atravesaron la
puerta 4 señores que de acuerdo a mis cálculos estarían entre los 35 y 40 años, su apariencia es la de esas
personas que te hacen creer que los mejor de ti viene con los años, todos ellos
imponentes de por sí, con una seguridad avasalladora, físicamente cada uno
poseía rasgos únicos sin embargo, todos se veían atléticos, los músculos se les
marcaban bajo la ropa. Uno de ellos se acercó a dar instrucciones de que
anotaran mi nombre y me dejasen pasar, nosotros nos encargaremos desde aquí,
señalaron.
Mi
nombre es Mario, se presentó uno de ellos, él tiene la piel trigueña y ojos
negros, las pruebas están por terminar,
espero que no te importe tomarlas sola, pues el último contingente, ya se
encuentra avanzado. Me encogí de hombros,
respondiendo que estaba bien para mí de esa manera, honestamente me
sentí un poco intimidada pero al mismo tiempo me sentí como en casa. No dijeron
nada más, y me condujeron por el lugar para comenzar a tomar mi prueba. Nada
parecía diferente, pero sin duda alguna lo era, comenzaremos validando tu
resistencia, la prueba consistía en correr por un camino que me señalaron,
parecía un parque, registraremos el tiempo en que lo haces y la condición a tu
llegada, sonó bastante simple cuando escuché la instrucción, finalmente parte
del entrenamiento de defensa personal, incluía correr sobre una banda en el
GYM, después de 10 minutos maldije en todas las lenguas conocidas a mi
entrenador, pues esto no era nada parecido, correr al aire libre es muy
diferente, el camino además de que no es plano tiene elevaciones que requieren
que me esfuerce al máximo, cuando ya llevaba 40 minutos y mi alma quería
desprenderse de mi cuerpo la idea de desistir comenzaba a rondar mi mente, pero
decidí que no era una opción, por lo que opté por bloquear mi mente y
concentrarme en mis pasos, uno a la vez me dije, esto tendría que terminar en
algún momento, y sí, efectivamente terminó casi 2 horas después, cabe mencionar
que llegué en un deplorable y penoso estado, pero llegué. Ellos me recibieron
con una botella de una bebida deportiva, la cual agradecí infinitamente.
Una
parte de mí se sentía realmente devastada por que mi desempeño fue muy pobre lo
sabía incluso yo, no esperé honestamente que me dejasen continuar con la prueba
debido a esto e inclusive me mentalicé a recibir la noticia para no deprimirme
innecesariamente, al fin y al cabo solo era un gusto personal el hacerlo, me
dije.
Me
pidieron que les indicara cuando estuviera lista para continuar con la prueba,
mi corazón se emocionó, pues aún estaba en la jugada, reamente no tenía la
claridad suficiente de hacia donde realmente me dirigía, pero es la naturaleza
del ser humano el querer ganar, ¿cierto?.
La
prueba continuó con una serie de series de abdominales, lagartijas,
sentadillas, saltos, etc. al igual que la prueba anterior, puedo decir que
llegué al final solo con mi orgullo como motor, pero las fuerzas de mi cuerpo
las dejé probablemente al minuto 15 de ésta prueba. Abandoné cualquier
esperanza que tenía de ser seleccionada, haz lo mejor me dije, es una suerte
que estés tomando la prueba tu sola, así ellos serán los únicos testigos. Al
final de la prueba no podía mover un pelo de mi cuerpo, ¡una carretilla por
favor! ¡que alguien me cargue y me lleve a mi cama!, necesito un mes de
descanso, esos fueron los pensamientos que mi mente gritaba sin cesar.
Se
acercaron a mí formando un círculo a mi alrededor, uno de ellos de quién hasta
este punto desconocía su nombre, era poseedor de unos ojos color verde, un
tono que nunca antes había visto, me
pregunté si sería extranjero, solo que su español era perfecto, difícil decir
si provenía de algún lugar fuera de aquí, me indicó que teníamos aún una prueba
pendiente, preguntando de una manera amable
si quería continuar. ¡Claro!
Exclamé sin dudarlo, había llegado hasta aquí haciendo el mejor de mis
esfuerzos para desistir en este punto. Me dio la mano para poderme poner de
pie, los seguí lo mejor que pude, pude percatarme que ellos son altos, calculo
quizás entre el 1.80 y 2 mts, todos ellos anduvieron a toda prisa, como dije,
hice mi mejor esfuerzo para seguirlos.
Bienvenida
a la puebla final me indicó el más alto, su voz era gruesa, al tiempo abrió una
puerta la cual daba acceso hacia un salón, que tenía más apariencia de bodega,
ahí había lo que parecía ser una especie
de peleas callejeras.
Al
tiempo que caminábamos entre la multitud observé pequeños grupos de gente
rodeando un par de muchachos peleando, a primera vista vi que algunos de ellos
les salía luz de las manos, derribando a sus contrincantes por completo en
algunos casos, a mi mente llegaron las palabras " Prueba Energética".
En ese momento me dije a mi misma, que no había pensado bien esto, digo, era
muy buena en defensa personal, sin embargo esto, no era precisamente ejercicio
aeróbico, estos chicos se estaban dando con todo, y fue justo en ese momento
cuando me di cuenta de que no había otra mujer ahí. Mi abuela
siempre ha dicho " A rajarse a su pueblo" y yo había llegado
muy lejos para echarme hacia atrás, lo peor sería que me dieran las gracias y
me largara de ahí. Uno de los personajes que hasta ese momento me habían
escoltado durante todo el trayecto, el que tenía el look de motociclista
empedernido, no podía decirlo que lo
fuera solo que su look de chamarra de cuero me hizo pensar eso, se acercó a uno
de los chicos ahí presentes, comentando
con él algunas cosas, el chico movió la cabeza de lado a lado un par de veces y
levantó los brazos en otras ocasiones más, él por su parte comenzó a hablarle
en un tono más fuerte, podía adivinarlo por su lenguaje corporal, con su dedo
índice le dio varios golpes en el pecho y después caminaron juntos hacia donde
yo estaba, mi corazón comenzó a latir rápidamente desde ese momento comprendí
que el sería la persona con quien yo tendría que pelear.
El
atractivo visual de mi contrincante es simplemente una delicia, para una mujer
que mide 1.80 mts no es fácil que alguien la rebase en estatura, él fácilmente me rebasaba por al menos 20
cms. Mi descripción de él sería simplemente: sexy, musculoso, moreno, de
cabello largo y rizado, ojos azul profundo, ¿mencioné ya lo sexy que luce?
además de que se presentó ante mí con un pantalón negro holgado, que únicamente
ceñía su cintura con el elástico, damn fucking hot!, su parte superior
completamente descubierta, quise con todas mis fuerzas esconder mi cara de
delicia, pero simplemente le miré como niña tonta y sin duda alguna todos los
ahí presentes los notaron.
Debes
estar bromeando dijo él, no esperarás que yo peleé con ella, simplemente no
golpeo mujeres.
Antes
de que nadie pudiera decir nada, di un paso al frente y le dije mirándole
directamente a los ojos:" Quizás realmente lo que tienes es miedo de que
una mujer te de la paliza de tu vida". Crucé mis brazos y esperé su
respuesta. Una serie de abucheos se escucharon al rededor. Quizás no medí bien
mis palabras y como era mi costumbre,
respondí anteponiendo mi corazón a mi cerebro. Los peculiares personajes que me
escoltaban, no pudieron evitar el reírse sonoramente.
Se
giró e intercambió una mirada con el personaje que habló antes con él, ambos
abrieron un poco más los ojos como en señal de asombro y segundos después
hicieron una mueca que interpreto como de interés. Nuevamente giró para quedar
frente a mí, me miró fijamente por unos momentos, sentí como si estuviese
buscando algo dentro de mis ojos, desconozco si lo encontró o no, lo único que
sé es que respondió en un tono muy casual - Si esto es lo que buscas, adelante,
me dijo, peleemos.
Vamos
"Atlas" gritó uno de los
presentes, no le temas.
Me
concentré al máximo, mis movimientos fueron imitados a la perfección de alguna
película que recordé en mi mente referente de cómo se preparaban para una
pelea, lograron impresionar a los presentes, incluso mi contrincante, levantó
una ceja, él se tomó su tiempo para evaluar mis movimientos, me seguía con la
mirada.
Intenté
ponerle un golpe, él por supuesto respondió evadiendo exitosamente mi fallido
intento de golpearle, y al mismo tiempo el lanzó un golpe con una velocidad que
no había visto antes en ninguno de mis entrenamientos, me inclino a pensar solo utilizó el mínimo de
fuerza pues lucía muy relajado y aun así me envió al suelo inmediatamente, por
mi parte me puse de pie casi al
instante, los ojos se me llenaron de lágrimas, el golpe había sido certero
directo a mi rostro, nuevamente imité
movimientos y posturas en mi mente sin ningún éxito, ya que en esta ocasión sus
manos se encendieron y salieron algo que puedo definir como "aros de
energía" mismos que impactaron en mi cuerpo derribándome de espaldas y
sacando el aire de mi cuerpo completamente, quedé impactada por todo lo
sucedido. Mi ego y orgullo estaban derrotados y por instinto sin mencionar
orgullo personal intenté ponerme de pie para continuar con aquella masacre a la
cual me entregué voluntariamente. En ese momento el señor de ojos verdes detuvo
la pelea. Mi contrincante, me miró directo a los ojos, e intenté descifrar sus
pensamientos pero no pude, me dedicó una mirada sin expresión, ahí tirada yo en
el suelo, le mire hacia arriba, él estaba de perfil, acomodándose los vendajes
que envolvían sus manos, no me dirigió ni una sola palabra.
No
has peleado antes, ¿cierto?, preguntó el personaje que detuvo la pelea.
¿Tan
obvio es? - Pregunté
Él me
extendió la mano para ayudarme a ponerme en pie.
El
chico musculoso, me miró con cierto recelo, ¿ sin experiencia en las peleas
he?, es inaudito le dirigió estas palabras al tipo con la chamarra de cuero, se
acercó a él intercambiaron algunas palabras que aparentemente lo enfurecieron y
salió de ahí dando tumbos entre la gente. No miró atrás. Para mí aunque
dolorosa la experiencia fue muy interesante.
Mis
anfitriones me guiaron hasta a una pequeña oficina, en el trayecto mi
pensamiento estaba enfocado a cómo es que explicaría mis moretones en casa,
ahora sí que iba a tener que dar grandes explicaciones, aun cuando se habían
habituado a ellos por mis entrenamientos, esa mañana había salido sin ninguna
marca en mi rostro.
Comencé
a ponerme nerviosa, pues era una habitación cerrada sin ventanas, como una sala
de interrogación, sin embargo tenía la apariencia de una oficina.
Me
ofrecieron un vaso de agua y me pidieron que tomara asiento. Mario
me pidió que le detallara como es que tenía aquel volante.
Comienzo
a pensar que estoy metida en un lío, le expresé
Todo
dependerá de los próximos minutos, eso me preocupó.
Saben,
dije al momento que me ponía de pie. Quisiera retirarme.
Ellos
rieron, no temas, dijo el que tenía aspecto de motociclista, permíteme sanar al
menos tus heridas, dijo al tiempo que señalaba el lugar donde mi rostro había
sido impactado por el puño de Atlas… Pude ver que de su mano comenzaba a emanar
una especie de luz, lo cual me por supuesto me aterró de inicio pero al mismo tiempo causó mucha curiosidad
en mí.
Wow!,
energía pura, dije casi sin pensarlo.
Observé
como su mano se acercaba a mi rostro, y donde antes estaba dolorido, ahora la
sensación era de placidez total.
Ya
no tendrás que dar explicaciones de esto al menos, dijo.
Muéstrame
nuevamente lo que hiciste, dije embelesada e hipnotizada.
Ellos
rieron por lo bajo.
Señorita,
antes que otra cosa nos interesa que nos detalles como es que llegó a tus manos
ésta invitación, ahora él sostenía el papel en sus manos.
Les
detalle la historia de lo que había sucedido el día anterior, el cómo las
letras se revelaron después de que levanté el papel del suelo, quizás les
parezca una locura, pero pensé que quizás sería una "señal".
Se
miraron entre ellos.
Espero no
haber roto ninguna regla y estar en serios problemas, dije.
Permíteme
presentarme, dijo el caballero de ojos verdes, mi nombre es César, estas aquí porque eres un inusual caso que
pensamos que jamás veríamos. Lo cierto es que no estás loca o algo por el
estilo, para tus ojos el papel debió haber estado en blanco, sin embargo
tu viste más allá de cualquier tipo de energía que ahí estuviera impresa. La
selección de hoy, estaba enfocada a personas con energías diferentes, no fue
una señal, es algo destinado a ser. Intencionalmente te solicitamos hacer la
prueba a solas pues tuvimos tiempo de analizarte, ciertamente no cuentas con
aptitudes físicas para seguirnos el paso, pero cuentas con la voluntad para
llegar hasta el fin.
¿Es
por eso que estuvieron junto a mi todo este tiempo? Interrumpí
Es
correcto, comentó el tipo con la chamarra de cuero , puedes llamarme Jason.
Nos
resultas intrigante al tiempo que quisiéramos poder ser quienes desarrollemos
tu potencial, la cuestión es si tu quisieras entrenar con nosotros, quisiéramos
saber que opines acerca de lo que has visto hasta ahora.
Que
sería genial poder hacer lo que ustedes hacen, eso de la energía... dije
señalado su mano.
Bien,
entonces creo que vamos por buen camino, señaló Mario.
Seremos
claros y directos.
Esa
invitación no estaba destinada para ti, sin embargo no creemos en las
coincidencias, la tienes por alguna razón, la invitación estaba destinada a
probar algunas aptitudes físicas y mentales en personas que poseen la energía
para manejarlas y tú aparentemente
cuentas con esas aptitudes de
manera natural.
Debes
saber que todos aquí somos huérfanos, por lo que tenemos un 100% de dedicación al programa, y en tu caso
tendrías que despedirte de tu familia si aceptas ingresar con nosotros. ¿Qué te
ofrecemos? El dominio total y completo de tu energía. No te
puedo garantizar lo que harás, pues la energía y capacidades
varían de persona a persona. Eres especial sin duda y nos sentiríamos
honrados de que aceptaras entrenar con nosotros. No es ni será sencillo, posiblemente sientas
más dolor del que nunca has sentido, quizás llores más de lo que has llorado en
tu vida, ciertamente serás golpeada y puesta a prueba, pero te aseguro que será
una aventura de vida. Exigimos disciplina y obediencia, pero al mismo tiempo te
ofrecemos nuestra protección y un mundo de posibilidades. Tenemos cero
tolerancia hacia algunas cuestiones que definiremos una vez que aceptes. Te
conduciremos a descubrir el máximo de tu potencial de tus capacidades físicas y
mentales. Esto toma un promedio de 5 años, honestamente esperamos que en
tu caso sea menor, algunos de nuestros voluntarios llevan aquí algún tiempo
como Atlas por ejemplo y ellos ya comienzan a desarrollar éstas cualidades.
Debes saber que puedes desertar en cualquier momento, pero todos tus recuerdos
de esta vida se eliminarán de tu mente. Puedes continuar con tu vida, pero solo
después de asegurarnos que cuentas con la capacidad para equilibrar ambas partes.
Serás evaluada dura e imparcialmente, por cada uno de nosotros.
Solo
que hay algo que debes saber, nunca antes se ha aceptado a una mujer aquí,
serás la primera y nuestra líder se encuentra muy inconforme pues encontramos
el espacio en blanco en la ley que nos permitirá ser tus tutores, pues en
condiciones normales, solo puedes tener un tutor, pero en este caso seríamos 5
los que estaríamos encargados de ti.
Yo
solo veo a 4 de ustedes, acaso es que el último de ustedes es invisible, no me
sorprendería con todo lo que he visto ya.
Se
miraron entre sí, antes de responder tu pregunta necesitamos saber si aceptas
nuestra propuesta, queremos mantener todo lo más transparente para ti.
Sospechoso
pensé.
Ustedes
me han mostrado algo que no esperaba encontrar en esta prueba, resulta
interesante e inquietante saber que todo esto es posible, Dios sabe que hubiese
aceptado su propuesta con los ojos cerrados y sin pensarlo, solo que uno de sus
requisitos no podré cumplirlo, no puedo dejar atrás a mi familia, ellos lo son
todo para mí.
Excelente
respuesta Bintanat, exclamó César dando un golpe en la mesa al tiempo.
Justo
en ese momento se despertaron mis alarmas y me puse de pie con la clara
intención de salir huyendo de ahí.
CONTINUARÁ
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