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viernes, 25 de marzo de 2016

3. Pruébame, bésame, pídeme que sea tuyo... Lo seré.


Abrí el correo, me había enviado una foto de él sosteniendo la caja de la muñeca, al pie de la mismo se leían las siguientes líneas :

" Detesto perder, poseo los medios y los recursos, soy el ganador absoluto, estoy , ansioso por cobrar mi recompensa, nos vemos a la hora pactada, sé puntual".

Sentí un vuelco en el estómago, ¿cómo podía ser aquello posible?, recorrí todas las tiendas de la ciudad en busca de aquel regalo, incluso busqué en la red y nada. ¿Cómo podía ser aquello posible?.

El tiempo pasó muy rápido y honestamente mi nivel de nerviosismo se encontraba proporcionalmente en aumento ¿Qué sucedería ahora?.

Bajé a la hora indicada y él estaba frente al edificio recargado en su coche, sostenía el regalo, el cual se encontraba dentro de una bolsa destinada para esos fines, me atrevo a asegurar que fue arreglado por un experto. Él, sencillamente esbozaba una sonrisa que derretiría a cualquiera solo de verla, o quizás solo me derretía a mi...

No sabía ni como comenzar la plática y él simplemente me estiró su brazo con el regalo.

Espero que sea real - dije.

Señorita patea traseros ¿está dispuesta  asumir su  parte en esta apuesta? ahora haremos esto a mi manera, dijo, ¿puede ahora subir al coche por favor?  abrió la puerta para mí.

Es impresionante - dije, debo de  reconocerlo, quiero saber ¿Cómo diablos  lo lograste?

Es secreto de estado - dijo, cuento con los medios y los recursos, ¿recuerdas?

Sin duda hará muy feliz a mi Hermana, dije.

Y tú, ¿estas feliz? - Preguntó

Parcialmente feliz,- reconocí.

¿Sólo parcialmente?

Estoy feliz pues sé que mi hermana se volverá loca de alegría y al mismo tiempo estoy molesta pues no gané y a mí tampoco me gusta perder -  Dije esto tratando de ocultar la desilusión de haber perdido, pero no era el hecho de lo que él ganó lo que me entristecía, lo que me tenía así era el hecho de que al perder se había esfumado la posibilidad de que fuera mi pareja en mi baile de graduación, llevar a alguien tan endemoniadamente guapo, sin enfatizar la presencia que tenía... hubiese sido genial. Pero esto es la VIDA y no me queda más que continuar viviendo con las decisiones tomadas.

El no pudo evitar su gran sonrisa al responder: yo siempre apuesto a ganar.

Soy una mujer de palabra -  dije,  instrúyeme ¿qué sigue?

Sigue que, te haré cumplir cada parte del trato pequeña señorita puedo patearte el trasero, y lo disfrutaré mucho será tu castigo por haber huido de mí, como dije tienes toda mi atención y ahora que no podrás cuestionar mis  instrucciones todo será mucho más sencillo.

Podía notar solo con verle que esta situación lo complacía, era sin duda un hombre que disfrutaba este juego, perseguir, cazar, ganar, él cree que soy una indefensa presa, pero no lo soy ¿o sí?.

Eso quisieras - le dije, solo que debes recordar que en tu propia definición soy toda una rebelde, le sonreí.

Será interesante -  dijo, no puedo esperar a que aceptes la propuesta de los muchachos para poder llevar esto a otro nivel.
Ahora él tenía mi atención, ¿Otro nivel? ¿A qué te refieres?
Lo entenderás todo a su debido momento, no desesperes.

La paciencia no es una de mis virtudes - reconocí algo apenada. Él simplemente sonrió, al ver que no revelaría nada mas de información deje el asunto de lado.

Dado que ahora algunas cosas han cambiado, supongo que continua en pie la propuesta de ser mi transporte el día sábado.

Hizo un movimiento afirmativo con su cabeza, pasaré por ti en punto de las  9AM para llevarte a desayunar y de ahí te llevaré con los muchachos, recuerda ser puntual.

Puntual, ¿estás obsesionado con ello? Haces mucho énfasis en ese punto cada vez.

Se limitó a hacer un pequeño gesto ante mi comentario.

Referente al desayuno, te confirmo que mi presupuesto es limitado, ¿será mucho pedir si podemos ir a un lugar al que pueda pagar?

¿Debo recordarte mis condiciones? -dijo.

Las recuerdo perfecto, dije en tono triunfal, no puedo rechazar ninguna invitación, propuesta o regalo que decidas hacerme, además de que las cosas se harán a tu manera, lo  que no aclaramos fue el punto de pagar cuentas, reí un poco por lo bajo, así que eso aún queda libre y puedo ocupar ese espacio en blanco, dije haciendo el movimiento  de comillas con mis manos.

Bueno, señorita puedo patearte el trasero, si de ocupar espacios en blanco se trata, señalemos un gran espacio en blanco que nunca discutiste, ¿ Cómo es que yo hago las cosas? Así es como yo hago las cosas: yo decido el lugar, yo pago.

No llegaremos  ningún lado nuevamente - dije, dejémoslo por el momento.

Ahora es tu turno de darme indicaciones para llegar a tu destino - me solicitó.

Sabes, sé que es mucho pedir, no quiero que me vean llegar en tu coche, no aún, puedes por favor dejarme en la esquina de mi casa y poniendo ojos de cachorro lastimero de dije al tiempo que juntaba mis manos en señal de súplica,  por favor, por favor, por favor…

Estacionó el coche en la esquina de mi casa, sin embargo no retiró el seguro de las puertas.

Bueno señorita puedo patearte el trasero, estaré violando la instrucción de Mario, sin embargo si me presentas alguna opción que  me convenga puedo pasarla por alto, así que… ¿Estas dispuesta a negociar?

Estás loco exclamé, alguien puede reconocerme, apresúrate a abrir la  puerta, miré fuera del carro a través de los cristales, y me deslicé un poco hacía abajo en el asiento.

¿Acaso te avergüenzo?, hizo la pregunta de manera repentina, sin embargo sonó muy sincera.

Le miré a los ojos diciendo no , no es eso, dije rápidamente, lo que sucede es que  no quiero dar explicaciones.

Entonces apresúrate a negociar, que puedo obtener a cambio de que acceda a dejarte en este lugar y no en la puerta de tu casa como es mi deseo.

¿Qué quieres? le pregunté en un arrebato de poca cordura, al tiempo que miraba por la ventana hacia afuera vigilando en caso de que viniera algún conocido para  esconderme lo más que pudiera en aquel deportivo, lo cual suena irrisorio para mi mente, pues para mi tamaño sería un acto de magia esconderme en aquel coche.

Un beso, quiero un beso - dijo al tiempo que me veía a los ojos, su rosto estaba tranquilo así como todo él, las palabras fluyeron tranquilamente a través de sus labios, no mostró alguna emoción por aquella frase.

Me dejó boquiabierta aquella petición. Al instante respondí con una negativa, un beso es un acto de amor puro, y no veo que salgan corazones entre tú y yo, pídeme otra cosa.

No quiero otra cosa, dijo, pero si es algo que no me puedes dar lo mejor será dejarte justo frente a tu casa, comenzó a reacomodarse en su asiento para encender el coche.

No, no, cielos, está bien, grité, pero cierra los ojos.

Cerró los ojos, y le di un pequeño beso en la mejilla, lo que provocó una gran carcajada de su parte.

No puedo decir que no cumpliste tu parte pequeña rebelde, sonrió.

Se bajó del coche y me abrió la puerta, nos vemos aquí  mañana 6.30.

No estoy de acuerdo, pero aquí estaré -confirmé

Se puntual, me recordó.

Claro dije con una sonrisa de oreja a oreja, disfrutando en mi mente y en secreto lo que estaba por hacer, introduje la mano en mi bolso, me despido - dije, pero antes tengo algo para ti, le entregué un sobre con el dinero, desde que no quiso compartirme el total del regalo tuve que sacar mis mejores dotes de adivinación y hacer un cálculo aproximado de lo que sería el pago justo por la muñeca y los servicios de su "mistery Shopper", hice uso del dinero que tenía reservado para mi vestido de graduación y lo coloqué dentro de aquel sobre, adentro está el costo de la muñeca y lo que pienso que puede compensar el resto del costo por las molestias ocasionadas, sin embargo si hace falta únicamente dime y te lo entregaré.

No aceptaré ese dinero - respondió un tanto enfadado, ¿recuerdas que ahora nos encontramos en un acuerdo donde lo haremos a mi manera?

No- dije  esto es diferente, el trato únicamente incluía que la consiguieras, no que la pagaras y es más no tienes por qué tomarlo, desde que la puerta del auto aún estaba cerrada, lo aventé dentro del coche.

Nos vemos mañana dije y hábilmente me escabullí de ahí.

Patea traseros, gritó. Aun no termino- me indicó que regresara, y su cara era de pocos amigos.

Sonreí por mi victoria al tiempo que le grité: yo ya he terminado y continúe mi camino, no voltee y honestamente esperaba que quizás en algún momento me detuviera o algo pero no fue así, me sentí extrañamente bien con aquella dosis de adrenalina. Llegué a casa y fui la más feliz viendo la cara de sorpresa de mi hermana al ver el regalo, no mintió, realmente la consiguió. Tenía muchas cosas que procesar aquella noche.

Tomé mi celular para enviarle un mensaje de agradecimiento, esperé un tiempo considerable esperando su respuesta, pero ésta nunca llegó, supongo que debe estar terriblemente molesto por lo de hace unos momentos, pero no podía dejar esto así.

Al día siguiente estuve puntual a la hora señalada, debo reconocer que al tener aquel ejemplar como compañía, me invitaba a cuidar un poco de mi aspecto exterior, me maquille y perfumé un poco y ya mi guardarropa era simple e intenté cuidar los pequeños detalles sin levantar sospechas innecesarias en mis padres. Estaba un poco serio, pero realmente no le conocía lo suficiente para decir si estaba molesto  o no, un poco antes de llegar a la Universidad comenzó a hablar despreocupadamente.

A qué hora te parece mejor que hablemos seriamente al respecto de por qué no estas aceptando la pérdida de una apuesta a la que accediste, ¿a la hora de la comida? ¿ o por la tarde cuando hayas salido de tu trabajo?.

¿Tenemos algo que discutir? - pregunté.

Si Pequeña patea traseros rebelde tenemos mucho que discutir, su voz era seria y claramente molesta, puedo asumir sin lugar a dudas que estaba realmente enojado.

Me parece que estas tomando demasiado enserio una sencilla apuesta, sin embargo accederé a discutir esto contigo si eso te hace feliz, por la tarde después del trabajo. Es lo menos que puedo hacer después de que él me consiguió el regalo de mi Hermana, pensé.

Al salir del trabajo, Erick insistió en acompañarme, por su parte Atlas estaba ya esperando por mí, hice las presentaciones correspondientes, pude sentir la tensión en el ambiente, Erick se despidió de mi deseándome una Buena tarde. En un acto completamente innecesario, pero del cual puedo adivinar completamente sus intenciones Erick gritó en voz alta que esperaba con ansia el domingo, al tiempo que movía su mano en un movimiento de despedida. Él nunca antes me había contemplado ni siquiera para una cita, sin embargo él sabía que yo tenía cierto nivel de enamoramiento con él y al llegar Atlas a escena fue consciente que mi atención no era solo para él, alguien más tenía mi atención y ciertamente él no permitiría eso, por lo que me invitó a salir al cine como "amigos", nunca lo hemos hecho pero no veo por qué no podamos hacerlo ahora.

Le dirigí una sonrisa incómoda.

Atlas me miró. ¿Tienes planes con él este Domingo? Pensé que solo era tu compañero de trabajo.

Lo es, confirmé y mis planes no son de tu incumbencia.

Me rodeo con su brazo y me acercó hacia él, acto que le permití sin darme cuenta, caminamos en silencio hasta un restaurant que estaba en la misma acera del edificio en el que yo trabajaba, lo observaba en mi camino a casa, los aromas que se podían percibir, eran simplemente deliciosos, por su aspecto puedo decir que el precio de un café ahí seria escandalosamente elevado,  y si en mis fantasías más locas yo entraba ahí cuando quería sin preocuparme por el precio,  me sentaba a degustar cuanta cosa se me antojaba, sacaba una tarjeta dorada de mi cartera y realizaba el pago sin preocuparme por los fondos de la misma, solo que sabía que mi realidad era otra.

La señorita de la entrada, nos recibió con una gran sonrisa, sin embargo lo más sorprendente vino al momento de escucharle preguntar  ¿Quisiera su lugar usual Sr. XXXX?, su voz era melosa, no solo por estar al servicio al cliente, si no por estar directamente dirigiéndose a mi acompañante, bajé la mirada en franca incomodidad, yo ahí con mi vestimenta regular, la cual incluso podría definirse como: casual llegando a lo informal, realmente ordinario,  sin contar que mi apuesto acompañante iba vestido casual pero lucía sumamente guapo, eso me incomodaba, él podía lucir como modelo sacado de pasarela incluso aquel día de la pelea.

Llevaron el menú, y justo cuando estaba por analizar lo que ahí estaba listado para intentar elegir algo… El señor " me gusta hacer las cosas a mi manera" eligió y ordenó por los dos.

Retiraron las cartas.

Me hubiese gustado elegir por mi misa, le dije.

Me miraba fijamente y Dios sabe que eso es tan excitante, comienza a poner en duda seriamente mis deseos de un príncipe encantador que se rinda a mis pies, me conceda todos mis deseos, haga siempre mi total y completa voluntad, tampoco es que ahora desee al protagonista del libro 50 Sombras, pero ahí justo ahí teniéndole enfrente con esa mirada que taladra y su actitud dominante, fui completamente consciente que lo mío no era un príncipe condescendiente, ahora quería batalla, alguien que presentara batalla y un verdadero reto, pero quizás en mi interior, muy  pero muy interior aun deseo alguien que me ame por sobre todas las cosas y de quién solo yo tenga toda su atención.

Después de quizás un par de minutos donde sus ojos no dejaron de mirarme y mis colores iban en aumento, finalmente me dirigió la palabra.

Y bien - dijo, parece que tienes una cita.

Como dije no es de tu incumbencia, estamos aquí porque quieres platicar de algo que, si me permites decir, considero estas exagerando.

No sé cómo lleves tu vida -  respondió, para nosotros, y quiero decir el mundo a donde entrarás , una promesa es algo casi sagrado, es energía pura que, de no cumplirse queda en el aire, y esa energía se desperdicia, nosotros no nos tomamos algo así a la ligera, nosotros llevamos al límite nuestras promesas, y honestamente esperaba lo mismo de ti, no quiero pensar que me equivoque al evaluarte.

Levanté una ceja, ¿evaluarme? - pregunté.

Como dije, tienes toda mi atención, la tienes desde el momento que te vi preparándote para aquella pelea, pues sé que no eres como el resto de las personas, pero ésta actitud tuya deja mucho que desear.

Ok, aclaremos algo, dije parándolo en seco, he sido criada para ser una mujer fuerte e independiente, lo que estás haciendo en estos momentos, va en contra de todas mis creencias y claramente me incomoda, honestamente estaba segura de ganar y por ello es que accedí a apostar, no es sencillo para mi perder de esa manera, si accedí a apostar es debido a que sencillamente no creí que ganarías, nunca estuvo en mi mente ceder el control de mi vida, ya que claramente es lo que solicitaste, a un completo extraño, quien adicional resultó ser a un total y completo macho.

Más que interesante tu definición pequeña, nunca me he considerado a mí mismo como un macho, es cierto que me gusta hacer las cosas a mi manera, pero disto mucho de serlo, recuerda mi propuesta, "Pruébame y no querrás dejarme ir", he sido honesto en cuanto a ese punto, y nontienes ningún motivo para confiar en mí, eso lo respeto, pero nunca dudes de misnpalabras, nunca escucharás de mi algo que no se verdad . Y como sé que tampoco llegaremos a ningún lado discutiendo ésto, discutamos el tema que nos ha traído aquí.

¿Que? -  Pensé ¿¡realmente quiere continuar con esto!?, resulta intrigante, excitante, interesante, pues también yo quiero continuar con esto, pero mi mente, mi parte sensata insistía en recordarme que no estaba midiendo los peligros, que debía ser más cauta.

No - dije, lo único que puedo hacer en este momento es prometer que intentaré cumplir mi palabra a pie juntillas.

Quiero la promesa de que cumplirás sin importar nada más - interrumpió.

No puedo prometer algo que no voy a cumplir.

Bien, movió su cabeza de arriba hacia abajo, aún cuando yo ya estaba con espíritu combativo, el por otro lado se encontraba tranquilo como el lago más apacible del mundo, realmente eres alguien a quien deseo, por lo que te daré un pequeño incentivo para cumplir tu palabra ya que hiciste el trato libremente y sin que nadie te obligará, de aquí en adelante si no cumples tu palabra, te castigaré - guardó silencio y me miró fijamente nuevamente.

Contra cualquier predicción, esas palabras me resultaron excitantes, me dejó sin palabras, con los ojos abiertos y mi quijada en el suelo.

Eché la cabeza hacia atrás, ahora me dirás que unas nalgadas satisfacerán tu enojo, le solté las palabras directo de mi mente y a través de mis labios, como siempre sin ningún tipo de filtro, mente - boca.

Levantó una ceja, se reacomodó en su asiento y junto sus palmas apoyando un poco los codos en la mesa para acercar su torso y rosto hacia mí diciendo - No es lo que tenía en mente, sin embargo me gusta tu manera de pensar -dijo en una clara sonrisa que impedía,  lo que adivino sería un carcajada, me parece que tú y yo al final de todo tenemos los mismos intereses...

Me sacó de mi zona de confort y me sentí realmente apenada. No quise decir eso, dije torpemente.

En ese momento los meseros interrumpieron el incómodo ambiente y procedieron a colocar los platos sobre la mesa.

No te sientas apenada - dijo, yo me refiero a un beso simple y llanamente, dado que te cuesta mucho besar a la ligera aunado al hecho de que soy alguien a quien no deseas besar tan despreocupadamente,  por cada promesa que no cumplas, el precio será un beso, el cual yo deseo y ansío, considéralo como una pequeña confesión sin embargo  no puedo besarte y no lo haré si tu no lo permites, ya que contrario a cualquier pensamiento que fluya dentro de esa cabecita, no voy por el mundo ejerciendo mi voluntad, necesito tu consentimiento.

Tampoco accederé ahora - dije. Mis pensamientos registraron solo unas palabras " yo lo deseo y ansío", pero a estas alturas de mi vida no puedo bajar la guardia, para salir lastimada como años atrás,  no soy su tipo, me recordé, los de su clase , te convencen, te enamoran y te desechan ...

¿Acaso tus besos están reservados para el idiota que te acompañaba antes? - dijo al tiempo que me sacaba de mis pensamientos.

Idiota o no, no tienes derecho a llamarle de esa manera, y mis besos, bueno yo decidiré a quien dárselos.

Al menos dime que te diste cuenta que el Idiota únicamente te pidió salir con él porque te vio con migo, dime que no eres tan tonta para pensar que se interesa por ti, dime que no crees que es el quien  merece tus besos.

Yo apretaba el tenedor fuertemente en franca molestia, le dirigí una mirada fría, quizás mi enojo era simplemente porque sabía que él tenia razón, no entiendo la razón por la cual inició éste arrebato de celos, no soy de él en ninguna  manera, y aunque yo lo desee , no lo seré, no soy su tipo. Me miraba fijamente.

Atlas, dije, aun no sé por qué estamos aquí, honestamente, no soy tu tipo, reconoce que únicamente te tengo intrigado por aquella huida,  la cual digamos que fue simplemente la sincronía de los eventos justos en el momento adecuado, quizás de otra manera hubiéramos tenido una gran pelea simplemente, tú por el contrario  estás acostumbrado a hacer tu voluntad, tu ego se vio afectado al toparte con alguien como yo, accedí a jugar un peligroso juego contigo para salir del aburrimiento, perdí y estoy tratando de asumir las consecuencias de la mejor manera posible, pero escúchame bien, no te lo pondré sencillo, desde que no dijiste cuanto tiempo estaremos así, honestamente espero que pronto te fastidies y terminemos con todo esto de una buena vez, probablemente tú también te encontrabas aburrido o simplemente querías salir de la rutina de salir con chicas bellas, guapas y refinadas a quienes claramente quieres impresionar trayéndolas a lugares como éste o haciendo tu voluntad para dejar en claro tu superioridad de macho Alfa que tienes pintada por toda la cara, pero te doy una noticia, te has topado con alguien quien no sucumbirá ante tus encantos, al menos no tan fácilmente, quizás ganes al final de todo, quizás yo quede con el corazón destrozado por no poder seguir el ritmo de tus juegos pero aquí estoy haciendo frente a mi parte de la apuesta, ahora si no te molesta quiero continuar degustando mis alimentos en santa paz.

Tomé un bocado y lo introduje en mi boca, aunque aquel discurso me había dejado un sabor amargo.

No dijo nada el resto de la cena, y cuando terminamos el postre sacó una cantidad de su cartea la cual dejó sobre la mesa sin siquiera pedir la cuenta, al ser un cliente regular supongo que ya sabía el costo por lo que consumimos.

Caminé a su lado sabiendo que debía subir a su coche, me tomó de la mano en un acto impulsivo quizás, pero retire de inmediato mi mano, estaba muy molesta para continuar su juego. Se detuvo y yo continúe mi camino, unos pasos después me detuve y voltee a verle. Me miró a los ojos y caminó directamente hacia mí. Ésta vez le enfrenté con la mirada, me arrinconó en la pared más cercana como era su costumbre.

Sus ojos arrojaban fuego y sus labios peligrosamente se acercaron a los míos, aunque cada fibra de mi ser me pedía que respondiera aquella insinuación, voltee la cabeza en claro rechazo reacomodó su cuerpo y puso ambas manos en la pared, cerca de mi cabeza.

¿Qué has hecho de mí? - preguntó, captando mi atención de inmediato. No eres un juego Patea traseros, pero no puedo pedirte que creas en mis palabras, finalmente no soy nadie para ti, bésame, pruébame, pídeme que sea tuyo, lo seré. Tienes mi total y absoluta atención desde que abriste esa boca tuya para amenazarme y decir que patearías mi trasero - acercó sus labios un poco más.

Esas palabras atravesaron mi mente.

Déjate de juegos Atlas, éstas aquí por órdenes de ellos, simple y llanamente, quieres matar el tiempo y jugar con alguien como yo, me retire de la posición en la que estábamos, ahora si me indicas el lugar donde está tu coche, podemos terminar esto por el día de hoy.

Él no se había movido aún, si te subes a mi coche el día de hoy, no podré resistirme, estoy muy enfadado y herido al mismo tiempo por tus palabras, aclararé mi mente mientras te acompaño a casa.

¿No podrás resistirte? Quiero ver siquiera que intentes cualquier cosa que tengas en mente, quizás no soy más fuerte que tú, pero mis pulmones son lo suficienteme fuertes para llamar la atención, y  si estás molesto lo mejor será que nos separemos aquí, no me sigas.

Caminé esperando que de un momento a otro apareciera a mi lado, haciendo su voluntad como hasta ahora, pero no fue así, voltee a buscarle pero había desaparecido. ¿Que fue todo aquello? Preguntó mi sensata mente, parecíamos como unos novios en plena pelea, necesitaba enfriar mi mente y calmar mi corazón, tengo escasos días de conocerle y muchos sentimientos han aflorado, dicen que no hay amor sin odio, y aun que he tratado de evitarlo comienzo a odiarle , sentimientos que antes no tenía hacia el comienzan a abrirse paso en mi ser. Esto no augura nada bueno me dije a mi misma.

Al siguiente día no apareció para llevarme a la Universidad, y honestamente creo que es mejor de esa manera, comencé a caminar hacia mi destino, llevábamos poco días jugando así que no lo extrañaría, me sentí extrañamente libre, para no entristecerme por aquella situación me enfoque en la propuesta que recibiría, ellos quieren que me mude con ellos, sería interesante, una vida nueva, pero no podría darle la espalda a mi familia, me preguntaba que tendría su líder para decir al respecto de ésta situación. Casi sin pensarlo y dejando que mis pasos siguieran el flujo que mi cerebro les indicaba siguiendo aquel camino que teníamos tan bien practicado ya, llegué a la universidad, eran los últimos días quedaban dos semanas para terminar esa etapa de mi vida, comencé a subir por las escaleras y escuché murmullos y un poco más de ruido de lo usual, pensé que algo estaría pasando y apresuré el paso para poder tener vista de lo que sucedía, al llegar casi pierdo la compostura pues en mi lugar había una caja blanca rectangular decorada con un lazo rojo, como es mi costumbre no asumí que fueran mías, siempre puede existir la opción de que no sea para mí y pasar el oso de la vida, de aquella manera me protegía a mí  misma. Me acerqué un poco y le di una mirada a la tarjeta : "Patea traseros" Decía el rótulo escrito en el sobre. Los colores subieron a mi rostro, enrojecí como nunca en la vida, ahora todas las miradas estaban sobre mí, esa dedicatoria solo podría venir de una persona, ¡¡que insolente!!... Pero no podía molestarme, sin duda es un bello detalle que me ha cautivado, ahora él tiene mi atención.

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