¡Jamás
mencioné mi segundo nombre!, grité al momento en que me puse de pie, para ser
una persona a quién no estaban esperando, saben demasiado, ahora o me permiten salir o comenzaré a gritar
fuertemente. Introduje la mano en mi mochila rebuscando por mi celular al
tiempo que me preguntaba una y otra vez, donde había quedado mi prudencia,
debiste haber tomado mejores decisiones y prestado más atención a los peligros,
para ser una persona que ha estado tomando cursos de defensa personal, bajaste
la guardia muy fácilmente, me repetía mi traicionera mente en su modo
"regañón".
En
un movimiento impresionantemente rápido Mario me arrebató mi bolso, y César me
tomó por el brazo con la fuerza suficiente para sentarme nuevamente.
Escucha
lo que tenemos por decirte, no crees que si realmente hubiéramos querido
hacerte algún daño lo hubiésemos hecho ya. Utiliza tus sentidos, ¿en algún
momento te has sentido incómoda?.
Relájate,
insistieron….
Justo
en ese momento entró una mujer, pequeña, delgada, facciones finas, con un
cabello larguísimo el cual llevaba sin ningún adorno suelto a su espalda, ojos
color gris.
Todos
ustedes, expliquen de inmediato que hace ella aquí, demandó en un grito.
Mario
se acercó a ella y le dijo algo al oído, ella fijó sus ojos en mí sin decir una
palabra más.
Beshakarenice,
es todo por hoy, nos pondremos en contacto contigo, por favor permítenos
proporcionarte transporte seguro. Tomó su celular e hizo una llamada, "
encuéntranos en mi oficina" fueron las únicas palabras que dijo para despues colgar. Nadie dijo nada más, ella debía ser la
persona que mencionaron momentos antes: su líder.
Momentos
después entró el muchacho con quien había peleado.
Señorita
" puedo patearte el trasero", inclinó la cabeza a manera de saludo,
ahora vestía jeans y una playera tipo polo, recogió su cabello detrás de su
nuca, había retirado los vendajes de sus manos y el aroma que desprendía era
simplemente delicioso, nuevamente no pude ocultar en mi mirada la delicia que
era verle.
Encárgate
de levarla a su hogar, su seguridad está a tu cargo a partir de ahora. - Le dijo
Mario.
Él realizó un movimiento de aceptación, con su cabeza, me miró y dibujó una leve
sonrisa en su rostro.
Supuse
que ya no había nada mas que decir cuando me tomó con un leve toque de su mano
en mi codo, empujando un poco hacia la salida y con rumbo a donde estaba su
coche, abrió la puerta para mi al estar dentro del mismo, me pidió ponerme el
cinturón de seguridad.
En
un momento - dije, pero al ver que no me lo ponía, detuvo inmediatamente la
marcha del coche, - no saldremos hasta que no te lo hayas puesto, dijo y de mala gana
lo hice.
Rebelde,
dijo, sin duda eres 100% Rebelde. Si hubiese sabido que nunca antes habías
peleado, no hubiese accedido bajo ninguna circunstancia a hacerlo, acepta
mis disculpas por haberte golpeado, aún no me queda claro porque te dejaron
participar, hizo una breve pausa.
¿Y por qué no habrían de permitirlo?
Este es un torneo que solo está enfocado para hombres, dijo apesumbrado y un poco
apenado por sus palabras, puedo ver que curaron tus heridas.
Lo
sé, exclamé, es genial ¿no crees?, simplemente levató sus hombros, supongo y me aventuro a decir que eso era algo que él veía rutinariamente y ya no le causaba asombro.
Continuó
concentrado en su misión, manejar, y bien - me dijo nuevamente ¿ a donde debo llevarte?
Si
no te importa, quisiera que me llevaras a la plaza XXXX.
Señorita
patea traseros, necesito una dirección a la cual dejarte, escuchaste a
Mario su indicación fue clara, "llévala a su hogar", tu seguridad
está en mis manos.
La
plaza esta perfecta, además si tu no dices nada, yo no diré nada, nadie se
enterara donde me dejaste.
Resopló por la nariz y movió la
cabeza de un lado a otro.
Ya veo- dije, eres del tipo que le gusta hacer y voluntad y no está
acostumbrado a que le lleven la contraria, es muy interesante.
Tu eres una rebelde, dijo.
Mira, tu propuesta de llevarme a casa resulta bastante atractiva,
desde que la mitad de mi capital se fue pagando el taxi para llegar a las
pruebas, (aun no sé por qué compartí ese tipo de información con aquel atractivo
chico) pero aún tengo que bajar un poco la emoción de todo lo sucedido, así que
pasaré por la plaza, me compraré un helado con mucho chocolate, meditaré lo
sucedido y regresaré a casa, si llego en este estado eufórico, mis padres
comenzarán a tener sospechas.
¿Chocolate?
Si, obscenas cantidades de chocolate dije, además de que necesito
re-buscar el regalo de cumpleaños de mi hermana.
Se rió sonoramente al tiempo que decía - te juzgué mal, patea traseros, pensé que serías de las
chicas que se alimenta a base de ensaladas.
¿Acaso me viste cara de conejo? - pregunte, Soy de las chicas que
repite el plato de comida hasta quedar satisfecha, se va directo al postre, y
no deja nada en el plato.
Muy interesante descripción afirmó, entonces pasemos por la plaza
para que compres tu helado y de ahí directo a tu casa, escuchaste la
instrucción de Mario, y la instrucción es dejarte en tu casa- enfatizó.
¿Por qué la insistencia de llevarme a casa? Definitivamente no es
una opción, dije en tono determinante, quizás esperando que él desistiera de
sus intenciones y aceptara eso como respuesta final.
Ellos me dieron una instrucción, la cual debo cumplir, puedo
llevarte a la plaza y después a tu casa, no tengo problema en hacer eso.
Mi mente estaba trabajando a mil por hora planeando un plan de
escape, ciertamente mi intención nunca fue la de permitir que éste atractivo,
apuesto y poco a poco más irresistible chico, conozca mi lugar de residencia.
Antes dijiste que habías gastado la mitad de tu presupuesto
pagándole al taxi que te llevara a las pruebas, ¿acaso tu novio no puede
encargarse de tu transporte?
Si, dije, lamento haber dicho esas palabras, no hagas caso, no es la
primera vez que me veo en aprietos financieros, y seguramente saldré adelante
como en cada ocasión, y por el momento no me encuentro en ninguna relación, que
yo sepa.
Sonrío y por primera vez pude ver lo bello que luce su rostro al
hacer aquel movimiento, Si lo pides amablemente puedo ser tu transporte hasta
que tus situación financiera se regularice, dijo con una sonrisa en los labios y soñando de una manera impresionantemente casual - ya que no tienes compromiso.
No lo creo dije riendo, sabes que mi primer clase en la universidad
es a las 7AM, y no veo que seas el tipo de Romeo que se tome el
tiempo de estar por mí en mi casa con antelación para llegar a tiempo a mi
Universidad, sin contar que tu tendrías que ajustar tus horarios, ( sigo sin
comprender por qué continuo dándole información). Sin contar que todo en esta
vida tiene un precio, y no sé siquiera si quiero saber que está pasando por esa
mente tuya. Además dije, tu novia puede posiblemente molestarse y no estoy
lista para lidiar con novias celosas en este momento.
Señorita Patea traseros, me complace informarle que soy una persona
que no cuenta con algún compromiso, no existe ninguna persona
que pueda requerir de mi atención en estos momentos, por lo cual te diré: "Pruébame... y nunca querrás dejarme ir".
Diablos, por qué tenía que decir aquellas palabras... - Tentadora tu invitación, músculos, dije al tiempo que puse mi mano
en sobre su brazo, tratando de lucir despreocupada al hacerlo, incluso miré
hacia otro lado mientras lo hacía, pero … Oh Dios!! Lo hice con toda la clara
intención de disfrutar de aquellos músculos, solo que tendré que rechazarla, puedo
valerme por mi misma, - afirmé.
Una vez en la plaza, y tan pronto como estacionó el automóvil bajé
de inmediato del coche, aunque por un momento me pareció que él hubiese querido
abrir mi puerta.
Bien dijo, vamos por tu helado.
Desde aquí puedo encargarme por mi misma dije, me gusta disfrutar mi
helado con total calma, mientras deambulo por ahí sin rumbo o dirección, y a
juzgar por la limpieza de tu coche, no me subirás a él si traigo comida encima
¿cierto?, por lo que no te haré esperar mas, fue un gusto conocerte, nos vemos,
dije, le di la mano y me despedí.
El tomó mi mano, sin soltarla comenzó a caminar jalándome un poco
para hacer lo mismo, - Toma tu tiempo dijo.
Por simple cortesía, le pregunté si quería un helado al llegar a la heladería, él negó con la
cabeza, al tiempo que rebuscó entre su pantalón le entregó un billete al chico
que nos atendió indicándole que se quedara con el cambio.
No quise pelear por ello pues bajé la guardia al darle yo un bocado
a mi helado antes de pagarlo, y él aprovecho ese momento ¿para quedar bien? No
lo sé con certeza, quizás solo es un caballero después de todo.
Busqué una banca cercana para descansar y poder disfrutar mi
delicioso manjar, ¿quieres un poco? dije tratando de ser educada.
Si quiero dijo al tiempo que sostenía mi mano con la que sostenía el
helado, quiero el pedazo de chocolate que
se quedó en la comisura de tus labios ¿ puedo tomarlo con
mis labios?
Le retire de inmediato.
¡Claro que no! Exclamé! no juegues con migo, me puse de pie en
franca molestia.
Era solo una broma, dijo él al tiempo que también se incorporaba,
tranquilízate.
Caminé por ahí y el simplemente caminó a mi lado en silencio, se
sentía rígido pero aun así caminó con seguridad y aplomo, la espalda recta y
atrapando miradas a su paso, volteó a verme cuando se percató de que le miraba
por el rabillo del ojo- si terminó
señorita patea traseros, ¿podemos irnos ya?
No - dije.
Me da lo mismo dijo, si cooperas o no, de cualquier manera te
subirás al coche.
Anticipé una batalla por su respuesta y mi poca tolerancia ante tal
respuesta, solo que antes de que pudiera responder a eso como Dios manda, una
guapa rubia delgada, estilizada e impecablemente arreglada, se le lanzó encima:
Atlas, ¡Que sorpresa verte!
Por supuesto el respondió de inmediato el saludo, con un beso en la
mejilla de ella, mientras se la quitaba de encima.
Era todo lo que necesitaba ver, mi mente reaccionó en ese momento,
ésta era justo la ventana de tiempo que estaba esperando, sin dar ningún tipo
de aviso y aprovechando la ocasión, moví mi trasero de ahí para no verle más.
Dios eso estuvo cerca, caminé lo más rápido que pude hacia la
salida más cercana y de ahí me perdí entre las calles donde troté lo más
casualmente posible para no llamar mucho la atención, me detuve unas calles
antes de llegar a casa para recobrar el aliento y repasar un poco lo sucedido,
sonreí por el recuerdo de haber estado tan cerca de tremendo tipo, aunque por
otro lado pensé en la rubia que lo abordó, seguramente ese tipo de chicas son
lo de él, rubias bien arregladas y muy femeninas, damiselas en peligro, revisé
un poco mi atuendo antes de llegar a casa, no vi nada raro me revisé en el
espejo de un coche antes de entrar para ver que no estuviera nada fuera de
lugar. Entré a mi casa y me propuse a olvidarme de lo sucedido.
Dos días después, cuando llegué a mi salón de clases, me sorprendí a
ver al musculoso-atractivo-guapo muchacho del que escape hacía algunos días,
obviamente me sorprendí al verle, y más aún a esas horas en la mañana
perfectamente arreglado. Me detuve en seco y supongo que mi rostro reflejó de
la misma manera la sorpresa de verle, mi corazón se puso a latir a mil por hora, ésta gente sí
que no se andaba por las ramas, mil imagines pasaron por mi mente, ya que él
claramente estaría molesto por lo sucedido, grandiosa idea la tuya de escapar,
me dije mentalmente.
¿Qué es lo que estaba buscando? ¿Qué quería? ¿Cómo diablos me había localizado? Estaba
segura que nunca dije donde estudiaba, vivía o algo por el estilo, sin embargo
siempre estaba la posibilidad de que solo fuera una coincidencia y que no fuera
yo la persona que estaba buscando, me decidí a caminar hacia mi salón de
clases, a lo cual el hizo lo propio para alcanzarme antes, me miraba
directamente a los ojos mientras lo hacía, Dios, eso me resulta tan intimidante
y excitante al mismo tiempo, debo confesar que requerí de todo mi autocontrol
para no dejar de caminar, me recordaba a mí misma : Pie izquierdo, pie derecho,
vamos tu puedes...
Al tenerle frente a a frente
mi mis rodillas temblaban inevitablemente.
Buenos días señorita, "Puedo patearte el trasero".
Buen día respondí, mi nombre es Besakarenice dije firmemente,
puede llamarme así o BB como lo hace todo el mundo.
"Patea traseros" suena bien para mi - dijo.
No quería ser la primera en preguntar ¿Qué haces aquí?.
Me miro a los ojos en lo que supuse era un acto en el cual buscaba
algún gesto en mí que le descifrara mi sentir actual, como dije antes, requerí
de todo mi autocontrol para no revelar que me derretía tanto por él como por su
actitud, aunque los colores de mi rostro sin duda le dieron alguna pista,
acercó lentamente su rostro hacia mi rostro lo que ocasionó que diera unos
pequeños pasos hacia atrás, él no se detuvo hasta el momento en el que mi espalda tocó la pared.
El día que te conocí la por primera vez algo en tí me resultó
desconcertante, cuando nos enfrentamos en aquella pelea tu energía me
desconcertó y sin duda alguna ahora has logrado interesarme, ninguna mujer
había escapado de mí con anterioridad, así que tienes toda mi atención.
Atención que no deseo, dije en una clara mentira, al tiempo que con
mi dedo índice sobre su pecho le empujaba hacia atrás, además me ofende que me
pongas a la altura de cualquier mujer, yo no soy igual a nadie más ni cumplo
con el estereotipo que la sociedad tiene respecto a lo que debe ser la
"mujer perfecta" yo he formado mi propia definición de perfección, la
cual además luce excelente sobre mí. Pude observar sobre su hombro que mi
profesor estaba llegando a clase.
Si me disculpas, algunos tenemos clases que tomar.
Se retiró un poco para darme espacio, estiró la mano y me dio una
pequeña bolsa de papel, diciéndome que me encontraría termino de mis clases, y
que esperaba que lo disfrutara, señalando la pequeña bolsa.
Ingresé a mi salón claramente sonrojada.
Hurgué dentro de la bolsa y su contenido era un vaso térmico de café
de una reconocida marca de Café y un sándwich calientito.
Volteé a ver hacia afuera del salón y él bajaba por las escaleras,
muy en mi interior deseo que se vaya pero otro lado de mí, un lado mucho más
oscuro y con ganas de tomar ésta aventura quería que se quedara a mi lado, solo
para mí.
Tienes un admirador, dijo mi compañero de banca, Erick, a lo cual le
respondí con una sencilla sonrisa, él sabía que me gustaba y mucho, solo que
cuando le hice ésta declaración tiempo atrás, él aclaró que estaba interesado
en alguien más y sus ojos no me han visto como una pareja o prospecto de, sin
contar que el destino quiso jugarme una mala pasada y terminamos trabajando en
el mismo lugar, es un doloroso recordatorio diario de que no puedo tenerle,
fuera de disfrutar simplemente viéndole, al paso de tiempo incluso mi vena
masoquista detesta la situación, por lo que he decidido simplemente ignorarle
un poco para ocultar mi decepción.
Aun cuando mi estómago pedía a gritos que le diera a probar esos
manjares, mi conciencia me dictó tener prudencia, "nunca comas nada que te
de un extraño" mi familia se había empeñado en aterrarme con esas palabras
e historias de robo de órganos, que dejé la bolsa de lado y me concentré
en la clase.
El tiempo pasó más rápido de lo que esperaba y resultó que mi
siguiente clase se vio cancelada debido a la repentina ausencia de nuestro
profesor... lo que casualmente me daba una hora libre antes de tener que llegar
a mi trabajo.
Al salir de ahí, tal y como lo había prometido, estaba de pie
esperando por mí, al verme salir con la bolsa, preguntó si no me había gustado
su elección.
Él llamaba mucho la atención para mi gusto, por lo que lo invite a
platicar en un lugar más privado, siguió mis pasos. Por mi seguridad me mantuve
dentro de las instalaciones de la Universidad.
Bien, dije, señor me gusta hacer las cosas a mi modo, ¿qué te ha
traído por aquí? Y lo más importante, como es que lograste encontrarme.
Vine a mostrarte que mi ofrecimiento de ser tu transporte iba
enserio, también intenté sorprenderte con el desayuno, pero puedo ver que no lo
tocaste, pensé que eras de las mujeres que no dejaba nada en el plato.
Encontrarte fue sencillo, soy un hombre que cuenta con los recursos y los
medios para hacerlo, el cómo lo hice, quizás algún día te lo revele.
A fin de evitar decir la verdad, opté por no decir una mentira, Lo
que sucede es que esperé para compartir, ¿Quieres?
Sonrió, bien dijo, compartamos.
Al menos si quiere envenenarme, compartiremos también el veneno,
pensé.
Me entregó un sobre blanco sin decir más, he venido también a
traerte esto dijo, lo envían las personas con las que estuviste hablando en la
asociación:
" Apreciable
Beshakarenice,
Tenemos
una propuesta para ti, te esperamos en el lugar donde nos conocimos, este
sábado a mediodía, Atlas pasará por ti en el lugar y hora que indiques."
Mario,
Jason, Cesar y Bruno.
Bien dije, si es todo lo que viniste a hacer, puedes retirarte dije
en tono desafiante.
Rebelde, eres una rebelde dijo al tiempo que movía la cabeza de lado
a lado. Antes de retirarme necesito una respuesta, como puedes ver, su
instrucción es clara: "Atlas pasará por ti"
Como dije antes, puedo valerme por mi misma, no necesito que seas mi
transporte, no necesito que te encargues de mi seguridad, y ciertamente no
necesito que me andes persiguiendo.
Claramente tu no cederás con facilidad a que yo me convierta en tu
transporte, y ya que soy el encargado de garantizar tu seguridad como
escuchaste antes, no aceptaré una negativa como respuesta, lo que nos puede
llevar a una batalla eterna, por lo que te propongo algo, arreglemos este
asunto de una vez y por todas, hagamos una pequeña apuesta que ponga fin
a este asunto , ¿Qué opinas?
Mis mente y la dosis de locura que en ella habita, se pusieron a
procesar a mil por hora sus palabras, ¿Sabrá él que si existe algo en este
mundo a lo cual no puedo resistirme es a una buena apuesta?, es una de las
pocas cosas a las que no puedo resistirme en este mundo por más que lo intente,
Dios ¿ por qué pones éstas tentaciones en mi camino a sabiendas de que no podré
resistirme?
Le mire a los ojos tratando de anticipar su siguiente movimiento o
al menos sus pensamientos, intenciones… ¿Que era lo que realmente escondía
dentro de él, sus sentimientos y deseos ocultos?
Mi parte pensante , lógica, cauta y prudente, me pedía a gritos
que respondiera en una negativa, sin
embargo mi parte, aventurera, imprudente, ansiosa de aventura y la cual ardía
en deseo por aquel chico, respondió por todas nosotras: Escucho tu propuesta.
Pídeme lo que sea, me invitó, aclarando que lo que pidas será algo
humanamente posible, dijo, y si no puedo cumplirlo entonces tú ganas, pero si
yo gano, haremos las cosas a mi manera, lo que quiere decir que seré tu
transporte y no escucharé ninguna negativa de tu parte para ésto, y no podrás
negarte a ninguna invitación, propuesta o regalo que decida hacerte.
¿Y si yo gano?
¿Qué es lo que tú, pequeña patea traseros realmente quieres
ganar? Preguntó inteligentemente.
Mmmm, dediqué escasos 5 segundos a ese pensamiento, si yo gano,
entonces las cosas se harán a mi manera, además de que serás mi pareja en mi
fiesta de graduación. Esto último fue una jugada muy osada de mi parte, debo
reconocerlo, era mi oportunidad para sacar provecho de la situación actual.
Entonces, es un ¿sí?
Estas jugando con fuego, me recordó mi sensata mente...
Sí respondí, es un sí.
Se frotó las manos, dibujó una maléfica sonrisa en sus labios y
solicitó que le indicara mi petición.
Saqué un folleto de entre mis libros, verás dije, hoy es el
cumpleaños de mi hermana, estuve ahorrando por meses para su regalo y
cuando finalmente tuve la cifra para comprarlo, se agotó, estoy en lista
de espera sin embargo llegará en al menos 2 meses, es ésta muñeca,
dije señalando el catálogo; si logras conseguirlo para el día de
hoy a la hora en que salgo de trabajar, consideraré que has ganado la
apuesta.
¿Eso es todo dijo? , honestamente pensé que me pedirías
algo que representara un reto mayor y por el contrario me sorprendiste con una
petición de algo que ni siquiera es para ti.
Tomó su celular, marcó un número, una vez que alguien le tomó la
llamada y le pidió a la persona del otro lado de la línea que le
consiguiera el artículo que le solicité, lo pidió envuelto para regalo,
concluyó con una frase inquietante, " conozco el precio de tus honorarios
y sabes que no tendré problema en pagarlos", me sorprendí por supuesto
No lo creeré hasta no verlo dije, intentando sonar lo menos
sorprendida posible.
Te acompaño a tu trabajo, indicó, solo para saber a dónde debo pasar
por ti para entregarte el objeto que me hará ganador de ésta apuesta.
Asentí y me puse de pie para comenzar a caminar, ofreció ayudarme
con mis cosas a lo cual me negué con un simple gesto.
¿Me darás ahora tu número de celular ?
No.
Así podré enviarte evidencia de tu derrota absoluta, rio entre
dientes.
Y bien, dije, ¿cuánto dinero debo darte? la muñeca en si es costosa
y el conseguirla por estar agotada supongo que lleva un precio de por sí,
para saber si debo vender alguno de mis órganos para poder pagarte.
Metió ambas manos a sus bolsillos traseros del pantalón.
Señorita puedo patearle el trasero, en caso de que yo gane la
apuesta, las cosas se harán a mi modo, tu accediste, y entonces no habrá deuda
que debas pagar, al menos no en dinero.
No, no de ninguna manera, esto es aparte, escuché cuando dijiste que
sabías el costo de los honorarios y honestamente no sé si quiero saberlos, pero
lo que sí sé es que debo pagar mis deudas, es como he sido educada y dentro de
las reglas nunca establecimos nada referente a pagos en especie.
Patea traseros, soy una persona que siempre busca ventaja, debo
reconocerlo, él miraba al cielo, tú aceptaste una apuesta sin establecer
reglas, por lo que encontraré y aprovecharé cada espacio en blanco en ésta
pequeña apuesta y la usaré a mi favor, recuerdas que pregunté "Esos es
todo", tengo tu confirmación y acepté tu palabra ¿ahora me dirás que no
cumplirás?.
Patee el piso, no estás jugando limpio.
Nunca dije que iba a jugar limpio, detesto perder.
Bueno, dije en un arrebato por conservar la calma, siempre está el
hecho de que no puedas conseguirla.
Si, dijo, siempre esta ese hecho, aunque yo cuento con los
contactos y los recursos, no miento.
Finalmente llegamos al edificio donde trabajo. Bien, gracias por
todo, puedes pasar aquí a tales horas
por mí, sí y solo sí logras conseguir esa muñeca, ya veremos en que termina
todo, en caso de que no puedas conseguirla entonces comunícate con migo para
detallarte cómo es que te quiero bien vestido y presentable para mi fiesta de
graduación comenzando por un corte de cabello que no te caería nada mal, sonreí
ufanándome de mis palabras, le anoté mi correo electrónico en un pedazo de
papel, aquí puedes enviarme la evidencia de mi derrota.
Bien dijo, ¿seré invitado a la fiesta de tu Hermana?
No, ese es un privilegio que aún no te has ganado. Además de que
será algo pequeño solo en familia, ya sabes...
De acuerdo, dijo, te veo a la hora pactada, no me hagas esperar. Me
giré sobre mis talones y caminé hacia la entrada a mi trabajo.
Veo que tu admirador te trajo a la puerta de la oficina, señaló Erick en un tono un tanto serio.
No es mi admirador, dije en tono frio, es simplemente alguien que
conocí el pasado fin de semana.
Tú no eres del tipo de las que disfruta salir por las noches a
bailar o a algún bar, ¿dónde lo conociste?
Su repentino interés es algo raro en él. Eso no es de tu incumbencia
dije
Ten cuidado dijo, alguien como él quizás solo quiera jugar contigo,
además de que tu no eres de ese tipo, sonreí de una manera cortes pero con
ganas avasalladoras de sacarle los ojos, ¿acaso cree él que no puedo ser tan
atractiva como para que alguien como Atlas se fije en mí? estaba muy equivocado, ¿De cuál tipo
pregunte?
De las que pasea por ahí con extraños que acaba de conocer y pone en
riesgo su vida, recuerda lo que pasó hace algunas semanas, él se refería al
asalto que me dejo destrozada anímica y físicamente.
No creo que deba aclarar que aquel desafortunado incidente no fue
remotamente ocasionado por mí o por el tipo de mujer que soy, no te preocupes
dije, se cuidarme sola, metí los ojos en mi computadora y me concentré en mis
actividades.
Pasé las primeras horas de la mañana pegada a mi celular, esperando
que llegara el correo electrónico, nada llegó, me sentía un tanto aliviada por
éste hecho, decidí guardar mi celular en un cajón para no tener la tentación de
revisarlo a cada instante en busca de ese correo.
Honestamente no pude casi concentrarme pensando ¿en qué momento
había yo accedido a tal locura?, pasada la hora de la comida, revisé mi celular
y efectivamente ahí estaba el tan deseado pero al mismo tiempo temido correo:
"Evidencia de mi victoria" decía el título del mismo.
CONTINUARÁ... 3. "Pruebáme, bésame, pídeme que sea tuyo... lo seré"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario