Wattpad

lunes, 23 de octubre de 2017

K. Undivided

Encuentra AQUI, el índice de los capítulos anteriores


Debido a los recientes sucesos nos tomamos un par de días extra  de descanso en cama y en casa, hasta que logré convencer a mi atractivo acompañante de que me sentía bien.
Evidentemente lo primero que descartamos fue un embarazo. Aunque estábamos nerviosos, de cierta manera por algunos momentos nos ilusionamos.
¿Me pregunto qué habrían hecho los muchachos si  esto hubiese llegado a suceder?
Yo me encontraba sentada sobre la mesa del lavamanos, el frente a mí, nos mirábamos a los ojos y su mano se encontraba sobre mi rodilla, finalmente bajé la mirada para verificar de la prueba que se encontraba en mi mano.
- Negativo –Confirmé- al ver en la ventanita de la prueba el resultado.
Aunque ambos estuvimos esperando el resultado de la prueba, fui la primera que dijo algo.
- En lo más profundo de mi ser hubiera deseado que diera positivo – dijo él.
- Todo en su momento, no nos adelantemos.
Le abracé y lo consolé, aunque en mi interior era alivio lo que sentía.
Él se encargó de prepararnos para el viaje, nos preparó una maleta básica a cada uno y el equipaje de mano.
- Allá tendrás todo lo que necesitas, el clima es diferente, así que el guardarropa también lo será. Todo lo tengo cubierto.
- Quiero llevar más cosas – repliqué.
- Me llevas a mí. ¿Qué otra cosa necesitas? – cerró un ojo en un descarado coqueteo. Eventualmente regresaremos – Concluyó.
Accedí, pues no tenía la fuerza suficiente para discutir con él.
Su personalidad era minimalista, yo por el contrario acumulaba y acumulaba cosas. Mis apegos son muy grandes. Por ello me hubiera gustado llevarme más cosas. Como dije no discutí y permití  que el ganara ésta batalla.
Respondió un par de llamadas con su manos libres, por lo cual solo escuchaba algunas partes, además que paseaba por todos lados solo para asegurarse  de no dejar nada importante detrás.
Minutos después se reunió conmigo.
- Iré a despedirme de la abuela - dijo él – Continua descansando.
Agradecí que no me hubiera solicitado que lo acompañara, pues necesitaba quedarme a solas, necesitaba ese tiempo para descubrir si lo sucedido había sido solo un sueño, o no.
Dejé pasar quizás unos 10 minutos para asegurarme de que no regresara de improviso y coloqué la alarma de mi celular, para solo estar 15 minutos en aquel lugar.
Me acomodé en medio de nuestra cama, cerré los ojos, respiré profundamente y comencé a concentrarme. No tardé mucho en llegar a aquél lugar “Mi lugar”, esto es como andar en bicicleta.
De inicio, cuando llegué todo parecía igual a la última vez que yo estuve ahí, sin embargo, pequeños detalles que me costó ubicar lo hacían distinto.
Ya no había en el centro un espejo de agua, ahora un espacio para prender fuego lo sustituía, se veían piedras volcánicas y restos de ceniza, sabía que no era mío pues yo prefiero el agua sobre el fuego en cada ocasión.
Caminé recorriendo aquel lugar, detectando éstos pequeños detalles.
Sabía que no debía estar en aquel lugar, pero tenía que asegurarme…
Sentí como varias energías descendían detrás de mí.
Me giré lentamente, aún me negaba a creer que ellos habían logrado penetrar a aquel lugar, después de lo sucedido en los últimos meses mis defensas deberían estar arriba pero sobre todo ser impenetrables…
Al girarme los encontré nuevamente a todo ahí.
- Entiendo que ustedes estén aquí, les dije a los muchachos, incluso entiendo que Atlas irrumpa en este lugar, pero ¿Ellos?
- Nos ofendes – respondió el trillizo Rubio.
- Dejemos las formalidades para después – respondí fríamente. Únicamente estoy aquí para comprobar que la última vez…
Fui interrumpida por Ramsés.
- ¿Si era verdad? ¿Te has sentido mejor? ¿Tu fuerza va recuperándose?  ¡No lo harás! Nos necesitas.
Tenía razón pero no lo aceptaría.
- Encontraré una manera…
- ¡Patea traseros, no es el momento de ser testaruda!
- ¡Detente ahí mismo! – Le grité – lo que haga o deje de hacer desde el momento que salí de sus dominios, me concierne a mí y solo a mí.
Se han ufanado desde el inicio de que lanzarán una gran búsqueda ¡Háganlo! Honestamente lo estoy esperando y hasta el momento ¡Me han quedado a deber muchísimo!
- No veo la razón por la cual debamos de lanzar dicha búsqueda, cuando podemos esperar a que tu sola llegues con nosotros… - Dijo Bruno – Mi hermano puede ser un poco impulsivo….
- Les miré al tiempo que cruzaba los brazos.
- Esa rebeldía tuya – insistió Ramsés.
- ¡Bueno, es una fortuna que ya no debas luchar más con mi rebeldía! – declaré en  claro fastidio.
Se acercó peligrosamente y ellos detrás de él.
- ¡Adelante! Es lo único que falta ¡Que en mi propio sitio lances un ataque en mi contra!
- Si ha dejado de ser tu sitio seguro, es tu asunto. Por cierto ¿Te agrada la nueva decoración? ¡No eres capaz siquiera de impedir que lo modifiquemos!
Mis ojos llenos de furia albergaban uno de los tantos infiernos que deseaba descargar en su contra.
- Permanece tranquila, en tus condiciones no te atacaremos.
Mis ojos se posaron curiosos sobre él, sin embargo fue el pelirrojo quién resolvió mi duda.
- Tu energía BB, se está disminuyendo rápidamente tanto por falta de uso, porque no has recibido tu dosis…
¡Claro que era algo que debía preocuparme! Solo que no mostraría debilidad o duda ante ellos…
- ¡Eso no me impediría dar una buena pelea! Di un paso atrás con mi pie izquierdo e incliné un poco mi cuerpo  hacia adelante preparándome por si atacaban ¿Quieren comprobarlo?
Nadie lo hizo.
- Tengo una pregunta…
- Adelante -  Dijo Mario.
- Mi familia sanguínea – hice una pausa – ¿Ellos saben?
- No hasta el momento, es una suerte que no tengan la misma fuente de información que nosotros, pero no tardarán en enterarse, te recomiendo que pongas en orden todo esto a la brevedad…
Asentí.
- Bien, pues entonces les recordaré que – Les mostré mi mano con la joya que ahora portaba – Pondré todo en orden para poder organizar una boda, ahora soy una mujer comprometida. Mi boda se llevará a cabo a la brevedad, espero que puedan acompañarme.
Muchas Cosas pasaron en tres segundos
Los muchachos sostenían a Ramsés
Los trillizos sostenían a Atlas quien gritaba algo que para mí no tenía sentido.
Me debatí entre quedarme y salir de aquel lugar, mi prometido  no tardaría en llegar y no quería que me encontrara en aquel estado.
Comencé a desvanecerme
- ¡Espera! – gritó un Ramsés que ahora estaba calmado.
- Nos necesitarás muy pronto pequeña, no terminemos de ésta manera la reunión de hoy.
Les miré sin decir palabra y con cierto recelo.
- Promete que nos contactarás si algo sucede – Pidió Mario.
- No puedo prometer algo que no cumpliré, honestamente ustedes no me han dado ni la más mínima muestra de que pueda yo contactarlos sin que ustedes me vayan a obligar a regresar…
- En estos momentos eso sería muy sencillo – comentó Atlas.
- No puedes atacarme – le dije segura de mí misma.
- No eres rival ahora, y él…
- ¡No te metas con Alex!
- ¿Necesitas defenderlo?
- No vayamos por ahí Atlas…
Estaba muy enfadada en ese momento.
Estaba enojada porque se habían metido en mi sitio seguro.
Estaba molesta porque tenían razón, mi energía se estaba debilitando eso podía sentirlo hacia unos días solo que no sabía que sucedía.
Estaba odiándolos en ese momento porque después de todo lo sucedido, continuaban preocupándose por mi…
Y sobre todo estaba encabronada porque…
- Atlas no vayamos por ahí – dije sin pensar en mis palabras – si nos colocamos en la categoría de hombres patéticos, no olvidemos que yo acepté un castigo por ti, pues estabas demasiado asustado de ella…
Justo con esas palabras me desvanecí enfrente de todos ellos. Los deje a atrás con aquellas declaraciones.
Realmente no les estaba dando el lugar que merecían.
¡Dioses y Demonios! Cuando estoy enojada no mido mis palabras. Atlas no merecía aquello.
Me recosté unos momentos para hacer un inventario de lo sucedido y recrear la conversación en mi imaginación. Respiré profundamente, lo cierto es que no me estaba sintiendo mejor.
¡Dioses y Demonios!
Di una vuelta más por aquel lugar, no quería dejar atrás nada importante.

Otro viaje en avión, espero estar obteniendo millas por esto. Al inicio era divertido, pero ahora ha dejado de serlo para convertirse en algo tedioso que solo hago por necesidad.
Intentamos viajar de incógnito, pero con él no es posible, lo abordan siempre para solicitar autógrafos y fotos, la mayoría de las ocasiones termino siendo su fotógrafa personal.
Solo basta con que una persona lo reconozca para que la mazorca se desgrane. Él siempre ha sido muy amable con todos sus seguidores, no planeaba cambiar aquello, yo debía cooperar ahora que se anunció que yo era su prometida, no iba a ser por mi culpa que aquello cambiara.
Me estaba acostumbrando a todo eso y a esa vida.
Ocupamos nuestros asientos y me acomodé para el vuelo intercontinental y de más de 10 horas, afortunadamente estábamos en primera clase.
- Extrañaré el clima – dije sarcásticamente.
Acarició mi rostro y  besó mi frente.
- ¿Tenemos ya algún plan? Preguntó.
- Referente a …
- Nuestro futuro, tu familia.
Respiré profundamente, sentí como si él supiera de la visita que todos ellos me habían hecho.
- Planeo acomodarme primero a tu ritmo de trabajo y si podemos tomarnos unos días me gustaría ir a visitar a mi familia para comunicarles lo sucedido y darles la noticia.
Aún no podía creer que yo estuviera diciendo aquello, no quería presentarlo aún a mis papás, ésta boda cada vez tenía menos sentido en mi cabeza.
- ¿Entonces a que estás jugando? ¿A la casita? – Resonó esa voz tan familiar en mi cabeza, hacía tiempo que ya no la escuchaba que incluso la comencé a echar de menos.
- Calla, ni yo misma sé lo que quiero.
- ¡Con éste último giro, tu vida ésta resultando muy interesante!
- ¡Calla!
- Te lo advertí… ¡Pero continúa por favor! Me estoy divirtiendo de lo lindo.
- Me matas
- Lo sé y lo disfruto, porque sabías de antemano que la idea no tenía orden, pies o cabeza, estas involucrando a un inocente e incauto individuo que el único error que ha cometido es el de haberte conocido.
- Eso no es justo.
- Justo sería que le abandonaras en éste mismo instante, solo lo harás sufrir, te presentó con su familia, quienes te recibieron con los brazos abiertos, hizo público su compromiso a nivel mundial, y desde el inicio solo ha procurado tu bienestar.
- ¿Crees acaso que no me mortifica eso?
- Pareciera que no, honestamente.

No me estaba sintiendo mejor ni física ni anímicamente.
Me recosté sobre el hombro de él y me perdí por unas horas en un sueño profundo. Quería dormir sin soñar nada, pero mi pedido no fue atendido, al contrario tuve un millón de pesadillas al punto de levantarme cubierta en sudor y en un sobresalto.
- ¿Estas bien? – preguntó asustado.
- Estoy bien, solo necesito un poco de agua – le confirmé.
Le llamó a la aeromoza y solicitó el agua para mí.
Le di un par de sorbos.
Quizás estoy destinada a que mis viajes en avión sean un completo y total tormento.
El resto del viaje me concentre en no quejarme, simplemente  en sobrevivir a la experiencia.
 - Estoy bien, le repetía constantemente para intentar relajarlo, pero pareciera que mis palabras tenían el efecto contrario.
Dormitaba en momentos pero siempre tenía pesadillas.
Alguien siempre moría a causa de que no llegaba a tiempo para salvarle.
En otros sueños mis muchachos finalmente se hartaban de todo lo que estábamos viviendo y se despedían para siempre de mí, lo cual me dolió un millón de veces más, lo cual tampoco tenía sentido ya que era yo quién los estaba abandonando.
Un sueño más donde Alex tomaba una altura desmedida y simplemente me aplastaba.
¡Dioses y Demonios!
Llegamos a lo que sería nuestro nuevo hogar después de estar cazando nuestras maletas y esquivar a un par de fotógrafos en el aeropuerto.
Necesitaba una ducha urgente y una siesta de 100 horas sin interrupción.

Continuará...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario