Debido a los recientes sucesos
nos tomamos un par de días extra de
descanso en cama y en casa, hasta que logré convencer a mi atractivo
acompañante de que me sentía bien.
Evidentemente lo primero que
descartamos fue un embarazo. Aunque estábamos nerviosos, de cierta manera por
algunos momentos nos ilusionamos.
¿Me pregunto qué habrían hecho
los muchachos si esto hubiese llegado a
suceder?
Yo me encontraba sentada sobre
la mesa del lavamanos, el frente a mí, nos mirábamos a los ojos y su mano se
encontraba sobre mi rodilla, finalmente bajé la mirada para verificar de la
prueba que se encontraba en mi mano.
- Negativo –Confirmé- al ver
en la ventanita de la prueba el resultado.
Aunque ambos estuvimos esperando
el resultado de la prueba, fui la primera que dijo algo.
- En lo más profundo de mi ser
hubiera deseado que diera positivo – dijo él.
- Todo en su momento, no nos
adelantemos.
Le abracé y lo consolé, aunque
en mi interior era alivio lo que sentía.
Él se encargó de prepararnos
para el viaje, nos preparó una maleta básica a cada uno y el equipaje de mano.
- Allá tendrás todo lo que
necesitas, el clima es diferente, así que el guardarropa también lo será. Todo
lo tengo cubierto.
- Quiero llevar más cosas –
repliqué.
- Me llevas a mí. ¿Qué otra
cosa necesitas? – cerró un ojo en un descarado coqueteo. Eventualmente
regresaremos – Concluyó.
Accedí, pues no tenía la
fuerza suficiente para discutir con él.
Su personalidad era
minimalista, yo por el contrario acumulaba y acumulaba cosas. Mis apegos son
muy grandes. Por ello me hubiera gustado llevarme más cosas. Como dije no
discutí y permití que el ganara ésta
batalla.
Respondió un par de llamadas
con su manos libres, por lo cual solo escuchaba algunas partes, además que
paseaba por todos lados solo para asegurarse
de no dejar nada importante detrás.
Minutos después se reunió
conmigo.
- Iré a despedirme de la
abuela - dijo él – Continua descansando.
Agradecí que no me hubiera
solicitado que lo acompañara, pues necesitaba quedarme a solas, necesitaba ese
tiempo para descubrir si lo sucedido había sido solo un sueño, o no.
Dejé pasar quizás unos 10
minutos para asegurarme de que no regresara de improviso y coloqué la alarma de
mi celular, para solo estar 15 minutos en aquel lugar.
Me acomodé en medio de nuestra
cama, cerré los ojos, respiré profundamente y comencé a concentrarme. No tardé
mucho en llegar a aquél lugar “Mi lugar”, esto es como andar en bicicleta.
De inicio, cuando llegué todo
parecía igual a la última vez que yo estuve ahí, sin embargo, pequeños detalles
que me costó ubicar lo hacían distinto.
Ya no había en el centro un
espejo de agua, ahora un espacio para prender fuego lo sustituía, se veían
piedras volcánicas y restos de ceniza, sabía que no era mío pues yo prefiero el
agua sobre el fuego en cada ocasión.
Caminé recorriendo aquel
lugar, detectando éstos pequeños detalles.
Sabía que no debía estar en
aquel lugar, pero tenía que asegurarme…
Sentí como varias energías
descendían detrás de mí.
Me giré lentamente, aún me
negaba a creer que ellos habían logrado penetrar a aquel lugar, después de lo
sucedido en los últimos meses mis defensas deberían estar arriba pero sobre
todo ser impenetrables…
Al girarme los encontré
nuevamente a todo ahí.
- Entiendo que ustedes estén
aquí, les dije a los muchachos, incluso entiendo que Atlas irrumpa en este
lugar, pero ¿Ellos?
- Nos ofendes – respondió el
trillizo Rubio.
- Dejemos las formalidades
para después – respondí fríamente. Únicamente estoy aquí para comprobar que la
última vez…
Fui interrumpida por Ramsés.
- ¿Si era verdad? ¿Te has
sentido mejor? ¿Tu fuerza va recuperándose?
¡No lo harás! Nos necesitas.
Tenía razón pero no lo
aceptaría.
- Encontraré una manera…
- ¡Patea traseros, no es el
momento de ser testaruda!
- ¡Detente ahí mismo! – Le
grité – lo que haga o deje de hacer desde el momento que salí de sus dominios,
me concierne a mí y solo a mí.
Se han ufanado desde el inicio
de que lanzarán una gran búsqueda ¡Háganlo! Honestamente lo estoy esperando y
hasta el momento ¡Me han quedado a deber muchísimo!
- No veo la razón por la cual
debamos de lanzar dicha búsqueda, cuando podemos esperar a que tu sola llegues
con nosotros… - Dijo Bruno – Mi hermano puede ser un poco impulsivo….
- Les miré al tiempo que
cruzaba los brazos.
- Esa rebeldía tuya – insistió
Ramsés.
- ¡Bueno, es una fortuna que
ya no debas luchar más con mi rebeldía! – declaré en claro fastidio.
Se acercó peligrosamente y
ellos detrás de él.
- ¡Adelante! Es lo único que
falta ¡Que en mi propio sitio lances un ataque en mi contra!
- Si ha dejado de ser tu sitio
seguro, es tu asunto. Por cierto ¿Te agrada la nueva decoración? ¡No eres capaz
siquiera de impedir que lo modifiquemos!
Mis ojos llenos de furia
albergaban uno de los tantos infiernos que deseaba descargar en su contra.
- Permanece tranquila, en tus
condiciones no te atacaremos.
Mis ojos se posaron curiosos
sobre él, sin embargo fue el pelirrojo quién resolvió mi duda.
- Tu energía BB, se está
disminuyendo rápidamente tanto por falta de uso, porque no has recibido tu
dosis…
¡Claro que era algo que debía
preocuparme! Solo que no mostraría debilidad o duda ante ellos…
- ¡Eso no me impediría dar una
buena pelea! Di un paso atrás con mi pie izquierdo e incliné un poco mi
cuerpo hacia adelante preparándome por
si atacaban ¿Quieren comprobarlo?
Nadie lo hizo.
- Tengo una pregunta…
- Adelante - Dijo Mario.
- Mi familia sanguínea – hice
una pausa – ¿Ellos saben?
- No hasta el momento, es una
suerte que no tengan la misma fuente de información que nosotros, pero no tardarán
en enterarse, te recomiendo que pongas en orden todo esto a la brevedad…
Asentí.
- Bien, pues entonces les
recordaré que – Les mostré mi mano con la joya que ahora portaba – Pondré todo
en orden para poder organizar una boda, ahora soy una mujer comprometida. Mi
boda se llevará a cabo a la brevedad, espero que puedan acompañarme.
Muchas Cosas pasaron en tres
segundos
Los muchachos sostenían a
Ramsés
Los trillizos sostenían a
Atlas quien gritaba algo que para mí no tenía sentido.
Me debatí entre quedarme y
salir de aquel lugar, mi prometido no
tardaría en llegar y no quería que me encontrara en aquel estado.
Comencé a desvanecerme
- ¡Espera! – gritó un Ramsés
que ahora estaba calmado.
- Nos necesitarás muy pronto
pequeña, no terminemos de ésta manera la reunión de hoy.
Les miré sin decir palabra y
con cierto recelo.
- Promete que nos contactarás
si algo sucede – Pidió Mario.
- No puedo prometer algo que
no cumpliré, honestamente ustedes no me han dado ni la más mínima muestra de
que pueda yo contactarlos sin que ustedes me vayan a obligar a regresar…
- En estos momentos eso sería
muy sencillo – comentó Atlas.
- No puedes atacarme – le dije
segura de mí misma.
- No eres rival ahora, y él…
- ¡No te metas con Alex!
- ¿Necesitas defenderlo?
- No vayamos por ahí Atlas…
Estaba muy enfadada en ese
momento.
Estaba enojada porque se
habían metido en mi sitio seguro.
Estaba molesta porque tenían
razón, mi energía se estaba debilitando eso podía sentirlo hacia unos días solo
que no sabía que sucedía.
Estaba odiándolos en ese
momento porque después de todo lo sucedido, continuaban preocupándose por mi…
Y sobre todo estaba
encabronada porque…
- Atlas no vayamos por ahí –
dije sin pensar en mis palabras – si nos colocamos en la categoría de hombres
patéticos, no olvidemos que yo acepté un castigo por ti, pues estabas demasiado
asustado de ella…
Justo con esas palabras me
desvanecí enfrente de todos ellos. Los deje a atrás con aquellas declaraciones.
Realmente no les estaba dando
el lugar que merecían.
¡Dioses y Demonios! Cuando
estoy enojada no mido mis palabras. Atlas no merecía aquello.
Me recosté unos momentos para
hacer un inventario de lo sucedido y recrear la conversación en mi imaginación.
Respiré profundamente, lo cierto es que no me estaba sintiendo mejor.
¡Dioses y Demonios!
Di una vuelta más por aquel
lugar, no quería dejar atrás nada importante.
Otro viaje en avión, espero
estar obteniendo millas por esto. Al inicio era divertido, pero ahora ha dejado
de serlo para convertirse en algo tedioso que solo hago por necesidad.
Intentamos viajar de
incógnito, pero con él no es posible, lo abordan siempre para solicitar
autógrafos y fotos, la mayoría de las ocasiones termino siendo su fotógrafa
personal.
Solo basta con que una persona
lo reconozca para que la mazorca se desgrane. Él siempre ha sido muy amable con
todos sus seguidores, no planeaba cambiar aquello, yo debía cooperar ahora que
se anunció que yo era su prometida, no iba a ser por mi culpa que aquello
cambiara.
Me estaba acostumbrando a todo
eso y a esa vida.
Ocupamos nuestros asientos y
me acomodé para el vuelo intercontinental y de más de 10 horas, afortunadamente
estábamos en primera clase.
- Extrañaré el clima – dije
sarcásticamente.
Acarició mi rostro y besó mi frente.
- ¿Tenemos ya algún plan?
Preguntó.
- Referente a …
- Nuestro futuro, tu familia.
Respiré profundamente, sentí
como si él supiera de la visita que todos ellos me habían hecho.
- Planeo acomodarme primero a
tu ritmo de trabajo y si podemos tomarnos unos días me gustaría ir a visitar a
mi familia para comunicarles lo sucedido y darles la noticia.
Aún no podía creer que yo
estuviera diciendo aquello, no quería presentarlo aún a mis papás, ésta boda
cada vez tenía menos sentido en mi cabeza.
- ¿Entonces a que estás jugando? ¿A la casita? – Resonó esa voz tan
familiar en mi cabeza, hacía tiempo que ya no la escuchaba que incluso la
comencé a echar de menos.
- Calla, ni yo misma sé lo que quiero.
- ¡Con éste último giro, tu vida ésta resultando muy
interesante!
- ¡Calla!
- Te lo advertí… ¡Pero continúa por favor! Me estoy
divirtiendo de lo lindo.
- Me matas
- Lo sé y lo disfruto, porque sabías de antemano que
la idea no tenía orden, pies o cabeza, estas involucrando a un inocente e
incauto individuo que el único error que ha cometido es el de haberte conocido.
- Eso no es justo.
- Justo sería que le abandonaras en éste mismo
instante, solo lo harás sufrir, te presentó con su familia, quienes te
recibieron con los brazos abiertos, hizo público su compromiso a nivel mundial,
y desde el inicio solo ha procurado tu bienestar.
- ¿Crees acaso que no me mortifica eso?
- Pareciera que no, honestamente.
No me estaba sintiendo mejor
ni física ni anímicamente.
Me recosté sobre el hombro de
él y me perdí por unas horas en un sueño profundo. Quería dormir sin soñar
nada, pero mi pedido no fue atendido, al contrario tuve un millón de pesadillas
al punto de levantarme cubierta en sudor y en un sobresalto.
- ¿Estas bien? – preguntó
asustado.
- Estoy bien, solo necesito un
poco de agua – le confirmé.
Le llamó a la aeromoza y
solicitó el agua para mí.
Le di un par de sorbos.
Quizás estoy destinada a que
mis viajes en avión sean un completo y total tormento.
El resto del viaje me
concentre en no quejarme, simplemente en
sobrevivir a la experiencia.
- Estoy bien, le repetía constantemente para
intentar relajarlo, pero pareciera que mis palabras tenían el efecto contrario.
Dormitaba en momentos pero
siempre tenía pesadillas.
Alguien siempre moría a causa
de que no llegaba a tiempo para salvarle.
En otros sueños mis muchachos
finalmente se hartaban de todo lo que estábamos viviendo y se despedían para
siempre de mí, lo cual me dolió un millón de veces más, lo cual tampoco tenía
sentido ya que era yo quién los estaba abandonando.
Un sueño más donde Alex tomaba
una altura desmedida y simplemente me aplastaba.
¡Dioses y Demonios!
Llegamos a lo que sería
nuestro nuevo hogar después de estar cazando nuestras maletas y esquivar a un
par de fotógrafos en el aeropuerto.
Necesitaba una ducha urgente y
una siesta de 100 horas sin interrupción.
Continuará...
Continuará...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario