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viernes, 26 de agosto de 2016

23. The Distance




- Por un momento pensé que no tenías la mínima intención de cumplir tu promesa a dijo ella al tiempo que golpeaba con una vara la palma de su mano.
- Aún no se termina el día - afirmé.
Caminó en círculo a mí alrededor golpeando constante y suavemente su mano con la vara, estudiando y analizando, al ser ella considerablemente más baja que yo de estatura tenía que mirarme hacia arriba, y ello le molestaba. Su guardia personal se conformaba de cuatro individuos inexpresivos que acataban sus órdenes sin chistar y con lujo de violencia. Usualmente los veíamos vestidos con pantalones holgados que les permiten libertad de movimiento, alguna vez escuché decir a los trillizos que eran los ganadores del torneo de algunos años atrás.
Ejecutó un movimiento con su mano y dos de ellos se fueron a aprehender a Atlas. 
- ¿Realmente existe necesidad de hacer esto? no me estoy resistiendo.
- Ella soltó una risita exasperante – No es necesario que lo hagas respondió. -Sígueme. Llegamos a una barra  parecida a donde las gimnastas ejecutan sus habilidosas rutinas, solo que ésta era un poco más baja, más o menos medio metro arriba del nivel del suelo, la ocupábamos en entrenamientos donde corríamos como en circuitos y ese era un obstáculo de los muchos a superar.
- Haremos esto sencillo, verás, odio esos castigos elaborados que a todo ellos les gusta ejecutar. Daré la orden para que liberen a Atlas cuando hayas logrado pasar por esta barra de inicio a fin sin caer en el trayecto.
Es demasiado sencillo, ¿cuál será el truco? Evité evidenciar cualquier gesto que revelara mi indecisión, examine la barra mientras me quitaba los zapatos, subí mis pantalones hasta media pantorrilla y me subí  en un solo movimiento. Comencé a caminar segura de mí misma imaginando que estaría al final en unos pocos segundos, y con ese pensamientos me di cuenta de la realidad, sentí en la pantorrilla un golpe muy fuerte ejecutado con precisión y gracia, con la vara que ella  sostenía , fui testigo de lo que me dijeron anteriormente, los golpes de ella son más fuertes que el golpe de cualquiera de ellos, el golpe me sacó de mi zona de confort y eliminó la confianza que tenía en esos momentos cuando aterricé de bruces a sus pies en un pobre intento de caer con dignidad. Levanté la vista y observé la maldad en sus ojos así como  la felicidad que le produjo hacer aquello, todo aquello dibujado y resumido en una sonrisa que le iluminaba el rostro.
- Vuelve a comenzar – ordenó.
Ahora era que le veía la complejidad a aquel acto en apariencia sencillo.
Me puse de pie entendiendo completamente de que iba aquello y me subí nuevamente a la barra. No di un solo paso cuando ella imprimió otro golpe en mi piel ocasionando que perdiera un poco el equilibrio, recuperándome casi al instante, una vez que mi equilibrio era parte de mi cuerpo nuevamente comencé a caminar y ella golpeó uno de mis talones con tal fuerza que el dolor subió como espina por mi pierna, evidentemente aterricé nuevamente de cara al suelo. Alcancé a ver a Atlas quien hizo un intento de acercarse fue regresado a su sitio nuevamente por sus celadores quienes lo golpearon en un par de ocasiones.
- Repetí aquello una y otra vez, sin emitir ni un sonido, ni una sola queja, me esforcé por no detenerme a lamer mis heridas  ni tampoco tomé tiempo para respirar, no le daría la satisfacción de verme derrotada, cada paso era más difícil, mi concentración era errática ante el sentimiento de no saber a qué hora recibiría el siguiente golpe.
- Puedo continuar toda la tarde- dijo ella.
Atlas estaba ahora de rodillas y múltiples golpes en el rostro.
- Incumpliste tu palabra dije, este castigo lo tomaría yo por los dos sin embargo tú guardia está golpeándolo ahora.
- Tecnicismos, dijo ella. No soy yo quien lo está golpeando.
Mis pantorrillas estaban rojas y en algunos puntos morados. Mis rodillas estaban deshechas por las caídas al igual que mis manos. No iba a poder soportarlo por más tiempo.
De repente llego a mi mente uno de esos pensamientos que de haber estado dentro una película, se podría representar como  un rayo de luz abriéndose paso entre nubes grises: El objetivo es pasar de un lado a otro, ella está esperando que comience en perfecto equilibrio, sus palabras fueron Pasar de un lado a otro sin caer entonces... No deberá importar si lo hago corriendo ¿cierto?
Sonreí cuando me subí a la barra y me prepare para iniciar la carrera, misma que la tomó desprevenida y logre llegar hasta el otro lado sin que ella pudiera derribarme. Aterricé en cuatro puntos, mi felicidad fue en la misma proporción del enojo de ella. Al no poder tener ninguna  razón efectiva para negarme el triunfo  ante aquella acción desesperada, ella llego ante mí  y comenzó a golpear mi espalda con la vara al ver que le había ganado, en su propio juego, los golpes fueron ejecutados con fuerza y de manera continua, iban minando mi voluntad y ocasionaban que a cada golpe me fuera cayendo un poco  más hasta quedar de cara al suelo.
- Recibí todos los golpes que tenía para mí, mordí mis labios con tal fuerza que saboree el sabor de mi propia sangre. Ahogué mis propios gritos, entonces escuche que alguien gritaba su nombre - era César. 
- Ella cumplió el castigo -dijo. Si continuas golpeándola sin ninguna razón iniciaremos una guerra sin tregua en tu contra.
- Ella se detuvo al escuchar aquella declaración, su respiración estaba agitada y su rostro era de un rojo encendido.
- Puedo tener más de un motivo para hacerlo.
- Y lo aceptaremos -dijo él- si tienes razón, nos haremos a un lado.
- Voltee a verle y ahí estaban los cuatro,  hemos sido testigos de este castigo y ella lo ha cumplido, no creemos que exista una razón para que continúes golpeándola.
- Mario le retiró la vara de la mano en un gesto suave y cuidadoso.
Ella camino hacia la salida y su guardia la siguió desapareciendo así de aquel escenario. En ese momento me derrumbé. Sentí todo el dolor que había bloqueado. Atlas me tomó entre sus brazos. Él les confesó lo que había sucedido, ocasionando la furia y desaprobación  de todos ellos. 
- ¿Qué pensabas al acceder a esto Atlas? – le gritó Bruno con las manos al viento.
- Cuando BB le propuso el trato, ella accedió de inmediato. Nos cazó apenas llegamos aquí, dijo él.
- Pudiste avisarnos antes le gritó Jason.
- Pensé que tendría más tiempo.
- Fue mi decisión hacerlo y como tal espero que la respeten – dije.
Vayamos a casa, dijo Bruno.
Las curaciones son siempre un dolor de cabeza para mí y yo  aún podía dar pelea, tenía mucha adrenalina en mi cuerpo. Pero cuatro contra una presa ya de por sí golpeada no representó un gran reto para ninguno de ellos, terminamos en el suelo de mi recámara con un gesto casi irrisorio por su parte, donde mientras tres me sometían Mario limpiaba y  untaba bálsamo sobre mis pantorrillas.
- Esto es tan injusto, les expresé.
- Es necesario
- Es injusto - grité.
- Considéralo nuestro castigo por tomar las decisiones incorrectas, ocasionando así un castigo desmedido por parte de ella.
- Fue divertido al final de todo, ver su cara enfurecida.
- Si no hubiésemos llegado…
- Lo único que hubiese sucedido es que me tendrían que sacar en pedazos de aquel lugar, pero  nada más, nada que ustedes no hubiesen vivido ya.
- Atlas permanecía en un rincón como espectador, rechazó cualquier bálsamo cuando Mario se lo ofreció.
-¿Qué sugieren que hagamos con ustedes chicos?- Preguntó Bruno.
- ¿Con nosotros? No existe un nosotros, no más – declaré.
- ¿Acaso terminaron una relación tan pronto?
- Quizás deban darnos un tiempo a solas – pidió Atlas.
- Tiempo a solas para los tortolitos me pregunto si podemos concederles ese privilegio – indicó César.
- ¿Por qué? – pregunté con indignación.
- Tenemos una gran lista – afirmó Mario – veamos: Te pusiste en manos de la única mujer que busca tu renuncia y que hará cualquier cosa por conseguirla, sin mencionar que lo hiciste deliberada y voluntariamente. Nos ocultaron información valiosa lo que equivale a mentir, un castigo físico no podría ser ejecutado en estos momentos debido a tu condición. Atlas tú sobre todo – guardó silencio. Podemos buscar más razones si quieren o simplemente aceptar el castigo impuesto.
- ¿Castigo? ¿No es suficiente ya? – pregunté al borde de la locura.
- No visitas, no salidas. Irás y regresarás con nosotros, permanecerás en tu habitación.
- No hace diferencia – afirmé, él y yo ya no somos nada y dado que ya no es más mi guardián ya no tengo transporte para ir y venir, por lo que esto me acomoda perfecto.
- Bien, bien, como digas. – su tono evidenciaba que no creían nada de mis palabras.
- Siempre he aceptado sus instrucciones sin  cuestionar nada – dijo Atlas, pero no esta ocasión necesito algunos momentos para hablar con ella, por favor.
- Últimamente cuestionas mucho de todo… - le dijo César en ese tono que solo ellos entendían, con ese gesto tan típico de ellos, cómplices, amigos, ¿hermanos?
- Cinco minutos, solamente.
Se marcharon de la habitación.
- No me rendiré ¿sabes? No estoy de acuerdo con ésta separación.
- Necesito enfriar mi cabeza Atlas.
- Enfríala mientras estamos juntos.
- Te irás.
- Eso solo será un año.
- No podré saber nada de ti durante ese tiempo.
- Regresaré esta noche para continuar el tema.
- No lo hagas.
- Si no quieres  hablar entonces busca otro lugar para dormir, porque aquí estaré.
Dicho esto se marchó.
¡Dioses y Demonios! esta vida me llevaría a una muerte prematura, en este mundo las cosas se viven a mil por hora. Intenté analizar todo fríamente, si yo estuviera en su  lugar, posiblemente hubiese tomando la misma decisión, ¿A quién engaño? Tengo corazón de pollo, definitivamente hubiese accedido ante alguna petición similar. Él está sin duda dándome mi lugar pidiéndome que vaya con él, ¿Realmente es eso? o ¿Simplemente estoy tratando de encontrar una justificación? Desearía no haber visto aquella escena. En verdad lo deseaba, algo así como vaciar ácido en mi cerebro o arrancar la parte de mi cerebro que la albergaba. Quizás lo más sano sea que duerma hasta olvidar ya que no bebo para olvidar.
Encima de todo estaba castigada por ellos, esto era el colmo, confinada a mi habitación como una niña de secundaria.
No había comido nada en todo el día, por lo que literalmente devoré la cena. Me pidieron pasar al estudio, lo sabía lo estaba esperando. Añoré los días que estuvimos de viaje, donde todo era cordialidad.
- Debes cuidar tus pasos BB.
- ¿A qué se refieren?
- ¿Aun no comprendes por qué ella tuvo esa reacción con ustedes?
- Supuse que es simplemente porque me odia.
- Te odia por lo que representas, ¿otra mujer? Ella no cederá terreno con tanta facilidad.
- Pero no estoy interesada en quitarle nada.
- No la justifico pequeña, pero colócate un momento en su lugar – pidió Mario.
- ¡Lo hago ¡Solo que no entiendo por qué el odio injustificado, ¿Acaso no debería ser motivo de felicidad que otra mujer estuviera entrando en éste mundo? No pido que las cosas me sean regaladas, pero al menos esperaría algo de solidaridad de Género. Lo sé, dije, yo lo sabía, solo no quiere decir que lo acepte tan fácilmente. Ella es… agrrrrrrr. Respiré con profundidad.
- Tú y Atlas, deberán cuidarse, ustedes están sentando un precedente ante algo que antes no había sucedido, una pareja en este mundo y posiblemente un matrimonio.
- ¡No existe tal cosa como Atlas y yo!, Sí es cierto que, accedí a salir con él como su novia, ¡Sí! También olvidé actualizarlos al respecto, ¡Sí! También fui traicionada por él y una zorra que lo abordó el sábado por la noche y ¡Sí!, me encuentro destrozada.
Declaré todo aquello sin pensar en las consecuencias  y ya que la diarrea verbal había comenzado no pude detenerla.
- ¿Viste a atlas con alguien más? Se miraron entre ellos.
Me incliné un poco hacia adelante apoyando mis codos en las rodillas mirando al piso.
- Les he dado información que no deseaba compartir con ustedes, éste es un problema entre nosotros y lo debo tratar de esa manera, solo por ésta ocasión ¿Pueden intentar pensar que aun continuamos en aquella casa y no tomar acciones en base a lo que les dije?
- ¿Cómo si fuéramos amigos?
- Mis confidentes – dije – intentando ganar su simpatía.
- Ok, entonces no odies mis palabras dijo Jason. Me cuesta creer que Atlas te pudiese traicionar, pongo mis manos al fuego al decir que una de sus principales cualidades es la lealtad. Dudo mucho que su intención como tal haya sido la de engañarte. No a ti.
El resto de los muchachos opinaron de manera muy similar.
- ¿Escuchaste su versión de los hechos?
- Si la escuché, mas no la creo.
- Ante eso no podemos hacer nada, piénsalo con la profundidad que necesites y toma o desecha nuestro comentario. Avísanos la conclusión a la que llegas.
- Es importante que entiendas también que aceptamos que tú y él estén teniendo una pelea de enamorados, eso es normal, solo les pedimos precaución.
Podría sin duda, argumentar por el resto de la vida, porque o por qué no continuo con Atlas, sin embargo en ese momento y después de tales argumentos lo mejor era terminar ahí.
 Esperé por la llegada de Atlas  y mientras lo hacía recordé una noche en especial de nuestra estadía en aquella casa, y parte de la conversación que sostuvimos, fue una noche cálida donde los muchachos hicieron una fogata en la playa, era una noche de luna llena, la cual no requería de mayor iluminación, el sonido del mar sustituía cualquier ambientación artificial y la mejoraba por mucho. Ese día tuvimos una charla más nutrida  que las otras ocasiones
- ¿Cuál es tu comida favorita?
- Hamburguesas en todas sus formas, siempre y cuando tengan aguacate, el resto de los ingredientes puede variar.
- ¿Bebida?
- Recientemente me encanta el agua natural con mucho hielo.
-¿Color?
-Morado intenso
-¿Libro favorito?
-Trilogía, "la hora de las brujas" de Anne Rice.
- Son preguntas básicas BB pero nos ayudará a conocerte mejor 
- Me gustaría saber sus historias, saber más de ustedes ¿Cómo llegaron a ser el grupo unido que son? ¿Cómo llegaron a ser hermanos? lo cierto es que mi mamá me platicó mucho de ustedes pero ella solo sabe lo que Ramsés le platicó.
- Te platicaremos la historia resumida y si tienes preguntas puedes hacerlas.
- El programa de Eileen nace con su abuelo, quien descubrió, que algunas personas en el mundo tenemos la capacidad para manejar la energía de la manera  en la que lo hacemos nosotros,  fue reuniendo personas a través del tiempo resultando ser ellos los fundadores y ahora grandes maestros, encontraron un común denominador en todos ellos: eran huérfanos, centraron sus esfuerzos para buscar candidatos en  lugares como orfanatos, niños de la calle, etc, las búsquedas las hicieron por todo el mundo, los años pasaron y el grupo se nutrió más, en uno de los viajes que el realizó buscando candidatos la conoció a ella quien resultó ser hasta ese momento la única mujer que podía manejar energía del modo en que lo hacíamos nosotros, de sobra esta comentar que ella logró una maestría que nosotros aun no alcanzamos. Él la convirtió en su nieta legítima.  Ella heredó todo su legado a su muerte, manteniendo el  legado de su abuelo, nunca antes se había encontrado una mujer y muchos temas no fueron  contemplados desde un inicio, las reglas son claras al momento de formar una familia y ella las aceptó y las ha cumplido.
- Ella podría elegir a cualquiera de nuestro grupo para poder ser su pareja, así los dos podrían ser de éste mundo y ninguno tendría por qué dejar ésta vida.
- Sí y no. Muchos han tratado de conquistarla, solo que aparentemente nadie cumple sus requisitos. Asumiendo que alguno de nosotros pudiese ser su pareja y ella eligiera traer hijos a éste mundo la pregunta principal es ¿Qué harás si al tener un hijo resulta no ser capaz de manejar energía como sus padres? ¿Abandonaran los tres esta vida y serán capaces de manejar aquello? ¿Lo abandonarían a él o ella? ¿Solo uno renunciaría a ésta vida?  Es una de las tantas decisiones a las cuales nos enfrentamos los que vivimos ésta vida, es una decisión que tendrás que enfrentar también llegado el momento.
Para mí es sencilla- pensé y me quedé callada - sé que esta vida solo es una etapa  en mi vida, es fantástica, la amo, pero muy adentro de mi sé que no será un estilo de vida para el resto de mi vida.
- ¿Qué tenemos en común? Todos nosotros cumplimos años el 5 de Abril y Ramsés cumple años el 8 de abril. Ramsés nació en Egipto, el resto de nosotros desconocemos nuestro origen  pues nos trajeron casi recién nacidos,  te preguntarás ¿cómo es que pasamos las pruebas? Eileen cuenta con la habilidad de ver  a las personas con potencial para el programa, eso facilita las selecciones.
- ¿Ella me analizó a mí?
- Sí.
- Me gustaría saber que ve.
- Ve mucho potencial en ti, por ello fuiste aceptada después de una fuerte negociación con ella.
- ¿Quisieran darme detalles de esa negociación?
- No podemos por el momento, Ramsés tendrá que hablar de ello contigo.
- ¿Ni un poco?.
- Lo que ya sabes es lo que te podemos decir, acepta nuestras disculpas.
- Solo era curiosidad, nunca nadie se ha muerto por ello, ¿Cierto?
- Volviendo a la historia – Continuó Bruno - Nosotros somos parte de un programa piloto, iniciado por ella, donde todos llegamos siendo unos bebés, Ramsés tenía 5 años más que nosotros, no conocemos otra vida, somos como hermanos por qué nos hemos mantenido juntos desde que tenemos uso de razón, evidentemente existieron más reclutas con nosotros, la mayoría de ellos se convirtieron en entrenadores en el resto del mundo, son ellos quienes reciben a los ganadores del torneo, nosotros nos quedamos aquí como instructores dentro de las instalaciones , Ramsés siempre ha sido nuestro líder de una forma u otra y, él siempre nos protegió y guio cuando lo necesitamos, nos mantuvo unidos y motivados hasta llegar a ser lo que somos, tus tíos.
- Existe sin embargo otra característica que nos une y ya que estamos siendo más que honestos contigo y te estamos revelando nuestra alma – confesó Jason. Dentro de nuestras cualidades particulares  que descubrimos a temprana edad, está la de entendernos cuando estamos juntos, no es telepatía, no es tampoco como si nos leyéramos la mente, sin embargo y de una manera en la que no podemos explicar con palabras, al estar juntos nuestra energía se complementa y es una sola energía, de cierta manera solo con un movimiento, con una mirada, sabemos lo que piensa o decidirá el otro, eso nos hace fuertes y unidos, es como si fuésemos gemelos, que obviamente no lo somos, hemos pensado que se limita a nuestro día de nacimiento pero compartimos esa cualidad con Ram.
- ¡Lo sabía! Eso siempre me había intrigado un poco, pero ahora cobra todo más sentido.

Vi llegar a Atlas como siempre con la habilidad que lo caracteriza, la puerta del cuarto de baño estaba abierta y yo me encontraba sentada en el suelo recargada en la tina de baño. Le miré mientras entraba a aquel lugar, dando pasos seguros de sí mismo mientras me veía de soslayo.
- Tienes muchas cosas que pensar ¿cierto? Dentro de esa cabecita tuya que ahora está debatiéndose entre  tu verdad y mi verdad de los hechos.
Descendió hasta mi altura quedando frente a frente a centímetros de mi rostro sosteniendo su peso totalmente sobre sus pies, tomó mi mentón con su mano a fin de levantar mi rostro y que pudiese verle directo a los ojos. A mi mente llegaron las palabras de Jason  pongo las manos al fuego por él que ya es mucho decir, algo de verdad debe haber en todo aquello.
- No acepto que termines ésta relación- dijo, sencillamente no lo acepto porque no existe una verdadera razón para hacerlo.
- Te detendré aquí mismo. Asumiré por un momento que lo que me dices es real, que ella te besó y que tú eres una inocente víctima de todo esto. Pensemos también que continuamos siendo novios tu y yo… ¿Quieres que te acompañe en este proceso, acompañándote a cuidar a tu pequeña zorra? Me pregunto ¿Qué harías tú en mi lugar? Serías tan bondadoso en acompañarme, pues como yo lo veo si en algún momento alguna pobre alma incauta se atreviera a besarme, intencionalmente o no, seguramente descargarías tu furia sobre el sin preguntar nada o esperar alguna explicación de mi parte. ¿Me acompañarías tú de la mano, con buena cara y con excelente actitud a ser la persona que esté pendiente de  esa operación? Recordarás que te confirmé que yo era igual o más posesiva que tú. ¿En qué papel quedaría yo con tu pequeña zorra?
- No te estoy pidiendo que seas tú la mano que la opere, te estoy solicitando que me acompañes en el proceso, así estarás segura de mis acciones con ella.
- No lo quiero hacer y no lo haré, puede ser, como bien dijiste que no me solidarice por que no sé lo que es estar sola en este mundo, pero no lo haré, y ya que te gustan tanto los ultimátum te daré el siguiente, si vas con ella, tu y yo terminamos, quieres que arreglemos esto como una pareja, pues arreglémoslo. Ella o yo.
Me miraba con cara de perplejidad.
- Siempre serás tú, dijo. Mi elección siempre serás preciosa. Me abrazó enterrando su rostro en mi hombro.
¡Dios! Pensé que daría más pelea, que podría tener más argumentos, no pensé que cedería tan fácil.
- Pero sí que te equivocas en algo –dijo sorpresivamente. Yo estaría a tu lado apoyándote ayudándote evitando que estuvieras con esa persona más tiempo del necesario. Porque para eso son las parejas para apoyarse mutuamente, no siempre nos gustará lo que la otra parte elija, pero la clave es el apoyo.
Aplastantemente dio un giro inesperado haciéndome sentir la peor persona del mundo.
- ¿Me estás haciendo sentir culpable?
- ¿Está funcionando?
- No juegas limpio – dije entendiendo sus intenciones.
- Nunca lo hago.
- Estas sentando un precedente, cuando llegue el momento y sé que llegará, te recordaré este  momento de manipulación, además si accedo lo cobraré caro muy caro.
Besó mi cuello en ese punto justo que me hace derretir… literalmente.
- ¿Qué tienes en mente?
- Cosas pecaminosas, muy pecaminosas…
Sonrió y me besó apasionadamente sin tomar prisioneros, se detuvo un momento mirándome a los ojos. Te amo preciosa.
¿Qué puede hacer una sencilla chica como yo ante aquellas declaraciones?
Me perdí en sus besos unos momentos más. Me debes una compensación muy, muy grande Atlas.
- Ahora que eres mi novia puedo compensarte en la manera que solo yo puedo hacerlo.
-¿Existe alguna diferencia? Me siento como si únicamente hubiésemos formalizado lo que ya veníamos viviendo.
El simplemente sonrió.
- Ahora me será más difícil enfrentar nuestra separación.
- Vayamos un paso a la vez preciosa, un paso a la vez, vivamos este tiempo como si no hubiese un mañana,  evitemos arrepentimientos. Dejemos las peleas para después, entreguémonos mutuamente.
- ¿Sin limitaciones?- me acerqué a él con claras intenciones.
- Sin limitaciones pero no aquí, no mientras ellos duermen, te puedo brindar algo mejor, un escenario digno, te mereces algo mejor.
Sacó de  la bolsa trasera del pantalón un estuche rectangular – Compré esto para ti, pensando en que querías recobrar tu “correa”. Lo abrí y encontré una fina línea de eslabones unidos entre sí, con pequeños colgantes de estrellas y lunas así como una pequeña letra “A” al inicio de la misma, la pulsera era de oro blanco, muy larga para ser colocada en la muñeca.
- Tus piernas siempre han sido una debilidad para mí, y creo que lucirán particularmente coquetas con esto en una de ellas.
            - ¿Te gustan mis piernas?
            - Particularmente las piernas, aunque me gustas toda tú. Deseo poder tenerlas rodeándome en algún momento o junto a mis orejas….
Me puse color tomate, se inclinó para colocarla al mismo al tiempo que me daba unos pequeños besos.
- Creo que se me está ocurriendo el precio adecuado para lo que estoy por acceder a hacer, lo de ser una novia comprensiva y acompañarte en todo momento.
Levantó la vista hasta encontrar mis ojos con los suyos.
Pronto será mi cumpleaños, pero no es algo que no supieras, lo que debes saber es que, mis primas y yo festejamos nuestros cumpleaños en “XXXXXX”.
- En ese lugar bailan hombres desnudos.
- Semi –desnudos – le corregí - cubren sus partes más interesantes – dije en tono de decepción -  y sí, no tengo intenciones de cambiar mis costumbres.  El día de mi cumpleaños, es el día que más me gusta celebrar en todo el año, pero no aceptaré ningún regalo que no sea hecho por tus manos, a ti te gusta comprar costosos regalos como ésta nueva correa, dije, pero en mi cumpleaños esperaré algo donde pongas el corazón.
- Hombres  desnudos.
- ¿Solo eso escuchaste? Como sea, tú permanecerás sin hacer escándalos, ni celos ni planes maquiavélicos, iré a mi celebración y advertido estas.
- Esta bien dijo y sonrió, sabía de antemano que aquello no se quedaría así pero lo disfruté esos 5 minutos donde sentí que tenía el control, aquella sonrisa solo significaba que había comenzado uno de sus planes para destruir los míos.
Me abrazó nuevamente
- Vayamos a descansar Atlas, mañana de por sí no podré moverme fácilmente,  y tengo que enfrentarme a las nuevas reglas de los muchachos, ¡Castigada como niña de secundaria!
- No estás pensando creativamente – dijo – puedo adivinar que no fuiste castigada frecuentemente.
Negué con la cabeza.
Aún nos veremos todos los días, tenemos nuestros celulares, computadoras y me estaré colando por las noches aquí, mientras tú lo permitas, también puedes argumentar que dado que estas castigada preferirías estar con tus papás los fines de semana  y ahí será más sencillo vernos – sonrió.
Yo puedo ver que tienes mucha experiencia siendo castigado. ¿Algún día me contarás tu historia?
- Algún día, lo prometo.
- ¿Atlas? Ahora que somos novios, puedo hacer esto, me puse frente a él y tomé con ambas manos sus glúteos mirándole de manera pícara, pidiéndole con mi mirada que me diera un beso.
- Nunca necesitaste permiso, antes lo tomaste y no te lo impedí.
- Reí, es cierto.
- Lo que deberías pensar es que ahora tenemos que decirle a tus papás, si lo piensas necesito algún tipo de compensación por mi valentía, tú no eres una mujer como cualquier otra, eso lo tengo claro desde el inicio, pero no solo tienes un papá, tienes seis, todos ellos con dientes cual tiburones, y me he tenido que enfrentar a ellos, me han golpeado y he soportado, pero tu papá….
- Respecto a él, será mejor que no le digamos nada, tomemos éste tiempo como de prueba tú te marcharás y no quiero complicar esto con mis papás, yo tomo la responsabilidad de ello si surge algo.
- Ellos pidieron honestidad de mi parte.
- Mi familia, yo decido, y para esto no existe margen a discusión, tómalo o déjalo es mi mejor oferta.
- Es noche, descansa.
Se marchó perdiéndose entre las sombras de la noche.
¿Atlas y yo? Siendo parteaguas, suena interesante.

El siguiente día descubrí con horror frente al espejo que las marcas en la espalda no disminuyeron y sin embargo se tornaron color gris como piel muerta de una película de terror, bajé en paños menores corriendo en pánico con los muchachos, mis pantorrillas tampoco estaban mejor.
- Pequeña entendemos tu consternación pero vístete, ¡¡somos tus tíos!! – Exclamó en un grito César.
Fui rápidamente a la sala y tome una de las frazadas que  se encontraban permanentemente ahí y me envolví en el ella para regresar a que me explicaran lo sucedido.
- Como ya lo sabes – dijo Mario – Cuando un castigo es aplicado, la energía de la otra persona es puesta en ese castigo. Cuando ella ejecuta un castigo, transmite toda su furia a través de los golpes que ejecuta.
- Pero antes ya la he visto hacer lo mismo con los demás y sus marcas jamás lucieron como las mías, parezco un cadáver en descomposición.
- El principal sentimiento de ella hacia ti, no es precisamente amor.
- ¿Se quitarán?
- Sí – afirmó Bruno- eventualmente desaparecerán, quizás en un par de semanas si comienzas a manejar tu energía a tu favor y te ayudas a sacar toda esa energía negativa en ti, aunque es de reconocer que lo estas manejando muy bien, esperábamos que cayeras en cama, enferma por esta causa y aparentemente contuviste los daños en esos golpes.
Grité y golpee la mesa – Grrrrr esa….
- Cuida tu boca – me miró duramente Jason.
Respiré y me reagrupé. Está bien,  me dije, son efectos colaterales, ella espera lo peor es momento de dar lo mejor, subiré a vestirme ahora y a gritar un poco mi furia en la privacidad de mi recámara.
- Apresúrate no quieres llegar tarde. Si recibes otro castigo sobre esos golpes te aseguro que no será algo agradable.
- Pequeña – me llamó César – Aun tienes pendiente pagar tu castigo por ser la perdedora en el evento de hace algunos meses, el resto de tu equipo ya lo pagó, no puedo permitir que lo evadas por más tiempo. Debe quedar ésta misma semana.
- ¡Diablos! Lo olvidé por completo. ¿Pintar cierto? Lo haré por las tardes.
- Yo te estaré supervisando, te corresponde la parte sur de nuestros muros.
Eso cambiaba todos mis planes y debido a mis marcas no iría con mis papás mi mamá sufriría innecesariamente. Reí internamente al darme cuenta que ellos iban un paso delante que nosotros, planearon estratégicamente esto en base al conocimiento que tenían  conocimiento es poder.
¿Dolor? Ha cobrado un nuevo significado, me duele moverme, siento dolor y ardor permanente, mi propio sudor es como ácido sobre mi piel y ¿ella? Presente en todo momento, evité mostrar mi rostro de dolor y me esforcé porque mis movimientos fuesen lo más naturales posibles. Dudo mucho que lo haya logrado. Ella se retiró de ahí sonriendo de satisfacción.
Mario me acompañó a durante la hora de comida evitando así que pudiese tener contacto con Atlas. Tampoco mostré mi enfado al respecto. Él lo estaba disfrutando lo adiviné por sus palabras.
- ¿Has visto a Atlas el día de hoy?
Negué con la cabeza.
- ¿Es molesto verle y no poder acercarte? – sonreía ampliamente.
Le miré a los ojos, ¿lo disfrutas, cierto?
- Es divertido, lo reconozco. Ustedes no son una pareja normal, nuestra relación tampoco es normal, necesitamos ponernos creativos con sus castigos. Sin mencionar que…
- Lo veo, dije, aun no aceptan a Atlas en mi vida. ¿Será así con cualquiera cierto?
No respondió.
- Lo sabía, ustedes ya se enamoraron  de mí ¿Eso de celar a tu familia, apesta, cierto?
Mi respuesta no le causó nada de gracia y se puso serio, por lo que metí mi cara en mi charola de comida y no dije nada más.
César se acercó a nuestra mesa, vámonos, necesitas comenzar ya, si quieres terminar tu parte ésta semana.
Coloqué todo en su lugar y le seguí. Anteriormente ya había pintado pero no quería imaginarme lo que estaba por venir. En un instante me sentí como Karate Kid cuando lo ponen a pintar la cerca, la pared era infinita. Comenzar es el paso más difícil.
En un momento escuché un revuelo, los trillizos llegaban hasta aquel lugar junto con Atlas. César los detuvo en seco. Pero ellos encontraron el hueco preciso.
- Las reglas dictaban que el grupo perdedor perdería, pero jamás se aclaró que el grupo ganador no podría ayudar.
Hubo una discusión de por qué sí y por qué no y terminamos  5 personas pintando. Me sentí feliz, agradecida y en deuda, después de aquello no podría negarme a cualquier favor que pidieran por el apoyo en la fiesta de Atlas y por éste apoyo que realmente agradecí, pues con su ayuda terminaría en muy poco tiempo.
- Gracias chicos, no tenían que hacerlo, dije.
- No es desinteresado BB – dijo el rubio. Tenemos un evento éste viernes en el cual necesitamos tu presencia.
- Estoy castigada.
- Es tu problema dijo el moreno – te necesitamos y tienes que ir, es parte del show, así que busca la manera.
- ¡Dioses y Demonios!.
César envió a Atlas a pintar al otro extremo de donde nos encontrábamos nosotros, al no tener otra alternativa más que permitirle el paso a pintar.
Mientras descansamos de nuestras actividades e íbamos de regreso a la última clase les pregunté si ellos se anotarían en el torneo de este año.
- ¿Bromeas? Todos nos anotaremos ¿acaso tu no lo harás?
- No mientras sea una elección. Dejaré ese juego de egos para los que están interesados.
- Por cierto Kevin regresará en breve – hizo la observación el pelirrojo.
- ¿Kevin?
- El ganador del año pasado, escuchamos rumores de que los otros ganadores desertaron hace unos meses.
- ¿De dónde se enteran de tantas cosas?
Ellos simplemente rieron.
- ¿Te enteraste ya del campamento que está organizando Jason en Suecia?
- Insisto, ¡Yo vivo con él, como es que ustedes se enteran antes que yo?
- Algún día te revelaremos nuestras fuentes.
- Nunca he ido a Suecia.
- ¿Entonces iremos?
- No creo que sea una opción el no ir – dije -  si lo está organizando Jason seguramente estoy incluida por descontado.

Esa noche tuve muchas pesadillas en medio del dolor que provocaban los pliegues de la cama sobre mi piel. No tuve mas remedio que ponerme de pie e ir a solicitar medidas desesperadas a los muchachos, con mucha pena les desperté y les pedí que me guiaran  ¿Cómo puedo eliminar la energía de ella? Es molesta.
- César se tallaba los ojos – Lo lograrás meditando.
- Meditemos entonces, me senté en medio de  mi recamara dispuesta a hacerlo.
- No.
- ¿No?
Se miraron entre ellos.
- Le llamaremos a Atlas,  lo necesitamos para que te aferres a él y no te pierdas.
- ¿Recuerdas la última vez? Analizamos la situación y una conclusión es que cuando meditas con él sus energías de alguna manera permanecen juntas, ahora que son pareja, ese lazo será más fuerte.
- Pero es muy noche.
- Entonces verás cuanto es que realmente le importas – dijo Bruno tomando el teléfono y realizando esa llamada.
Atlas llegó en 15 minutos, usando únicamente una playera y un holgado pantalón.
- Debes enfocar tu meditación a hablar con tu cuerpo, con tus células, armonizando tu energía y eliminando toda aquella energía que no se encuentre vibrando en tu misma frecuencia.
Comenzamos a respirar profundamente y en menos de lo que esperaba ya me encontraba yo en ese lugar familiar para mí. Vi aquel ojo de agua, todo era familiar, pero ahora una forma blanca estaba de pie ahí, no era humana pero tampoco era monstruosa, era muy borrosa.
- ¿Hola? – dije – pero no recibí respuesta.
Si no estás invitada, te pediré que te retires, éste es MI lugar.  Escuche una risita.
¿Eres la loca de la casa?
¿Quieres que sea la loca de la casa?
Quiero saber por qué estás aquí.
Estoy aquí porque me necesitas
Explícame
Siempre tan impaciente.
¿Qué es lo que necesito de ti?
Recuéstate, solo recuéstate.
Lo hice y la razón fue clara, si estaba ahí, era porque yo le había permitido el paso, los muchachos no podían llegar hasta ahí entonces había una razón para que aquello estuviera ahí.
Es correcto
¿Qué es correcto?
Lo que piensas.
Puedes leer mis pensamientos
Aquí, no existe el tiempo, el lugar, la forma como los conoces, aquí todo es relativo. Recuéstate.
¿Qué harás?
Te ayudaré a eliminar la energía de ella.
No me molestaré en preguntar cómo lo sabes – aquella forma rio.

Desperté recostada en medio de mi cuarto, los muchachos estaban dormidos ahí también, aun no era completamente la hora de levantarnos, pero mi reloj biológico estaba funcionando a la perfección.
Recordé lo que vi, lo que sentí y creo que…. Lo mejor será guardarlo para mí. Mi cuerpo ya no dolía pero mi piel continuaba pareciéndose a la de un muerto en descomposición. Ahí frente al espejo me pregunté si lo que recordaba sería real o sería un juego de mi mente…