Llegó
a nuestra mesa un delicioso y bien servido pedazo de pastel de chocolate acompañado
de 2 cucharas para compartir además de un café irlandés, el pastel, él tomó con
una de ellas un gran pedazo de pastel, lo saboreó, le dio un trago a mi café y
sonrió.
Que
atrevimiento - pensé, ahora tendré que comer de sus babas - internamente el
pensamiento me llevó por caminos pecaminosos.
-
Bien patea traseros, revisemos las reglas.
-
Primero y antes que todo, debo enfatizar
que deberías sentirte sumamente orgullosa ya que es un privilegio para ti que yo sea tu guardián, posiblemente no pudiste
tener a nadie mejor.
-
¡Como si hubiese tenido alguna opción !,
le sonreí.
-
Descubrirás que debido a mi antigüedad
dentro de la asociación esto te traerá múltiples beneficios. Prosigamos,
Las reglas básicas:
·
Discreción:
Debes recordar que nuestra asociación y lo que sucede
en ella pertenece a un círculo cerrado, solo algunas pocas personas fuera de
ella saben realmente lo que aquí sucede.
·
Puntualidad,
no eres dueño del tiempo de nadie, si alguien te cita, sé puntual.
·
Obediencia,
una vez que hagan las presentaciones pertinentes, comprenderás nuestro
organigrama, si alguien tiene un status mayor que tú, obedece a ojos cerrados,
no cuestiones, es más sencillo si imaginas que estas en el ejército. En tu caso
como tienes espíritu rebelde, lucha en contra de él, lucha como si tu vida
dependiera de ello.
·
Respeto:
Dirígete de manera educada a cada una de las personas con quienes tengas
contacto, el respeto es muy apreciado dentro de nuestras instalaciones, sobre
todo con las personas de menor rango que tú. Eileen no tolera falta de respeto
de ninguna manera, memorízalo.
·
Tus
tutores: Ellos son los responsables de ti en
todos los aspectos, ellos determinarán el mejor entrenamiento para ti y en caso
de ser necesario ellos serán
disciplinados por ti.
·
Tus horarios serán determinados por tus
tutores, te sugiero que de igual manera seas puntual.
·
Cuando tu energía comience a manifestarse,
debes recordar que no puedes usarla con personas que no pertenezcan a ésta
asociación, de hacerlo resultarías exiliada de manera inmediata.
·
Alimentación -
una sencilla regla, no pongas en el plato lo que no te comerás.
Castigos:
Serán
determinados de acuerdo a la gravedad de la falta y serán ejecutados por la
persona ofendida, el tutor o el guardián a cargo, básicamente atienden a que no cumplas con las reglas. Me
inclino a pensar que por tu naturaleza rebelde tendremos que disciplinarte
constantemente….
Eileen
pedirá tu cabeza en cada ocasión, recuérdalo.
A
éste punto estaba al borde de la perplejidad, toda causa tiene una
consecuencia, y en apariencia todo aquí es llevado al extremo.
-
¿Qué tipo de castigos? –pregunté
-
Lo usual dijo el, una vara, un cinturón,
una fusta, lo que tengan a mano, y si me permites una recomendación… no huyas,
únicamente lo harás peor.
Asistirás a clases donde
comenzarás a desarrollar el manejo de tu energía, son clases como las que hasta
ahora has tomado, con instructor y
todo, para tu fortuna tus tutores son
instructores, ellos tienen un poder que todos nosotros anhelamos alcanzar,
estas anotada en todas sus clases y permíteme desearte buena suerte ya que
también estas anotada en mis clases.
Físicamente espero que
estés preparada para recibir la paliza de tu vida , ( apuesto a que estas
palabras las tomó de la primera vez que hablamos) pues además de recibir
entrenamientos exhaustivos, nadie detendrá sus puños solo porque eres mujer.
En tu caso cuentas con
la fortuna de que Mario es doctor, y el estará encargado del cuidado de tu
salud, lo que me recuerda que tenemos que llevarte a tu examen médico ésta
semana, necesitan evaluarte antes de comenzar ¿qué día te parece mejor?
Necesitarás toda la tarde.
-
Mi trabajo… - balbuceé en voz alta.
-
Renunciarás
mañana.
-
Sí, pero aun así necesitan tiempo en
encontrarme un reemplazo pues esto es repentino, y no planeo dejar todo tirado
tras de mí, mi reputación está de por medio.
-
Debes comenzar a replantear tus
prioridades, me indicó, por esta semana podré darte algunas concesiones, pero
una vez dentro de nuestras instalaciones, debes obedecer mis instrucciones, me
recordó.
-
¿Nada de negociar?
-
No.
-
Diablos, ¿entonces si no obedezco me
castigaras?
-
Si.
-
Y si obedezco ¿Tendré alguna recompensa?
-
Solo el placer de no ser castigada –
respondió.
-
¿Me golpearás tan fuerte como la primera
vez que me conociste?
-
Sonrió, eso es algo injusto si lo piensas
– respondió- , yo solo seguía ordenes, descubrirás que en ciertas ocasiones no
tendrás otra alternativa. Pero respondiendo tu pregunta, no, no te golpearé así
de fuerte.
-
Uf - respiré aliviada.
-
Yo golpeo más fuerte patea traseros, de
verdad no quieres hacerme enfurecer.
Sabía que decía la
verdad, pero también sabía que me su intención de asustarme, fue clara.
Pequeña patea traseros
ahora que comprendiste tu posición, debo recordarte algo… sacó el sobre que
honestamente comenzaba a ponerme los pelos de punta.
-
¿Lo
llevas a todos lados? – pregunté.
-
Lo
haré por un tiempo hasta que encuentre el castigo perfecto por tu falta de
obediencia.
-
Eso fue antes de que supiera todo lo que
ahora sé - dije.
-
No hace ninguna diferencia, te lo advertí,
me divertiré enormemente, pero verás que soy un guardián justo, tienes hasta
antes de que dejes tu antigua vida atrás para proponerme alguna actividad que pueda
compensar esto y lo dejemos en el olvido, en caso de obtener alguna propuesta
interesante, pues podemos olvidar lo sucedido, debes saber que de cualquier
manera recibirás este dinero de regreso.
-
¡Tanta injusticia!. Debes darme alguna una
pista de lo que pueda sugerir para que lo consideres un castigo justo.
-
Eso sería sencillo, sin embargo quiero
poner a prueba tu creatividad y hasta dónde puede llegar, dio unos pequeños
golpecitos en la mesa con su dedo índice
-
Si estas esperando algo de sexo de mi
parte, olvídalo, aun soy virgen y no planeo perder mi virginidad de esa manera.
Para cuando me di cuenta de la tremenda confesión que había hecho, me cubrí el
rostro, - no sé por qué dije algo así. Me puse rojo tomate, necesito aire, me
puse de pie.
-
Tranquila dijo, soy un caballero no
necesito tocar el tema si tú no te sientes cómoda con ello, se puso de pie y se
retiró unos momentos de ahí, supongo que querría darme mi espacio, respiré
calmadamente, me odie a mí misma porque
estaba revelando mucha información para él.
Regresó a la mesa pasado
algún tiempo, aunque creo que así hubiese sido una eternidad, no me hubiera
sentido mejor, se sentó mirando mi rostro efectivamente no volvió a tocar el
tema.
-
Y Bien preguntó, quisieras hacer algo de
sobremesa o quisieras que nos retiráramos?
-
Tengo una pregunta para ti, dije, más bien
es una petición
-
Adelante.
-
Cuéntame de ti y de tu vida, hasta ahora
sabes demasiado de la mía, y yo no sé nada de la tuya.
-
Rio un poco y suspiró mirando al techo, mi
vida dijo, no es tan interesante como la tuya, nací, crecí, me reclutaron y
ahora soy niñero.
-
Obviamente la respuesta me dejó más que
inconforme.
-
Esa historia patea traseros la dejaremos
para otra ocasión. ¿Quieres hacer algo de sobremesa o quisieras quizás
acompañarme y caminar un poco por lo que será tu nuevo hogar?
-
¿Podemos hacer eso? es decir aun no soy
formalmente integrante de si equipo de elite. La curiosidad me mataba sin duda,
pero aun quiero disfrutar de los momentos de mi "Antigua vida", si
quieres regresar por mi está bien, dije, me vendría bien caminar de regreso a
casa.
Se tomó la cabeza entre
las manos, ¿cuándo entenderás? Ellos me encargaron tu seguridad, y debo estar
seguro de que llegas a cada uno de tus destinos sana y salva, como dije, todo
será más sencillo cuando estés dentro de nuestras filas.
-
Suenas como Edward Cullen - dije - realmente eres posesivo. Pareció no reconocer
el nombre.
-
Es lo natural para mí, se encogió de
hombros.
-
No quiero imaginar por lo que tienen que
pasar tus pobres novias.
-
Cada una sabe lo que puedo dar y lo que no
les daré. Y solo para aclarar, quien tenga el privilegio de llamarse mi novia,
será quien decida unir su vida a la mía, bajo la religión, ritual o lo que ella
decida, eso es lo de menos.
-
Eres un romántico, le dije, detrás de toda
esa fachada de chico malo eres un romántico empedernido.
Antes de abandonar el
lugar y debido a que estamos con el asunto de reglas y negociaciones, referente
al punto de elegir algo que nos una y dado que prácticamente me estoy
convirtiendo en tu esclava sugiero unas esposas… dije en tono de broma. Inmediatamente lancé una carcajada pero el pareció no
entender la broma
-
Tu sugerencia me parece la adecuada, haré
los arreglos necesarios.
-
Atlas, dije solo es una broma no andaré
portando unas esposas por ahi, solo falta que sean de oro y piedras preciosas
dije…
-
Buena idea
-
Atlaaaas, le grite no puedes hacer eso
-
Solo observa
-
De verdad no aguantas ni una broma.
-
Sonrió, sé que era una broma, pero me
parece algo creativo y lo aplicaré, y del punto dos, pregunto.
-
Me puse rojo tomate, debido a mis
recientes declaraciones. Atlas dije, tú quieres intimidad pero yo no podré
dártela, me interesa el punto de cambiar algunos castigos pero no así.
-
Te propongo un trato –dije - acepto si
esto lo tomas también a cambio del
castigo por el sobre que cargas a todos lados.
-
Te propongo un nuevo trato, acepto si y
solo si el cambio es porque accedas a tener una cita con migo por cada castigo
que te perdone, sin límites ni quejas por tu parte, una cita donde te prepares
con anticipación solo para mí en toda la
extensión de la palabra, y sobre todo ese día podré besarte a mi antojo,
¿qué opinas?, con la plena certeza de que nunca haría nada que tu no quieras.
Ese es el punto pensé
para mí ( y si realmente es lo que yo quiero?) necesito protegerme.
Le miré de re-ojo con cierta
cautela, en ese momento mis hormonas se antepusieron a mi razón, - Atlas dije -
, sé que me arrepentiré por esto y muy seguramente quien terminará llorando seré yo (pero es
algo que deseo y lo disfrutaré mientras pueda) acepto, dije.
-
¿Lo sellamos con un beso? Preguntó
-
¿Solo uno? - reí. Al tiempo que le extendía la mano dando a
entender que selláramos con un apretón de manos.
-
Entonces si no quieres ir a visitar tu
nuevo hogar, ¿qué quieres hacer?
Cosas pecaminosas
pasaron por mi mente con aquel chico a mi disposición, ya está comenzando a
anochecer, quizás lo mejor sea regresar a casa ¿Puedo manejar tu coche?
-
No, no puedes. Respondió, rápida y
directamente.
-
Pero antes dijiste que lo pensarías.
-
Ya lo pensé, y la respuesta es NO.
-
Continúan las injusticias… pero te lo
advierto dije empuñando mi mano al aire, algún día ganaré una apuesta y
entonces me deleitaré manejando ese coche tuyo a mi antojo.
-
Jajajaja ese día nunca llegará
-
Nunca digas "de esa agua no beberé
porque te puede dar sed"…
Abrió la puerta del
coche para que me introdujera en él. Se ha portado de lo más lindo ese día.
-
Atlas, te prometo que algún día te pagaré
todo lo que estas pagando por mí.
-
No debes preocuparte los muchachos pagaron
todo, se sienten particularmente emocionados por haberles permitido ser parte
de ésta celebración en tu vida.
-
Es algo que me está costando mucho dije,
no he sido educada para tener este tipo de vida.
-
Tú, déjate querer, espero que descubras con agrado que a partir
de ahora tu vida estará rodeada de unos perfectos caballeros en toda la
extensión de la palabra.
-
Eso me queda muy claro, ustedes son todos
unos caballeros, medievales, pero caballeros al fin, le sonreí ampliamente.
Le pedí me llevara a
comprar algo de pan dulce para llevar para algo de postre a la cena de mi
familia.
-
¿Me invitarás a cenar con ustedes? –
pidió- Puedes presentarme como tu amigo.
Ya no tenía caso seguir
ocultándolo, pensé. - Nuestras cenas son
simples Atlas, Nosotros tomamos el pan con los dedos, leche caliente, reímos,
bromeamos , nos rifamos el quien lavará los trastes sucios y después nos vamos
a dormir, nadie pone la mesa por nosotros ni la levanta por nosotros, no creo
que sea algo con lo que puedas lidiar.
-
¿Por qué no me permites ser la persona que
decida eso?
-
Accederé con la condición de que seas tú
quien lave los platos, y si no lo cumples, sea cual sea la causa, tendrás que permitirme
conducir tu coche.
-
Hecho, no se diga más.
Llegamos a la panadería
que estaba cerca de mi casa, ahí ya éramos clientes frecuentes, me gustaba un
pan en particular hecho de pan de hojaldre. El panadero ya me conocía bien, de
inmediato notó que estaba acompañada, hice mi compra rápidamente, al momento de
pagar la cuenta, Atlas estiró la mano con un billete, ni siquiera hice
berrinche.
-
Era
innecesario que tu pagaras también por esto, pero gracias.
Al llegar a casa estaba nerviosa, si bien
solo había llevado solo a un "novio" me sentía un poco incomoda al
presentarlo.
-
Déjalo en mis manos, me susurró al oído,
tomó la batuta en las presentaciones y el mismo se presentó como “Mi guardián”.
-
Me preguntaba cuando te conocería - dijo
mi mamá.
-
A sus órdenes señora, he venido a
presentarme formalmente, como usted sabe soy el encargado de la seguridad y
bienestar de su hija. Si tuviera alguna petición para mí, la escucho
atentamente, dijo al tiempo que ayudaba a poner la mesa, realmente era todo un
caballero.
-
Únicamente te pediré que te encargues de
que termine formalmente su carrera, ella necesita un título, nadie sabe lo que
el futuro le deparará y me preocupa que deje éste trámite sin concluir.
-
Señora, no tiene nada más que decir, antes
de un año, usted tendrá colgado en su pared el título que pide.
Le miré un tanto enfadad, estaba
prometiendo algo que no sabía si podría cumplir.
-
Bueno dije, aún tengo que encajar muchas
cosas en mi vida, no sé si lo adecuado será hacer tal promesa.
Antes
de que mi mamá comenzara a regañarme y a discutir, Atlas la interrumpió.
-
Usted conoce nuestro mundo, no es
necesario hacer ninguna aclaración adicional, es una promesa.
-
Ella asintió.
Mi papá hizo un pequeño gesto donde me
preguntaba cuál era el interés de aquel joven por mí. Le dije que ninguno.
Atlas esperó a ver cómo es que nosotros cenábamos y el hizo lo propio, lo vi
cenar con las manos, chuparse los dedos, hablar un poco de esto y aquello con
cada uno de los integrantes en la familia y justo cuando pensé que había
superado la prueba mi papá le lanza una pregunta fría.
-
Atlas, apostaré mucho con mi pregunta, sin
embargo es de mi hija de quien hablamos aquí, puedo ver que tu interés con mi
hija va más allá de ser únicamente su guardián ¿cierto?
Si algo tenía que
reconocerle a mi papá es que el analiza a las personas incluso más allá de lo
que nos gustaría a cualquiera, detesté y al mismo tiempo aprecié que hubiese
detectado eso solo con verle, sin mencionar que muero atragantada con aquella
declaración.
Atlas por su parte se
tomó su tiempo para responder mientras mi papá lo observaba fijamente,
afortunadamente mis hermanos a estas alturas ya se habían retirado a ver
televisión a la salita de estar evitando así que fueran testigos de ésta
vergonzosa escena.
-
Señor, no puedo ser más que completamente honesto
con usted, mi interés por su hija va en aumento cada segundo que pasa, como
debe saberlo su hija es excepcional, sin embargo por alguna razón que aun no
comprendo y que ella no ha querido compartir conmigo, no cree que mi interés
sea algo real por ella, pero estoy trabajando en ello. El día de hoy he venido
a presentarme como su guardián y le he revelado mis intenciones, si en algún
momento usted cree que he ofendido a su hija o si acaso cree que no merece el trato que recibe
de mi parte, lo único que tiene que hacer es llamarme y con todo gusto le daré
la cara para que usted pueda tomar la acción que crea necesaria en contra mía,
no me esconderé en ningún momento y con gusto aceptaré la acción que usted
desee tomar en mi contra.
Fulminé con la mirada a
Atlas, y por respeto a mis papás no comenté nada más, arreglaría esto fuera de
aquel terreno. Esperé el tiempo suficiente y dije algo como " Es tarde,
creo que deberías retirarte ya".
-
Antes permíteme lavar los platos.
Sonreí
de manera malévola, pues sabría que mi mamá no le permitiría hacerlo.
-
Señora usted conoce nuestras reglas y
nuestra forma de vida, permítame comportarme como me han educado y lavar los
trastes.
-
Ella se negó, tu vida no es la vida que se
vive aquí, comienza a entenderlo, dijo mi mama.
Él se levantó de la
mesa, agradeciendo los alimentos y la amble compañía. Le entregó una tarjeta
con sus datos a mi papá, - señor, como
dije en el momento que lo necesite le daré la cara, si usted considera que he
ofendido en alguna manera a su hija, obviamente esto dejo sin palabras a mi
papá y puedo aventurarme a decir que lo dejó más que complacido.
Lo acompañé a la
puerta de salida no sin antes asegurarme
de que estuviera bien cerrada tras de mí. Le tomé por los hombros para que
pudiera verme a los ojos, por supuesto lo puse un escalón abajo para poder
quedar a la misma altura.
-
Escúchame bien, dije, eso que acabas de
hacer, mover tus pestañas para conquistar a mis papás era completamente
innecesario, si tú crees que puedes venir a tomarte esas libertades, debes
estar de broma, no quiero, necesito o deseo que estés enamorando a mi familia
para que yo caiga rendida a tus pies, posiblemente eso jamás sucederá, y
después de lo que hiciste que de sobra
esta decir fue en contra de mis deseos Estas en deuda con migo, creo que lo
justo es que tú te sientas como me estás
haciendo sentir, ahora tu deberás buscar
un castigo ejemplar para que me deje complacida y así poder perdonarte por todo
esto.
-
Patea traseros, continuas sorprendiéndome,
dime ¿qué castigo consideras justo?
-
Necesito saber que tan creativo eres, le
dije, utilizando con toda la intención las palabras que el utilizó antes
conmigo.
-
Me gusta tu actitud, aunque debo de
mencionar que tú no puedes tomar ninguna acción correctiva en mi contra, dame 24
horas y encontraré algo que te complazca.
-
Referente a los platos dije, ¿Cuándo podré
manejar tu coche? Después de todo perdiste esa pequeña apuesta, le sonreí
ampliamente al tiempo que crucé mis brazos.
-
Me rodeo con sus brazos, pequeña, aun te
gano en ese terreno, es cierto que ganaste el derecho de conducir mi coche, sin
embargo no especificaste cuando, así que, no será en un futuro próximo.
Me removí de entre sus
brazos intentando liberarme, sin ningún éxito.
-
Algún día Atlas seré más fuerte que tú y
lograré liberarme a placer.
-
El río, hasta que ese día llegue
disfrutaré de tenerte entre mis brazos de esta manera. Inclinó su cabeza para
quedar recostado sobre mi hombro, momentos después se despidió.
Nos
vemos mañana patea traseros, misma hora mismo lugar.
Al entrar no pude evitar
que una pequeña sonrisa se dibujara en mi cara, mi papá que estaba en su
estudio me llamó para hablar con él unos momentos.
-
Hija, me dijo, parece un buen
muchacho, ¿ Quieres que hablemos de él?.
-
Dudé unos momentos - Papá ya no soy una niña y agradezco que te
preocupes por mí, definitivamente el no tenía derecho a decir lo que dijo hace
unos momentos, pero esta gente no conoce los límites, ¿me gusta?, la respuesta es sí, pero sé que
no soy su tipo, lo que te digo es verdad, no le he dado entrada a mi corazón porque
sé que solo yo saldré lastimada de esto, me encanta tenerle a mi lado, pero sé
que algún día alguien más le llamara la atención y se irá corriendo tras sus
faldas, no puedo darme ese lujo dije, especialmente después de la última
ocasión.
-
Él, sin embargo parece honesto en cuanto a
sus intenciones.
-
Parecer no es lo mismo que ser – recuerda-
lo mismo sucedió la última vez – suspiré
- y créeme que en más de una ocasión
he querido rendirme a sus encantos, pero
he resistido y sé que resistiré, solo soy una novedad, desde que a donde voy
seré la única mujer y quizás ese sea su mayor motivante… El me agrada más de lo
que me agrada cualquier otro de los chicos que han tenido alguna intención con
migo, me trata como una verdadera dama y él se comporta como un caballero. Si algún día algo cambia, seguro serás el
primero en saberlo, le dije.
-
Ya que estamos solos dediquemos éste
tiempo para hablar de tu partida…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario