Continuo pensando y
volviendo a pensar en la razón del por
qué accedí a ser transportada por Atlas para mi cita con Erick, sé que lleva
una muy buena razón detrás de todo, solo que me cuesta confiar en que Atlas tiene únicamente "buenas
intenciones" con migo o un interés
genuino. Pensaba en eso cuando me sorprendió con un comentario propio de él:
- Me alegra saber que no elegiste un vestido para el día de hoy.
- No es que sea algo especial - dije, es un día como cualquier otro, sonreí y subí un poco más el volumen del radio, la canción que sonaba era movida y pegajosa.
Cuando llegamos al
lugar en donde me encontraría con Erick, no cruzó por mi mente el hecho de
que me acompañaría hasta mi destino, eso
me perturbó un poco. Sin duda, él lo notó con su habilidad que tiene para
leerme como si yo fuese un libro abierto.
- Juega a mi lado, patea traseros, te aseguro que si tienes el estómago para hacerlo y si realmente quieres poner a éste tipo en su lugar, lo disfrutarás enormemente.
- Es tan difícil ver a través de tus ojos - confesé - es difícil creer que harás esto a mi lado por la única razón de complacerme, le tomé el brazo y camine a su lado.
- La propuesta continua Patea traseros "Pruébame y no querrás dejarme ir".
- Y la respuesta continúa siendo la misma, no jugaré un juego en el solo resultaré lastimada yo, el recuerdo de la rubia besucona que nos encontramos aquel día que escapé de ti (reí un poco), me ayuda a regresar mis pies sobre el suelo dejando claro que no soy tu tipo, y por sobre todas las cosas no quiero salir herida, aunque al final de todo, sé que la única herida seré yo.
Casi llegábamos a
nuestro destino, el no hizo ningún otro comentario. Erick puso cara de pocos
amigos al verme llegar con Atlas, quién por su parte caminó mirándole
directamente a los ojos, actitud que cuadraba perfectamente a una pelea de
poder, sin duda alguna, me quedó más que claro que Atlas es del tipo que le
agrada marcar su territorio y dejar en claro su superioridad, me alegré un poco
de que Erick al fin hubiese encontrado alguien que lo pusiera en su lugar.
Erick
sonrió de manera forzada -Puedo encargarme desde aquí, le indicó a Atlas al
tiempo que me tomaba de la mano y me acercaba hacia él.
- Márcame cuando te desocupes, me dió un beso en la mejilla, me abrazó y sonrió, se fue alejando sin soltar mi mano y cuando mi brazo estaba totalmente extendido besó el dorso de mi mano en un acto totalmente medieval. ¡¡Erick‼ - Le gritó Atlas, esfuérzate un poco más, me lo estas dejando muy sencillo, se retiró de ahí dejando con cara de perplejidad a éste.
- ¿De qué va esto? - demandó saber mi ahora enfurecido acompañante. Explícame como teniendo una cita con migo, es que él te viene a dejar.
- ¿Qué tiene de malo eso? - le dije con cara de total ingenuidad. Es un amigo que se ofreció a darme un aventón, le dije con voz y cara de niña buena, además Erick seamos honestos, tú fuiste sincero con migo cuando te confesé el contenido de mi corazón, esto no debería molestarte, solo eres mi amigo, ¿cierto?
- Cierto… respondió un tanto dubitativo, siendo consciente de su injustificado arranque de furia.
- Ahora si no te molesta vayamos a comprar los boletos para la función, se nos está haciendo tarde , y realmente me gusta ver completa la peli.
De antemano sabía que
tendría que pagar mi boleto de entrada, por lo que rebusqué dentro de mi bolso
para estar lista en el momento en el que pasáramos a la taquilla, Erick pidió
los boletos y tal y como lo adiviné me pidió mi parte del boleto. La sorpresa
llegó cuando el chico que estaba en la taquilla, le indicó que mi boleto ya se
encontraba pagado, procedió a entregármelo únicamente. Sonreí al no poder hacer
nada más, Atlas sí que tenía todos los puntos cubiertos y sabía cómo sorprender
a alguien.
Erick
me miró con algo de desagrado, ¿continuas diciendo que solo es alguien a quien
conociste un fin de semana?
- Vamos - dije, hay personas esperando, caminemos.
No
tiene ningún objeto continuar negándolo
- acepté - no te mentí, es verdad que solo es alguien a quien conocí el
fin de semana, pero éstos últimos días se ha convertido en algo más que eso, me
ha mostrado lo que en su definición es cuidar de la otra persona, y eso no me
desagrada ¿ sabes?.
- No debiste acceder entonces a venir con migo entonces - refunfuñó.
- Erick, tu dejaste bien claro que solo seríamos amigos, no le veo nada de malo al venir al cine a tu lado, pero si eso quieres entonces nos podemos despedir dije, me di la vuelta y comencé a caminar.
En un arrebato de
algo que aún no sé cómo definir, él me tomó por el brazo me giró hacía él y
comenzó a besarme, me retiré de inmediato y le empujé, no lo hagas dije, le di
una bofetada y en franca molestia me
retiré de ahí. Momentos después me alcanzó.
- Aléjate, le pedí, ya no deseo más tu compañía.
- Discúlpame - dijo, e intentó abrazarme, Atlas salió de la nada y le impidió hacerlo.
- Ella ha dicho que no quiere tu compañía, ¿acaso eres sordo?
¡¡Tú‼ le gritó ¿cuáles son tus intenciones con ella? En
una plaza llena de gente y ellos levantando la voz, buena idea chicos, pensé.
- Mis intenciones con ella, solo nos incumben a ella y a mí, solo sé que si ella no desea tu compañía debes retirarte, me invitó a seguirle extendiendo su mano para que la tomara, yo accedí sabiendo que era lo mejor.
- Salgamos de aquí, dijo, me rodeó con su brazo, vayamos en busca del vestido para "Cinderella".
Dentro del carro,
limpié unas cuantas lágrimas que salieron de mis ojos por el enojo que me provocó el ser besada sin mi
consentimiento, me sentía internamente derrotada.
- Ey - dijo - ¿Cuál es la razón de esas lágrimas?
- Que me besó - dije- ni siquiera fue un buen beso, pero me besó sin mi autorización. No importa cuántos cursos de defensa personal haya tomado o lo buena que considere ser, me tomó desprevenida, bajé la guardia y no estuve lista para hacerle frente.
- Si quisieras puedo besarte hasta hacerte olvidar ese beso - ofreció-.
Sé que me arrepentiré
de esto, sé que debí ser más cauta al tomar ésta decisión, debí de pensar con
la mente y no con mi corazón, pero hoy es uno de esos dias en los que necesito
simplemente sentirme querida…
- Si - dije bésame, y borra el recuerdo de ese beso horrible, le sonreí.
Acto seguido, detuvo
el coche, afortunadamente aun estábamos en el estacionamiento de la plaza, y
sin importar que una fila de coches estuviese detrás de nosotros, comenzó a
besarme sin tregua y con pasión, invadiendo con su lengua mi boca, difícilmente
pude seguir su paso, me besó con fuerza
y él marcó el estilo y el ritmo del beso, se tomó su tiempo y se encargó de que fuera algo memorable, tuve que hacer fuerza para separarme y poder
respirar, en ese momento mordió un poco mi labio inferior, tenía los ojos
cerrados mismos que abrió lentamente para regalarme una tierna mirada que me
derritió por completo.
Sin palabras, así
quedé después de aquel contacto piel a piel, además de un poco acalorada,
simplemente le miré un poco nerviosa y extasiada, sin duda deseosa de más.
- Tenía tu autorización- dijo, no iba a desperdiciar la oportunidad, tu boca es dulce y suave, pídemelo cuando quieras y volveré a repetir la experiencia con gusto, honestamente espero que llegue el día en que no deba solicitar tu autorización para hacerlo.
Dios, tuve que reunir
todos mis pedazos que estaban esparcidos por ahí para poder articular palabra,
obviamente no iba a reconocer que casi se me caen los calzones con tremendo
beso - No estuvo mal - dije, quizás en alguna otra ocasión te permita mostrarme
que puedes hacerlo mejor.
- ¡Oh! Pequeña patea tarseros insolente e insaciable, puedo intentarlo ahora mismo…
¡Dios! no podría resistirlo, no sé lo que haría o
peor aún… lo que le permitiría hacer… No - dije - lo mejor será llegar a
nuestro destino.
Sonrió de una manera
en la que puedo decir que estaba complacido y arrancó el coche para dirigirnos a nuestro destino, pude comprobar
nuevamente que esta gente no se anda con
rodeos en las cosas que promete o se compromete a realizar. Casi pude adivinar
nuestro destino al ver el camino que tomó mientras conducía, llegaos a una
tienda exclusiva, no quería ni siquiera entrar.
- Atlas sé que accedí a recibir regalos, pero no regalos tan costosos, cada vestido que compras aquí pagaría …
Antes de que
terminara la frase él me interrumpió olímpicamente. - Lo que sea que pague no deberá importar, lo
importante aquí es que tendrás un evento muy importante y debes lucir aún más
bella, además si estos precios te escandalizan, no quiero saber que
pensarás cuando te acompañe a elegir tu
vestido de novia.
- Para ese magno evento - le respondí - quien me estará acompañando y pagando todos los gastos será mi futuro esposo y no sé si continuarás siendo mi guardián para cuando esto suceda, pero no te veo siendo mi "damo" de compañía para ese entonces.
Precisamente
- dijo - para cuando ese magno evento suceda yo seré quien esté pagando tu
vestido de novia.
¡Ésto es demasiado! -
Es tiempo de aclarar algo señor "Me gustan las cosas a mi manera",
usé mi voz seria y solemne, ser mi esposo será un privilegio pues yo no quiero
un esposo por unos meses, yo busco un esposo para el resto de mi vida, para comenzar
será un honor que alguien pueda llamarse "mi novio" será un
privilegio que no le permitiré a cualquiera ¿sabes?, y para ello se habrá tenido que ganar mi corazón, debe ser alguien en quien pueda confiar con
los ojos cerrados y sin dudarlo , será alguien de quien me sienta orgullosa,
por sus logros y porque sin importar lo que tenga en la vida yo seré su
prioridad, antes de cualquier persona y
ante cualquier situación , debe inspirarme en más de un sentido, será alguien
que me enamore cada día de una manera diferente
con pequeñas acciones o detalles y que por sobre todas las cosas me ame
más que el día anterior, me deberá haber conocido en pijama, sin maquillaje y
en mis peores días y aun así seguiré siendo la persona más formidablemente
guapa para él, será quien quiera todos mis besos sin excepción y sin importar
que me encuentre enferma, será quien logre derribar todas las barreras que he
puesto para no resultar lastimada, será quien aguante cada una de mis rabietas,
me abrace fuertemente y me diga lo bella que luzco enojada, me enojaré aún más,
pero él sabrá que un beso borrará toda mi furia, y de no ser así, permanecerá
abrazándome hasta que nos perdamos en un profundo sueño o se me pase la
rabieta, lo que suceda primero, será quien me permita elegir lo que comeré en
un restaurant cuando me invite a comer, y quiera compartir un postre con migo,
invitándome a tomar otro, que me ame cuando este vieja y gorda, no seré fea por
supuesto, será un perfecto caballero no solo con migo si no con toda mi
familia, conocerá cada parte de mi cuerpo pero sobre todo de mi alma, no sé si
se me está escapando algún punto, pero definitivamente es lo mínimo que espero
de alguien a quien pueda llamar mi novio, como puedes ver, no cubres el perfil,
lo lamento.
- Es una larga lista patea traseros, exiges demasiado - dijo - ¿tu estas dispuesta a brindar lo mismo?.
Precisamente,
cuando la persona adecuada llegue, encajará como guante en mi mano, para él no
serán exigencias, será simplemente su comportamiento normal, dije, así como
será también el comportamiento natural para mí, será perfecto, lo verás - dije
- . Ahora deja todas esa bromas referentes a ser mi novio, pareja o amante, continuemos eligiendo el vestido.
Rodeó mi cintura con
sus brazos en un acto que me tomó realmente desprevenida, él estaba a mi
espalda, me susurró una sencillas palabras al oído " Reto aceptado".
Se retiró de ahí dejándome con el corazón agitado y sin palabras en mi boca.
Esa era la segunda vez en el día en que me sorprendía de tal manera que las
palabras no alcanzaban a describir mis sentimientos.
Nos llevaron una
serie de vestidos largos, Negro, le indiqué que era el color que quería para mi
vestido, largo y con escotes poco reveladores, quiero usar tacones (desde que
el sería mi pareja podría darme ese lujo).
Salí del probador,
con una sonrisa de oreja a oreja, luciendo un espectacular vestido que cubría
todos los requisitos, se ajustaba perfecto a mi figura, la mujer que nos
ayudaba con esto me dijo que mi cabello luciría muy bien recogido en mi nuca,
ella lo peinó de manera rápida demostrando su idea, Atlas simplemente aplaudió.
Tráenos unas zapatillas que complementen el atuendo, le ordenó, ella asintió.
- ¿Ya tienes la cita en el lugar donde te maquillarán?.
- Uhmmmm supongo que eso lo hare yo, dije.
El sacó su celular y
al igual que la ocasión anterior donde busco la muñeca, dio instrucciones para
que hicieran una cita en algún salón, necesitaré que arregles el transporte también - ordenó.
Listo creo que todo
está resuelto.
- Puedo ver que dar órdenes es algo que disfrutas, y que además sean acatadas sin ninguna objeción - le señalé.
- Solo exijo el servicio por el cual estoy pagando - repuso.
- Deberás presentarme a tus contactos, es genial que puedan solucionarte la vida con una llamada.
- Él sonrió, ya los conocerás, dijo sonriendo, ellos también están ansiando conocerte.
Cuando quedamos
complacidos con el atuendo, más él que yo, hizo unos arreglos más para que le
hicieran algunos ajustes al vestido y salimos de ahí.
- Atlas, dije, ¿podemos hacer una parada para comer?, realmente muero de hambre.
- ¿No has comido?, inaceptable, patea traseros, inaceptable.
- Dado que iba a ir al cine e iba a comer palomitas y chucherías no comí apropiadamente, de haber sabido que las cosas tomarían otro rumbo, hubiese comido algo.
- Inadmisible dijo, la comida es muy importante, vamos.
Esta ocasión no opuse
ningún tipo de resistencia en cuanto al lugar o que el ordenara, en cuanto
llegó el primer plato comencé a degustarlo sin esperarlo siquiera a que el
comenzara.
Esa es solo una parte
de ti que me encanta dijo, le miré con la cuchara aun en la boca con cierta
incredulidad. ¿he?.
- No te limitas en comer, es muy aburrido tener que escuchar a las chicas decir que deben cuidarse, que no comerán esto o aquello, o simplemente dejan toda la comida en el plato sin siquiera tocarla pero deseando poder terminarla por completo, tu por el contrario no desperdicias comida e incluso buscas el postre.
- Y es por eso que no tengo figura de Barbie, bajé un poco la cabeza.
- Eres perfecta, pero aún no lo reconoces jajaja
Altas, tu llevas
algun tiempo con ellos de acuerdo a lo que dijeron y entendí…
Si, llevo
aproximadamente 4 años,
¿Que has logrado?
¿Que avances llevas?
Te los mostraré una
vez que te mudes con nosotros, me sonrió y referente a eso necesitamos definir
algunas cosas más , comenzaré por dos puntos
- Como tu guardián necesito que portes algo que te distinga como mi protegida, aunque dudo mucho que alguien no sepa ya la noticia, sin embargo reglas son reglas y créeme no querrás romper ninguna, lo que sea que elijas, tendré que colocarlo enfrente de todos, por lo que mi sugerencia es que sea un collar, pulsera o algo por el estilo, hay quienes han elegido tatuajes y hay quienes no han tenido opción. Todo depende del guardián pero como tú me caes bien y eres buena besadora he decidido dejar que tú seas quien decida.
- Quiero hacer un trato, digamos fuera de los registros contigo, como tu guardián es mi responsabilidad castigarte cuando cometas alguna falta, y aun cuando declaraste que te gustaban las nalgadas, créeme que no te gustará ser azotada enfrente a una multitud, eso prefiero hacerlo en privado, habrá algunas ocasiones que debamos hacerlo, y lo lamentaré más que tú, para las ocasiones que necesite disciplinarte y que no sea necesario mostrar evidencia de ello pienso que podría cambiar la disciplina por una sesión de besos, masajes, cosas que nos permitan una mayor intimidad.
Abrí los ojos como
platos ante tales confesiones, tragué lo que tenía en la boca, él quiere
intimidad, pero yo nunca he intimado con nadie antes.
Creo que no estás
haciendo un buen trabajo como mi guardián, realmente asumes que conozco todas
las reglas y lo que debemos hacer, me gustaría que me explicaras a fondo el
proceso si no te molesta. Y entonces después de todo eso pienso que estaré en
la posición de llegar a un acuerdo contigo.
Muy inteligente de tu
parte. Puedo comenzar a detallarte todo aquí mientras pedimos que nos sirvan
otro postre.
Uf realmente estaba
satisfecha, pero los postres de ese lugar son realmente deliciosos.
Si, acepto, brinque
un poco en la silla.
Esa es mi chica dijo
al tiempo que llamaba al mesero.
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