PARTE 1.- Crónica de una renuncia bien planeada.
Ha pasado más de un año desde que
Kevin me abandonó. El tiempo pasa rápidamente cuando te diviertes.
Estaba arriba de la arena, en pleno, peleando, sudando pero más que
nada enfocada en ocultar mi energía, ésta última parte ahora podía
controlar, doy gracias cada día a aquel que me abandonó pues me enseñó las
bases para hacerlo; mismas que tuve que perfeccionar en su ausencia.
Fue debido a mi afán de mantenerme oculta que me tuve que acostumbrar a recibir
golpes físicos y energéticos a fin de cuidar las apariencias.
Hice lo requerido, no me arrepiento, pues seis pares de ojos estaban
atentos a cada uno de mis movimientos, analizando desde todos los ángulos
posibles, investigando, indagando, esperando que yo mostrara la mínima señal de
mi poder para poder obligarme a entrar al famoso torneo.
¡Les esperaba una gran sorpresa! ¡Lo había planeado ya! Cuando iniciaran
las inscripciones al famoso Torneo, y solo cuando ellos insistieran al punto de
obligarme, yo les mostraría todo mi
poder y con ello les presentaría mi renuncia, de esa manera no habría forma de
que pudiese entrar al torneo si ahora ya no era una de ellos.
Ese día dejaría todo aquello atrás y solo llevaría conmigo la caja de
cartón que aún guardo en mi closet, aquella donde guardé la ropa que usaba el
día en que llegué y las pocas cosas que traje conmigo cuando me mudé, todo
demás lo dejaría tras de mí, no celulares, no cuentas bancarias, nada de lo que
ésta vida me pudo comprar lo llevaría conmigo.
Ya que fue a gracias a ellos conocí lujos en mi vida, tenía cosas que no
sabía que existían o se podían conseguir, contaba con un exceso de todo,
únicamente que todo eso era de ellos, yo
no había ganado nada de aquello.
Me llevaría bellos recuerdos y grandes amores.
Sentimientos en mi corazón y la satisfacción de haber conocido aquel
mundo.
Era un plan a prueba de fallos, solo era cuestión de que el tiempo
corriera implacable, sin escalas ni tiempos fuera, que el plazo llegara a
término.
PARTE 2. Crónica de una inocente mentira.
Los minutos corrían segundo a segundo como arenas cayendo en un reloj de
arena. Los segundos hacían minutos y sin pensarlo los minutos se convirtieron
en meses.
El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos.
Mis tíos saben que les oculto algo, desde su nueva imposición de pelear
con ellos me han llevado cada vez más y más al límite, esperando que de un
momento a otro me revele, he sangrado bajo sus puños más de lo que hubiese
deseado.
Me han doblegado al punto de casi romperme, han celebrado sus victorias
casi bailando sobre de mí, solo para desafiarme una vez más y recordarme que
ellos son los vencedores, los golpes que más me duelen no son los de sus puños,
son los golpes que recibe mi alma al saber que con uno solo éstos podría poner mi
pie en sus cuellos y declararme vencedora.
¡Qué gran dolor saber que su energía me ha quemado por dentro y por fuera!
Pero es solo un esfuerzo de mi parte el que se requiere para revertir aquello…
que agonía.
Es solo el precio que estoy pagando por mis mentiras.
Mi fuerza física se encuentra en niveles que no hubiera imaginado
posible, ahora soy más fuerte más hábil y poderosa que casi todos ahí. Puedo
terminar cada reto, cada prueba de primera, dejé de ser el elemento más débil,
para convertirme en el elemento a vencer.
Si eso no lograba levantarme el ánimo, realmente nada lo haría.
Mi estrategia no ha sido la mejor pero ha sido respetada.
Nadie logra vencerme en los entrenamientos o enfrentamientos, he logrado
manipular mi energía a voluntad logrando ocasionar mucho daño re direccionando la
energía lanzada por mi oponente, en su contra, así que en la medida en la que
mi oponente lanzara su ataque, en la misma medida sería golpeado.
Ha resultado por demás embriagador esto de desarrollar y desarrollar más
poder, comienzo a sentir la testosterona hablando en mi cuerpo.
Un día cualquiera, un día común peleando con César logré controlar y
desarrollar lo que he adoptado como mi técnica: Localizo en mi oponente el
punto de donde emana su energía (cada uno tiene un punto distinto) entonces
utilizando mi energía en el momento adecuado (he ahí el detalle y lo que creo
que es “Mi poder”), puedo utilizar el total de su energía en contra de mí
oponente y así los derribo con una habilidad pasmosa en un solo movimiento,
casi con la misma rapidez con la que
ellos envían un ataque y con el mínimo uso de energía de mi parte, por lo que
si se requiere alguna batalla física, yo continúo teniendo energía para
hacerlo, por ello es que me concentré en mis habilidades en batalla, para poder
equiparar condiciones.
Fuerza + Habilidad = Poderío Total y Absoluto.
César quedó maravillado el día
que lo arrojé por los aires en incluso reía cuando corrí a verificar como se
encontraba.
-Eres magnífica, dijo aun recuperando el aire que había perdido en el
ataque.
Pero ahí me detuve, no me permití liberar ese poder nuevamente, argumentando
que se trataba de un caso aislado, que no podía replicarlo a voluntad, ya que
hablábamos de una manifestación esporádica, me comprometí a trabajar en ello,
ellos creían que mi poder había incrementado, siendo que yo únicamente
utilizaba su energía contra ellos mismos.
Debido a que esto había sucedido en el pasado con las manifestaciones,
no dudaron en que esto fuese la verdad.
Agradecí a todos los Dioses porque mi historia hubiese sido creíble al
menos por el momento. Me quedaban solo
unos meses para alejarme de aquella vida. El reloj comenzaba a correr y no
necesitaría la máscara por mucho tiempo.
¡Iré al infierno por esto! Perdónenme por favor, lancé un susurro al
aire esperando pudiese
PARTE 3. Crónica de una despedida anunciada.
No es novedad que he vivido en constante lucha con ella, pero lo de nosotros
dejó de ser una lucha para convertirse en una verdadera batalla, no podemos
esconder nuestro odio por los pasillos y de ser posible nos atacaríamos con
solo vernos, afortunadamente eso va en contra de las reglas.
Pero eso es lo único que nos detiene.
Llegaron reclutas nuevos, muchos de ellos traídos por los trillizos, yo
recordé lo mal que me sentí cuando llegué a ese mundo lleno de testosterona, el
ser la última, el ser señalada, las
apuestas que corrieron en nuestra contra, quizás por esto último no podría hacer nada, pero lo que hice fue
llegar de última con toda la intención para que el último no se sintiera fatal,
yo brindé mi ayuda y tomé los castigos por ellos en cada ocasión que pude, era
mi manera de decirles: “Bienvenidos no
están solos al menos yo los puedo apoyar”.
Atlas me miraba desde fuera, no había mucho que él pudiera hacer ante mi
postura la cual desaprobaba abiertamente, nuestra relación se fraccionó tanto
que únicamente nos reuníamos ocasionalmente,
sabíamos que nos teníamos el uno al otro, pero nunca regresamos oficialmente,
ese fue mi error pagado al largo plazo.
Me pidió vernos un día, un día sin nada especial por celebrar o hacer,
confieso que asistí únicamente porque sabía que aquello terminaría con nosotros en la cama, en el
suelo o dondequiera que fuese pero tendríamos sexo.
¡Sexo fenomenal, salvaje y garantizado! Atlas conocía cada rincón en mi
cuerpo, cada espacio y cómo hacerlo explotar.
La casa que él había construido para nosotros, era el lugar de nuestros
encuentros, decorada por expertos pero completamente a mi gusto, era mi refugio,
odié reconocerlo.
Cenamos en silencio y hablando de cosas triviales algunas veces, tuve
que sacar
Aquello no era normal y fue después del postre fue que finalmente soltó
la bomba.
- Me iré nuevamente.
Le miré con el corazón destrozado y sin poder articular palabra.
- Tú eres la única razón por la cual regresé y después de más de un año
no hemos avanzado nada, es evidente que tú no aceptarás mi propuesta por lo que
sea que haya pasado entre tú y Kevin, he visto que usas un anillo que le
pertenecía, supongo que después de todo no pude reconquistare.
Yo preciosa, no puedo más, cada día algo nos separa, un suspiro e inicia
una batalla campal entre nosotros; ya no puedo vivir así, he venido a dejarte
en libertad, la libertad que alguna vez solicitaste.
¿Qué diablos podía exigir? ¿Cómo poder pedirle que se quedara cuando le
negué una relación?
- ¡Sabías lo del anillo y me dejaste vivir con ello todos éstos meses!
¿Cómo podía regresar a tu lado sabiendo que había aceptado casarme con alguien
más?
- Nunca te cuestioné nada preciosa, mi única petición fue que me
recibieras de nuevo, te pedí una oportunidad y sin recibirla continué estando a
tu lado apoyándote y siendo para ti la mejor pareja que pude ser.
- Atlas…
- No tienes nada más que decir, es lo justo para ambos.
Quería llorar pero no salían lágrimas de mis ojos, aquello era una
actitud normal, para todo lo que provoqué….
- ¿Regresarás?
- No lo sé.
- ¿Cuándo…? Mi voz se quebró.
- Mi avión sale en 3 horas.
- Sin una despedida apropiada, sin oportunidad de decir adiós.
- Es mejor así, tú misma lo has dicho, somos incompatibles y peleamos
más de lo que amamos.
- ¿Ahora utilizas mis palabras en mi contra?
Él simplemente sonrió, podía notar por su lenguaje corporal que él había
tomado una decisión y se encontraba ahí para informarme, no para solicitar mi
consentimiento, él había tomado la decisión y no había nada que pudiera hacer
yo, su corazón estaba afectado, desconocía el grado en el cual le había herido,
solo me quedaba claro que Atlas no quería más dolor.
Me tomó de la mano y la besó, después besó mi frente y se marchó.
PARTE 3. Crónica de una caída sin red de seguridad.
Ellos me habían puesto sobre aviso, y decía mi abuelita... Sobre aviso
no hay engaño.
Mi cuerpo no podía aguantar un golpe más, un azote más, un castigo
más... Pero únicamente estaba respondiendo a mi instinto más primitivo:
supervivencia.
Quería huir, desaparecer, ser invisible y olvidada, solo quería que esto
terminara y así sin pensarlo me encontré corriendo tratando de huir de su
reprimenda, podía lograrlo, podía escapar pero entonces tendría que revelar mi
secreto.
Llevamos así 4 semanas Dios necesito un descanso.
Aún no alcanzo a comprender la gravedad de mis actos, quizás solo estoy
siendo caprichosa.
Mientras huía sabiendo que cuando
ellos me localizaran esto sería peor, en mi mente y en cámara lenta se
reprodujo aquella noche. Unas semanas después de que Atlas me abandonó.
Aarón tenía semanas cortejándome, él había regresado triunfal del torneo
anual, como todos ellos regresó una versión mejorada de él, al principio me
pareció raro, pero pronto las hormonas sustituyeron mi parte pensante, quería
diversión simple y llana después de la partida de Atlas, mi pecho aún dolía por
la ausencia del que se marchó
Siendo honesta, lo utilicé para intentar sanar mi corazón herido por la
ausencia de Atlas, solo quería sustituirlo, quería tener a alguien a mi lado,
quería sumergirme en una ambiente toxico para adormecer mi cuerpo, mente, alma
y corazón.
Me llevó flores, chocolates, rozó mi piel, inhalo mi aroma, me acompaño
a casa, todo debió ser muy sencillo sin la presencia de Atlas y con la ausencia
de los trillizos quienes se encontraban de cacería. ¡Bueno! Incluso mi
ciber-amigo se mostró en contra, pero aún con tantas y tantas señales hice lo
que me vino en gana.
Accedí a salir con él.
Los muchachos fueron específicos cuando llegué a éste mundo “No tienes
permitido ir a las fiestas que organiza Aarón” y aunque jamás lo negaron
explícitamente, sabía que no debía salir con él y eso fue lo que me dio el
empuje final: Lo prohibido.
Este fin de semana fue perfecto, los muchachos estarían fuera, no
tendría ventana mejor.
Cuando Aarón me dijo que tendría una fiesta y que me esperaba a
cierta hora, no tuve problema en confirmar, no necesitó decir más, yo
estaría ahí.
Me preparé y me dirigí a la casa que me había indicado, fuera de las
instalaciones de nuestro mundo, cuando llegue la fiesta ya había comenzado,
nunca me percate que solo yo era la única mujer.
Me invito a sentarme, me ofreció un vaso con cerveza. A sabiendas que yo
no puedo ingerir bebidas alcohólicas después de lo sucedido con mi hígado, le
di unos sorbos solamente...
Algo encendió mis alarmas, no estaba haciendo lo correcto algo estaba estresándome,
hace tiempo y por muchas razones comencé a hacerle caso a esos pequeños avisos
sin cuestionar nada.
- Me debo retirar - anuncié y me
puse de pie.
- No irás a ningún lado - me dijo jalándome del brazo y colocándome
nuevamente a su lado.
Intente sacar mi teléfono pero de inmediato me lo quitó y esto se puso
feo, si él comenzaba una lucha estaba preparada, pero mi cuerpo comenzaba a traicionarme.
¡Esa maldita bebida! Me puse de pie entendiendo que estaba adulterada,
quise correr a vomitar…
Detrás de él salieron algunos encapuchados y yo di unos torpes pasos
para atrás.
Entre todos me tomaron y me jalonearon, no podía dar crédito a lo que
estaba por suceder, me arrastraron a una habitación oscura y comencé a pelear,
no pude desplegar mi fuerza, ¡No sabía lo que pasaba!, sin mis habilidades al
100 ellos son evidentemente más fuertes y diestros que yo.
No suplicaré, me dije a mi misma.
¡¡Atlas!!! Grité sin pensar!!! Con la esperanza quizás de que saliera de
la nada.
¡Alto! gritó uno de ellos.
Me acomode en un rincón y se acercó una mano hacia mí. Se retiraron las capuchas: Eran los muchachos.
Sacaron un grueso rollo de dinero y se lo entregaron a Aarón.
- Les dije que sería fácil manipularla y hacer lo que yo quisiera
con ella, incluso tomar bebidas adulteradas…
Su aire de autosuficiencia llegó como un puño gigante a aplastarme justo
ahí enfrente de ellos. Le mire atónita al tiempo que abandonaba la habitación.
- ¡No puedo creer que te pusieras en este tipo de riesgo y que
desobedecieras! Dijo Mario
- Claro que dentro de las instalaciones no corres ningún riesgo, pero
fuera de estas paredes están los verdaderos depredadores. ¡A estas alturas
pequeña! ¿Dónde quedó tu sentido de auto preservación? – César vociferó al
tiempo que caminaba en círculos frente a mí, totalmente enfurecido y aventando
fuego por todos lados.
No podía siquiera llorar por el estado de Shock.
Uno de ellos me levanto en sus brazos y me subió a nuestro vehículo,
nadie dijo una palabra al respecto.
Fue el día siguiente que todo se
tornó difícil.
- Este quizás sea el peor castigo que has enfrentado hasta ahora.
- Desobedeciste nuestra orden
- Arriesgaste tu vida e integridad
- Te faltó criterio para consumir una bebida que no fue preparada frente
a ti.
- Traicionaste nuestra confianza. Durante las próximas semanas estarás
castigada sin salir siquiera de tu habitación, completamente incomunicada, no
hablaras con nadie, nosotros tampoco tenemos que hablar contigo.
Eso sí me dolió.
- Serás castigada físicamente por
cada uno de nosotros sin piedad ó tregua.
- Qué???
Instintivamente camine hacia atrás...
Me tomaron ente sus manos. Me puso
recostada frente a la mesa y comenzó a golpearme verdaderamente fuerte la
espalda con su cinturón, no sé cuánto tiempo paso, deje de escuchar mis propios
gritos a causa del extremo dolor que hacia pulsar mis oídos tan fuerte que
parecía que estaba atrapada en mi cuerpo.
- ¡No más! - supliqué y se
detuvo.
No dijeron otra palabra y salieron de mi habitación. Entre mis lágrimas
e inmenso dolor no podía moverme.
- ¿Podría ser peor? Lo era...
Pase en aislamiento por mucho tiempo ellos no hablaban con migo,
no anticipaba sus acciones y no adivinaba su pensamiento. Me alimentaban en mi habitación,
y alguien siempre supervisaba que terminara todo.
En cada ocasión que entraban a mi habitación les suplique por su perdón,
solo que ellos permanecían implacables como estatuas de mármol, sin voltear
siquiera a verme.
Cada semana uno de ellos me castigaba peor que la semana anterior y
pasaba la semana completa en total dolor.
Finalmente llegó la última semana... Había pasado por varias etapas...
Guardé silencio.
Ramsés envió instrucciones a uno de ellos, según dijeron para aplicar un
castigo ejemplar, mañana será el día.
¿Cuál era su intención al decirme aquello? ¿Sembrar terror psicológico?
Al día siguiente sin pensarlo o meditarlo, apenas abrieron la puerta les
empujé y salí corriendo, pude escuchar a uno de ellos diciendo que no habían
visto venir aquello.
Corrí lo más rápido que pude dentro de los parámetros de lo creíble y
cuando dejé mis pensamientos de lado ellos ya se encontraban corriendo a mi
lado, sonriendo con autosuficiencia y preguntaron.
- ¿Exactamente a donde te diriges?
No respondí, solo continué corriendo a una velocidad que no levantaría
sospechas.
- No veo que tengas ventaja o salida - dijo Mario.
Cesar me pidió detenerme Lo cual hice sin pensar... Y mientras
recuperaba mi aliento reí para mis adentros ¿En que estaba pensando?
No me dieron tiempo de nada más y Jason me levanto y colgó en su hombro....
- Puedo caminar – Grite - ¡Bájame!
¿Me hicieron caso?: ¡No!
Al llegar a casa... Y después de largos días en silencio, ellos se
rieron en mi cara.
Esto le resultará divertido a Ram, dijo Mario.
Le marcaron por teléfono y mi corazón latió rápidamente
- ¿Binanat? Pregunto Ramsés
Y antes de que pudiera decir nada, Mario le actualizó con la noticia de
mi fuga. Ramsés escuchó paciente y sin interrumpir la historia.
- ¿Y exactamente a donde te dirigías?
No respondí, a lo cual escuche un grito del otro lado de la línea con mi
nombre.
- Ni tengo idea, dije, simplemente me pareció una buena idea.
Binanat has tenido tiempo de meditar durante estas semanas ¿Qué fue lo
que concluiste?
- Realmente no creo tener una respuesta que los satisfaga. Confundieron
mi tono de cansancio por un tono de fastidio ó quizás solo me traicionó el
subconsciente.
- Pequeña, pequeña, pequeña, tu temperamento me hace desear estar ahí….
- Pues no te veo haciendo mucho esfuerzo por hacerlo ¡Castigos a
distancia! ¿Es lo mejor que puedes hacer? – Estas palabras salieron en un grito
sin desearlo, pero era como realmente me sentía, pude haber aplicado la
prudencia, pero no lo medité.
Ramsés por el contrario mostró una gran habilidad para mantener la
cordura.
- Quizás tú no hayas concluido nada, pero yo sí. Tus acciones de los
últimos meses me indican que buscas alejarte de nosotros pero no quieres herir
nuestros sentimientos, necesitas un descanso y es entendible, llegaste a esta
vida cuando tú ya tenías una vida hecha, una vida planeada y esos planes se
postergaron, eliminaron o cambiaron debido a tu incursión con nosotros. Esto es
el resultado de ese cambio repentino y tu incapacidad para pedir ayuda y poder
integrarlo a tu vida. Empaca tus cosas, mañana regresarás a un lugar que no es
desconocido para ti, te brindaré un par de meses en Suecia, para que tomes un
respiro, será mi castigo y mi recompensa.
- Pero…
Sin darme tiempo a nada más la llamada terminó.
Todos salieron, dejándome ahí.
PARTE 4. Crónica de un encuentro anunciado.
*Está por cumplirse la fecha en
la que nos encontraríamos*
Leí ese mensaje cuando iba de camino al aeropuerto. ¡Hombres!
- Ahora no es un buen momento.
Le detallé lo que sucedió con lujo de detalle y la causa por la cual
ahora me iba de vacaciones obligadas.
- Podemos encontrarnos en tu cuidad destino para definir los detalles de
nuestra boda.
¡¡¿Qué?¡¡ Por salud mental de ambos respondí algo que nos apartara de
ese tema el cual él insistía enfáticamente.
- Respetaré la fecha, confía por favor, solo que necesito arreglar muchas
cosas antes, necesito cerrar círculos para poder abrir nuevos, para poder estar
únicamente a tu lado, por favor sé paciente.
- Esperaré solo porqué lo estas solicitando de buena manera, pero a
cambio envíame una foto de ti.
Le envié una foto mía cubriéndome el rostro con mis manos, en una de
ella llevaba un gran anillo que él me había regalado, uno de los poquísimos
regalos que acepté de él. Ese en lo particular me gustó mucho, pues es
artesanal, hecho en mi país, original y fuera de lo común.
- Hermoso anillo.
- Gracias, es una joya que me encanta lucir, no paso desapercibida y un
poco de atención no deja de ser bienvenida.
- ¡No necesitas llamar la atención de nadie más!
- Tranquilo. Te envío un gran beso.
- ¡Deseo devorar tu boca a pequeños mordiscos!
- ¡Que delicia!
- Lo haré sabes que lo cumpliré.
- Y yo lo estoy esperando. ¿No
estás trabajando? Revisé la hora.
- Estoy en un descanso.
- Envíame una foto tú.
Me llegó una foto de un cuerpo tirado con sangre en algunas partes, a su
alrededor había escombros.
- ¿Sobrevirás hasta que llegue?
- Tendrás que apresurarte, pues no me dan mucho tiempo de vida.
- ¿Escena de asesinato?
- Más o menos…
- No me reveles nada, no quiero saber algo que tendré que guardar el
secreto.
Meses atrás me comentó que trabaja como extra en algunas películas y
series de televisión, ya pasamos por el hecho de que me pedía guardar el
secreto a sabiendas que soy pésima en esas cosas.
Reímos por un par de momentos más, hasta que le anuncié que tendría que
dejarlo pues estaba por iniciar mi documentación para abordar. Más tarde lo
contacté pero sin respuesta.
PARTE 5. Crónica de una decisión impulsiva.
Como una broma pesada los muchachos me obligaron a asistir a terapia ya
que en sus palabras quizás me ayudaría a hablar con alguien más, alguien fuera
de toda ésta vida, pero que sabía que éramos un grupo especial.
El tercer día de mi estadía ahí ya estaba construyendo una rutina, misma que
se rompió cuando llegue a mi cita con ella, abrí la puerta sin avisar y antes
que me dijera nada le solté un:
- ¿Ahora que analizáremos, cual es mi color favorito? Dime que tienes
algo mejor que eso.
Me apené mucho cuando vi a un hombre sentado junto a ella. Me disculpé pensando que era su cita anterior
e iba de camino hacia afuera cuando escuche
que ella decía:
- Adelante, él se encuentra en espera por ti, ella se puso de pie y
salió de la oficina.
- Fruncí el ceño acompañado de cierta incredulidad - ¿por mí?
El extraño no respondió, se me quedó mirando fijamente. Es alto,
puedo verlo incluso con él sentado, tiene cierto aire familiar, su cabello
pelirrojo y su piel blanca me hacen recordar a mi papá y hermanos, sus ojos son
parecidos en expresiones a los de Atlas…
- Pues bien- dije- en que le
puedo servir Señor....
Tomé asiento en el lugar frente a él. Por unos segundos no respondió
nada, solo se dedicó a mirarme con ojos escrutiñadores.
- Recibí noticias de que estarías aquí y quise venir a conocerte habló
en un perfecto inglés y por un momento pensé en mi ciber-amigo…
- Pues es un gusto. Ahora si me dice su nombre y de donde lo conozco....
- No me conoces y mi nombre no es importante, de hecho apreciaría
que no le dijeras a tus tutores que me he puesto en contacto contigo.
Me puse de pie.
- No sé quién es y me pides guardar el secreto, ¿Por quién me
tomas?
Aún tenía muchas incógnitas pero con todo y ellas me di la vuelta
dispuesta a salir de ahí.
Lo que vi a continuación cautivo mi atención, borrando cualquier idea de
que él fuese “A”.
¡¡¡Lo vi a él enfrente de la puerta así como 2 veces más!!! Es decir era
él y dos más idénticos a él.
- Voltee intentando encontrarle y él aún estaba sentado en el
sillón.
¡Pero qué Demonios! Mis ojos estaban inmensamente abiertos. Sabía de dos
personas que podía hacer esto, sólo de dos, pero él no era ninguna de esas
personas.
- ¿Quién eres y como puedes hacer esto?
- Mi nombre como dije, no es importante, soy uno de tantos que, como
debes saberlo elegimos vivir en anonimato y lejos de la asociación, he seguido de cerca tu historia y combates, me gustaría poder tener un combate
contigo y posiblemente, si quisieras aprender algo de lo que sé, podría
entrenarte hasta que lo logres.
- ¡Quiero! – respondí sin pensarlo.
- Si cuentas con lo necesario
quizás pueda compartirlo, pero no se sí estas preparada, éstas habilidades
requieren de un gran poder.
¡Definitivamente me había tentado, si cree que no podré se ha
equivocado, podré hacerlo!
- Yo creo que cuento con lo necesario, pero la decisión será tuya, solo
dame la oportunidad de mostrarlo, solo me queda la duda, ¿Por qué no puedo
comentarlo con los muchachos?
- Me gusta el anonimato, respondió, además no me agradaría que Eileen conozca
mi ubicación o actividades.
- ¿Tampoco te agrada? tenemos ya
algo en común.
Aplaudí alegremente. Sonreí pensando que podía adquirir un poder mayor,
eso es muy, muy tentador.
- Debo advertirte que,
antes de que accedas a entrenar a mi lado, es necesario analizar tu energía, fuerza y poder, no estoy
seguro de que cuentes con lo requerido, has ganado todos los combates desde
hace meses y no entraste al Torneo Anual el año pasado, esa es una incógnita
para mí, hoy que te veo aquí, no he podido penetrar a tu mente, tu poder es
elevado sólo que aún no estoy seguro de que tengas lo necesario.
- ¿Mi mente? Era lógico desde que los muchachos tampoco pudieron, pero
era un detalle que él no debería tener, puedo jugar eso a mi favor si él cree
que es algo que desarrollé con mi estadía aquí.
Me pregunto de donde se genera su energía…
Continúo con esa terrible sensación de que le conozco…
Guardé silencio lo medite, y me pregunté ¿Qué estoy arriesgando, mostrar
todo mi poder? pero si él no quiere que los muchachos sepan, entonces no se
podrán enterar, por otro lado quiero el poder que él tiene.
- No sé cuánto tiempo pueda pasar aquí, verás estoy aquí en contra de mi
voluntad y dependo de la decisión de ellos.
- Eso no será ningún problema, Sigrid y yo tenemos un acuerdo. Fácilmente
podemos tenerte aquí dos semanas.
- Tengo que meditarlo.
- Pensé que serias más decidía, quizás me equivoque contigo.
Dio un golpe en su muslo, se puso de pie y comenzó a marcharse.
Prefiero arrepentirme por haber aceptado, que por no haberlo hecho.
- Espera, acepto - dije, sin
pensarlo, ante la posibilidad de perder la oportunidad que presentaba ante mí.
Puedo decir que aun cuando le estaba viendo de espalda, sonrió. Era
la respuesta que él esperaba.
- Bien, dijo mientras caminaba de regreso.
- Sólo tengo una petición dije, necesito saber si cuento con tu
discreción, estaré violando muchas reglas y no quisiera hacer enfadar a los
muchachos, necesito saber que ellos no se enterarán de lo que estoy haciendo a
tu lado, ellos vendrán a visitarme, los conozco y son como relojes suizos y si
acaso coincidimos, quisiera saber que cuento con tu discreción y la discreción
de las personas que controlan éste centro.
- No sabrán de esto sin tu consentimiento – afirmó.
- ¡Muy bien! - sonreí, tenemos un
acuerdo.
Si no tienes nada mejor que hacer podemos comenzar hoy mismo, fuera de
estas instalaciones, veamos si puedes aspirar a desarrollar el conocimiento que
yo poseo, he hecho los arreglos necesarios para que únicamente regreses a la
hora de la cena a la cual deberás estas puntual y podrás salir temprano por la
mañana, con esto cubrirías los horarios
para una buena coartada.
- Espera ¿Ya has hecho los arreglos?
- Sabía que aceptarías – se regodeó.
Andamos por más de una hora hacia las montañas, hasta llegar al
lugar donde entrenaríamos y donde él tenía una cabaña de ensueño, no sería
difícil memorizar el camino.
- Ahora tengo que ver tu poder.
Respire y me quité los zapatos, me miró con interés.
Sonreí.
- Mi poder se incrementa cuando estoy en contacto con la tierra.
Levantó una ceja, ese gesto… Respire y me preparé, en apariencia
no hay ningún cambio en mí, mi energía es discreta dado que debo ocultarla. Respiré
y abrí los ojos para mirarle directo.
- Estoy lista, puedes atacar en el momento que quieras.
Mis ondas de energía me protegieron exitosamente cada vez al
tiempo que él incrementaba la intensidad de sus ataques, me extasié al no tener
límites esta vez, con cada ataque, hice gala de mi poder, me moví
armónicamente, manipulé mis ondas, mis extensiones y logré un éxito total.
Él era frio y calculador, pero su rostro no ocultó la sorpresa y satisfacción
de lo que vio.
- Tienes una gran defensiva, probemos ahora tu ofensiva.
Cerré los ojos y me concentré nuevamente, inhalando toda mi energía de
regreso, cuando los abrí y le miré
nuevamente, le pedí atacar primero, pues es ahí donde puedo localizar su punto
energético y utilizar mi energía.
- Ataca.
Al hacerlo pude ver con una facilidad impresionante que su energía se manifestaba desde su
cabeza, salida por su tercer ojo, por unos instantes casi pierdo el instante y
lugar para atacarle afortunadamente logré lanzar mi ataque y él salió disparado
por los aires al igual que aquella vez que lo hice con César, ¡No esperaban ese
golpe! puedo asegurarlo.
Se puso de pie sonriendo, gritando que sabía que mi poder era superior. Festejó
demasiado…
Sonreí satisfecha.
- Ahora quiero que me entrenes para poder tener un poder superior y de
ser posible hacer lo que tú haces.
- ¡Cuenta con ello! mis reglas son las siguientes:
La más importante es que si pregunto algo sin importar lo personal que
resulte la pregunta o lo mucho que ésta te incomode deberás responderme y
créeme, saber si mientes.
Tu entrenamiento comienza a las 7AM, lo que tengas que hacer para llegar
no me interesa siempre y cuando llegues puntual a la cita, si te demoras te
costará 20 azotes.
No se permiten las groserías en mi entrenamiento. Cada una te costara 10
azotes.
Deberás atender cada instrucción sin cuestionar nada, en caso de que
cuestiones serán 10 azotes más.
No pude evitar voltear los ojos hacia arriba, y no le causo mucha
gracia.
- No tengo mucha paciencia, dijo finalmente.
Los fines de semana serán tus días libres, si tienes visitas esos
serán los días en los que podrás recibirlas - dijo, pero recuerda nada de
decirles de mí.
Asentí.
Entonces tu entrenamiento comienza mañana oficialmente.
Anduvimos de regreso, ese lugar era tan familiar…
- ¿Por qué no has revelado este poder? ¿Tus tíos lo saben? – Esa pregunta me sacó de mis
pensamientos y me recordó que él había requerido respuesta a todas sus
preguntas.
- No
- ¿Por qué lo mantuviste en secreto? – Odio preguntar dos veces –
recordó.
- Son variadas razones, principalmente por que no deseo irme lejos a
entrenar durante un año, todo éste mundo lo soporto solo porque los tengo a
ellos, estoy en espera de la llegada de mi papá, estoy segura de que conoces la
historia. Necesito de ellos tanto como de mi mejor amigo, ellos ahora están
enfadados con migo pero sé que estarán a mi lado en el momento en que los
necesite. No quiero someterme a un entrenamiento del demonio que se supone me
dará más poder, pero ellos no se han detenido a pensar que puede no ser así. Me
aterra estar sola, entrenando con un desconocido, en un lugar alejado, sin
contacto con nadie, no soy buena obedeciendo reglas, seguro que me rebelaré y
me expulsarán “sin honores” no puedo hacerles eso.
Segundo, si regreso y sólo si regreso, deberé trabajar para ella, eso no
me hace feliz. Ella y yo somos como agua y aceite.
Ella iniciará una guerra en la que solo yo saldré perdiendo, nuevamente resultará en mi expulsión sin
honores. No puedo romperles el corazón así a ellos.
Ellos son felices sabiendo que nadie me puede ganar, sí que me han
pedido que ingrese al torneo, pero sería ilógico, si entro y pierdo como podré
explicar entonces todas las batallas ganadas. Es complicado, lo sé. Pero
básicamente solo es eso.
¡¡¡Pero soy tan feliz!!!, por que debería irme? No es justo.
- Ahora estas sola, entrenando, lejos de casa…
- Es diferente, solo serán un par de meses en lo que igualaré o superaré
tu poder y regresaré.
- Te escuchas muy segura de tu afirmación.
- Soy la hija de Ramsés después de todo, solo espera y verás.
- ¿Para qué quieres más poder si no lo utilizarás? regresarás a
esconderte nuevamente
Todo esto lo hago únicamente por y para Ramsés, sé que cuando por fin se
digne a llegar a mi vida y le muestre todo mi poderío se sentirá orgulloso de
mí, entre más poder más orgullo, es lo que he concluido de él.
- Creo que debes trabajar tu energía por y para ti.
- De no ser por él yo no estaría aquí, si te soy honesta, quiero ver su
poder, lo anhelo, no sé cuál es el alboroto de “Ramsés” y “Su hija” todos los días
veo una persona normal en el espejo, nada fuera del otro mundo, cual es el escándalo,
no lo comprendo, pero ey, soy nueva aquí, quizás me estoy perdiendo de un
panorama completo. Por cierto ¿Cómo deberé dirigirme a ti? Como debo llamarte?
- ¿Cómo prefieres?
- Mmmmmm, Lo pensaré.
- ¿Qué sabes de tu papá?
- Físicamente he visto algunas fotos, es un tema delicado entre mi mamá
y yo, no tengo muchas referencias de él, sé algunos detalles que he captado de
aquí y de allá, y en mi propia experiencia sé que tiene poca paciencia, le
encantan las reglas y es despiadado. Le temo pues las pocas veces que él ha
intervenido en mi educación han
resultado en castigos dolorosos o en marcas para siempre en mi cuerpo, no estoy
en contra, lo merezco estoy de acuerdo, sólo que todo lo hace a distancia y no
tiene todo el panorama, intenté no preocuparme mucho por eso, es cortesía de él
que me encuentre hoy aquí del otro lado del mundo. No guardo muchas esperanzas
respecto a que logremos acostumbrarnos el uno al otro, hemos pasado ya mucho
tiempo separados, al final solo quiero conocerle, es todo.
El carcajeo.
- Seguro que tienes una impresión errada.
- Quizás, dije. Pero es lo que sé y lo que conozco. Sé que el día que él
llegue a nuestro hogar, todo se terminó.
- ¿En qué sentido todo terminará?
- Terminará en el sentido en que yo estoy aquí únicamente para
conocerle, no me interesa otra cosa.
El extraño guardó un incómodo silencio. Mi respuesta no era mentira, no
era verdad, él lo sabía pero no dijo nada más.
- ¿Le temes?
- En más de una manera - dije. El
hecho es que ahorita ni siquiera es algo real, no tengo la más remota idea de
por qué se mantiene lejos, se supone que soy la hija que ha esperado por mucho
tiempo, pero pareciera que cuando llegué llegó la plaga conmigo, pues el huyó
sin darme siquiera un saludo de
cortesía, lo he esperado ya por cuatro años, y no se manifiesta, lo hace
únicamente cuando he hecho algo malo, alguien tiene una queja o me estoy
muriendo, eso no es un padre ¿Sabes? Me interné en este mundo para conocerle y estar con él, dejé atrás mi
vida, pero él tiene otras prioridades, quizás no estamos destinados a ello
después de todo.
Sonreí con tristeza.
El quedo en silencio, como analizando mis palabras
No faltaba mucho para llegar a mi destino, por lo que le confirmé que al
siguiente día lo vería a la hora pactada, ¡Quería lo que él tenía! no faltaría
a la cita.
Y sin más se dio la media vuelta y lo vi desaparecer.
¿Me preguntaba por qué este extraño en inspiraba tanta confianza? Quizás
solo porque probó ser alguien de este mundo loco y aunque locos sé que puedo
confiar en todos ellos.
Llegue a mi cárcel de barrotes de oro, anhelando el entrenamiento del
siguiente día, esto era algo excitante, algo nuevo, algo desconocido.
Como dije… Mi verdadero poder esta por revelarse…
FIN ( Parte 2)
CONTINUARÁ...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario