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miércoles, 17 de mayo de 2017

XVIII. I What About Now



- Me siento sola.
            - ¿Acaso no llegó ya tu adorado Altas?
            - No es el momento, por favor, solo necesito platicar.
            - Esta bien…
            - Muchas cosas cambiaron, lo sabes, tú mejor que nadie conoce todo lo que ha pasado en mi vida, te he compartido los detalles, conoces las cosas que estoy ocultando.
            - Y estoy seguro que a mí me ocultas cosas también.
            Claro que te oculto cosas, si te dijera la verdad de todo habría consecuencias para ambos lados.
            - Aun así, eres la persona que más sabe de mi vida actualmente, tengo secretos para Atlas, tengo secretos para mis tutores, tengo secretos para mi familia y amigos, si se pudiera tuviera secretos hasta para mí misma.
            - Los secretos están complicado tu existencia.
            - ¡Definitivamente! Y fui yo misma quién decidió tener ésta vida llena de secretos.
            - Has contemplado la posibilidad de comenzar a poner tu vida en orden e  ir revelando esos secretos, eso te ayudaría a sentirte más liviana.
            - A éstas alturas quizás empeoraría todo si dijera la verdad, creo que es algo con lo que debo cargar hasta que abandone ésta vida.
            - Tú no quieres abandonar esa vida, tú adoras estar metida de cabeza ahí.
            - Quizás, quizás no, aun no lo he decidido.
            - Te engañas a ti misma.
            - ¿Eres acaso mi conciencia?
            - Ey!! yo solo digo lo que veo, desde que me has mantenido al margen de tu vida pero aun así me considera tu confidente, creo que tengo el derecho de hacer esos comentarios.
            Frío y directo, justo lo que necesito.
            - Ok… Mejor cambiemos de tema ¿Qué haces? Espero no haberte despertado o estar interrumpiendo algo importante.
            - Ahora mismo e dirijo a una reunión donde firmaré para mi próximo trabajo puedo desviarme un par de días de mi agenda para realizarte una visita…
            - ¡Claro! Nos encontraríamos en un punto intermedio, quizás alguna paradisiaca playa, o un escondite secreto, una aventura para salir de la rutina, un secreto más ¡justo lo que necesito!
            - No lo dices enserio.
            - ¡Vamos juega conmigo!
            - Jugar, jugar, quiero tener otro tipo de juegos contigo…
            - Entonces comencemos jugando de ésta manera. ¿Dónde nos encontraríamos? ¿Ciudad o playa?
            - Elige tú, yo me encargaría de mantenerte dentro de la habitación, desnuda todos los días y las noches que estuviéramos juntos.
            - Playa, definitivamente playa, y encontraría la manera de escapar debes saberlo, adoro broncearme y no perdería la oportunidad de hacerlo.
            - Playa nudista entonces, para observar tu piel desnuda bajo los rayos del sol.
            - ¡Cuánto romanticismo! ¿Permitirías entonces que alguien más me viera desnuda?
            - Solo yo podría tener tu cuerpo, el resto puede solo desearlo, siempre y cuando tú te sintieras cómoda con esto, yo no tengo problemas.
            - ¿Estás seguro?
            - Después de una noche conmigo, no desearás a nadie más. Esa es mi arma secreta
            - ¡Cuánta seguridad!
            - J
            -¿Tú usando emoticones? ¡¡Eso es algo nuevo!! Realmente estoy adivinando justo ahora, pero te veo en mi mente sentado en un coche, con algún traje a medida, supongo que tienes chofer dado que estas respondiendo mis mensajes con cierta rapidez, por la hora supongo que no llevas lentes negros y quizás un café acompaña tu camino. Quizás te sorprendiste con mi mensaje o simplemente sonreíste al recibirlo. Como dije únicamente estoy adivinando.
            - El café esta en mi mano, llevo camisa sin saco, no es nada formal, contratos a puertas cerradas y cosas que quizás te aburrirían, uso lentes negros, ya sabes para cubrirme del flash de los paparazis. Por ti estoy teniendo una relación a distancia, algo que no me imaginé en mi vida.
            - ¿Imagina si me conocieras en persona? ¡Soy una terrible influencia!
            - Eso lo decidiré en su momento.
            - Entonces ¡Decidido esta! Nos encontraremos en una playa un par de días.
            - Como ya accediste, te secuestraría por el tiempo que lo permitieras.
            - ¿Y tú agenda?
            - Todo puede ser re - agendado o siempre puedo negociar vía telefónica, tu serías mi prioridad.
            - Esos momentos serían los que yo aprovecharía para salir a broncearme entonces.
            - Solo estaría ocupada mi boca, mis manos aún estarían libres…
            - Entonces tendríamos un problema… no soy alguien quién guste de permanecer callada…
            - Encontraremos una solución para mantenerte callada…
            - ¡Comienzas a interesarme!
            - Entonces vamos por excelente camino.
            - Continúa…
            - Te haría enloquecer, hasta que gritaras pidiendo más, utilizando todos mis encantos y habilidades adquiridas.
            - En eso estas equivocado.
            - Sé más específica.
            - Yo, no gritaría por mas, yo lo tomaría :P, lo siento, tus llamadas tendrían que esperar.
            - Entonces que así sea.
            Suspiré imaginando la escena, ¿Sería capaz de hacer aquello?
            - Muy interesante tu propuesta.
            - ¿Qué dices, aceptas? ¿Comienzo a comprar los boletos?
            - Aun cuando tu propuesta es excelente, tendré que declinarla por el momento
            - Lo único que logras es que me encuentre más interesado.
            Veamos cuanto tiempo me dura el gusto.
            - ¿Qué te detiene? ¿Cuál es la razón por la cual no te dejas consentir?
            - Veamos, ya que estamos entrados en gastos y es mi deber aclarar ciertas cosas, tú conoces mi mente, mis palabras y mi voz, quiero pensar que aún no me conoces físicamente, sabes sin embargo que me la paso el día entero haciendo ejercicio quizás pienses que mi físico no está del todo mal, pero finalmente no sabes si soy o no de tu agrado ¿O es que simplemente es algún círculo que debes cerrar? No quiero ser rechazada apenas baje del avión o bien simplemente atendida pro que “ya estoy ahí”
            Tardó un tiempo en contestar, por un momento llegué a pensar que no lo haría y como un vicio bien arraigado a mi alma comencé a andar sobre mis pasos, tratando de adivinar cuál de todas las palabras escritas habrían causado su falta de respuesta.
            - En algo estoy de acuerdo con el idiota de Atlas, tú no reconoces el valor que tienes. Tú has decidido las reglas de éste juego, reglas en las que no estoy de acuerdo pero las he respetado simple y únicamente debido a que estoy interesado en continuar comunicándome contigo con la esperanza de encontrarnos en algún momento, en algún lugar, ese día no te soltaré y me aferraré a ti. Tú me cautivaste como ser humano, no tu físico, lo mismo da que seas rubia, morena, pelirroja, alta, baja, gorda o delgada. Es todo lo que tengo por decir.  Me despido por hoy.
            Y así sin más compruebo nuevamente que lo mío es complicarme la existencia. Sonó mi alarma y comencé a prepararme para la tortura del día, sin embargo y pese a como resultaron las cosas una sonrisa se dibujó en mi rostro.

CONTINUARÁ...

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