- Me siento sola.
- ¿Acaso no llegó ya tu adorado
Altas?
- No es el momento, por favor, solo
necesito platicar.
- Esta bien…
- Muchas cosas cambiaron, lo sabes,
tú mejor que nadie conoce todo lo que ha pasado en mi vida, te he compartido
los detalles, conoces las cosas que estoy ocultando.
- Y estoy seguro que a mí me ocultas
cosas también.
Claro
que te oculto cosas, si te dijera la verdad de todo habría consecuencias para
ambos lados.
- Aun así, eres la persona que más
sabe de mi vida actualmente, tengo secretos para Atlas, tengo secretos para mis
tutores, tengo secretos para mi familia y amigos, si se pudiera tuviera
secretos hasta para mí misma.
- Los secretos están complicado tu
existencia.
- ¡Definitivamente! Y fui yo misma
quién decidió tener ésta vida llena de secretos.
- Has contemplado la posibilidad de
comenzar a poner tu vida en orden e ir
revelando esos secretos, eso te ayudaría a sentirte más liviana.
- A éstas alturas quizás empeoraría
todo si dijera la verdad, creo que es algo con lo que debo cargar hasta que
abandone ésta vida.
- Tú no quieres abandonar esa vida,
tú adoras estar metida de cabeza ahí.
- Quizás, quizás no, aun no lo he decidido.
- Te engañas a ti misma.
- ¿Eres acaso mi conciencia?
- Ey!! yo solo digo lo que veo,
desde que me has mantenido al margen de tu vida pero aun así me considera tu
confidente, creo que tengo el derecho de hacer esos comentarios.
Frío
y directo, justo lo que necesito.
- Ok… Mejor cambiemos de tema ¿Qué
haces? Espero no haberte despertado o estar interrumpiendo algo importante.
- Ahora mismo e dirijo a una reunión
donde firmaré para mi próximo trabajo puedo desviarme un par de días de mi
agenda para realizarte una visita…
- ¡Claro! Nos encontraríamos en un
punto intermedio, quizás alguna paradisiaca playa, o un escondite secreto, una aventura
para salir de la rutina, un secreto más ¡justo lo que necesito!
- No lo dices enserio.
- ¡Vamos juega conmigo!
- Jugar, jugar, quiero tener otro
tipo de juegos contigo…
- Entonces comencemos jugando de
ésta manera. ¿Dónde nos encontraríamos? ¿Ciudad o playa?
- Elige tú, yo me encargaría de
mantenerte dentro de la habitación, desnuda todos los días y las noches que
estuviéramos juntos.
- Playa, definitivamente playa, y
encontraría la manera de escapar debes saberlo, adoro broncearme y no perdería
la oportunidad de hacerlo.
- Playa nudista entonces, para
observar tu piel desnuda bajo los rayos del sol.
- ¡Cuánto romanticismo! ¿Permitirías
entonces que alguien más me viera desnuda?
- Solo yo podría tener tu cuerpo, el
resto puede solo desearlo, siempre y cuando tú te sintieras cómoda con esto, yo
no tengo problemas.
- ¿Estás seguro?
- Después de una noche conmigo, no
desearás a nadie más. Esa es mi arma secreta
- ¡Cuánta seguridad!
- J
-¿Tú usando emoticones? ¡¡Eso es
algo nuevo!! Realmente estoy adivinando justo ahora, pero te veo en mi mente
sentado en un coche, con algún traje a medida, supongo que tienes chofer dado
que estas respondiendo mis mensajes con cierta rapidez, por la hora supongo que
no llevas lentes negros y quizás un café acompaña tu camino. Quizás te
sorprendiste con mi mensaje o simplemente sonreíste al recibirlo. Como dije únicamente
estoy adivinando.
- El café esta en mi mano, llevo
camisa sin saco, no es nada formal, contratos a puertas cerradas y cosas que quizás
te aburrirían, uso lentes negros, ya sabes para cubrirme del flash de los paparazis.
Por ti estoy teniendo una relación a distancia, algo que no me imaginé en mi
vida.
- ¿Imagina si me conocieras en
persona? ¡Soy una terrible influencia!
- Eso lo decidiré en su momento.
- Entonces ¡Decidido esta! Nos
encontraremos en una playa un par de días.
- Como ya accediste, te secuestraría
por el tiempo que lo permitieras.
- ¿Y tú agenda?
- Todo puede ser re - agendado o siempre
puedo negociar vía telefónica, tu serías mi prioridad.
- Esos momentos serían los que yo
aprovecharía para salir a broncearme entonces.
- Solo estaría ocupada mi boca, mis
manos aún estarían libres…
- Entonces tendríamos un problema…
no soy alguien quién guste de permanecer callada…
- Encontraremos una solución para
mantenerte callada…
- ¡Comienzas a interesarme!
- Entonces vamos por excelente
camino.
- Continúa…
- Te haría enloquecer, hasta que
gritaras pidiendo más, utilizando todos mis encantos y habilidades adquiridas.
- En eso estas equivocado.
- Sé más específica.
- Yo, no gritaría por mas, yo lo
tomaría :P, lo siento, tus llamadas tendrían que esperar.
- Entonces que así sea.
Suspiré
imaginando la escena, ¿Sería capaz de hacer aquello?
- Muy interesante tu propuesta.
- ¿Qué dices, aceptas? ¿Comienzo a
comprar los boletos?
- Aun cuando tu propuesta es
excelente, tendré que declinarla por el momento
- Lo único que logras es que me
encuentre más interesado.
Veamos
cuanto tiempo me dura el gusto.
- ¿Qué te detiene? ¿Cuál es la razón por la cual no te
dejas consentir?
- Veamos, ya que estamos entrados en
gastos y es mi deber aclarar ciertas cosas, tú conoces mi mente, mis palabras y
mi voz, quiero pensar que aún no me conoces físicamente, sabes sin embargo que
me la paso el día entero haciendo ejercicio quizás pienses que mi físico no está
del todo mal, pero finalmente no sabes si soy o no de tu agrado ¿O es que
simplemente es algún círculo que debes cerrar? No quiero ser rechazada apenas
baje del avión o bien simplemente atendida pro que “ya estoy ahí”
Tardó
un tiempo en contestar, por un momento llegué a pensar que no lo haría y como
un vicio bien arraigado a mi alma comencé a andar sobre mis pasos, tratando de
adivinar cuál de todas las palabras escritas habrían causado su falta de
respuesta.
- En algo estoy de acuerdo con el idiota de Atlas, tú
no reconoces el valor que tienes. Tú has decidido las reglas de éste juego,
reglas en las que no estoy de acuerdo pero las he respetado simple y únicamente
debido a que estoy interesado en continuar comunicándome contigo con la
esperanza de encontrarnos en algún momento, en algún lugar, ese día no te
soltaré y me aferraré a ti. Tú me cautivaste como ser humano, no tu físico, lo
mismo da que seas rubia, morena, pelirroja, alta, baja, gorda o delgada. Es
todo lo que tengo por decir. Me despido
por hoy.
Y así
sin más compruebo nuevamente que lo mío es complicarme la existencia. Sonó mi
alarma y comencé a prepararme para la tortura del día, sin embargo y pese a
como resultaron las cosas una sonrisa se dibujó en mi rostro.
CONTINUARÁ...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario