“If you were born again tomorrow
Would you live your life like yesterday?
If you were born again tomorrow
I wouldn't live my life any other way
Would you live your life like yesterday?
If you were born again tomorrow
I wouldn't live my life any other way
Yeah, you don't have to look back to see where we are
The future's looking brighter than a handful of stars
You gotta hold on, hold on, you gotta be strong”
The future's looking brighter than a handful of stars
You gotta hold on, hold on, you gotta be strong”
Abrí los ojos sin ser consciente del tiempo que había permanecido
dormida. Todo era confuso, las cortinas estaban corridas y en la habitación
todo era oscuridad.
El aroma no me era familiar, esa fue mi primera pista para darme cuenta
que no estaba en mi habitación.
Dolorosos recuerdos iban saltando en mi memoria del acontecimiento
sucedido en la arena, no tenía el valor para nombrar aquello.
Suspiré y los ojos me comenzaron a arder a causa de las lágrimas que
comenzaban a brotar de mis ojos sin control.
Me rodé para acomodarme sobre mi espalda y me di cuenta que no estaba
sola en aquella cama.
- Pequeña… - Dijo César quien me abrazaba por la cintura y besaba mi
frente.
- No. – Respondí.
Solo ese monosílabo salió de mi boca.
No quería decir nada y perder el
poco auto –control que me quedaba.
Cosas malas les suceden a las personas buenas.
Comencé a llorar, las lágrimas rodaban sin contención.
Primero lloré de manera calma para pasar por muchas etapas, hasta que me
incorporé y comencé a golpear la cama.
¿Qué se hace en esos casos?
¿Cuál es la solución para poder arrancarte todo ese dolor del pecho?
¿Alguien, acaso alguien en este mundo puede ponerme una inyección que
mitigue todo esto?
Mis aros comenzaron a manifestarse.
¡Claro que quería destrozar al mundo!
César se hincó y me abrazó por la espalda, entrelazó sus manos con las
mías y las colocó en mi pecho sin dejar de sostenerme desde la espalda.
- Tranquila pequeña, tranquila, todo pasará y esto también.
Yo escuchaba las palabras pero como si estuvieran muy lejanas, como si
de pronto yo estuviera cayendo en un abismo sin fondo y alguien me gritara
desde arriba.
- Es el ciclo de la vida.
Alcancé a escuchar esas palabras entre mis propios gritos que ahora se
mezclaban con el llanto.
Puedo sentir la fuerza energética de César contrarrestando mis
descontroladas ondas, su fuerza física también fue requerida pues quería
destrozar con todo a mí alrededor como si con ello milagrosamente Kevin
volviese a la vida.
- Pequeña…
Me relajé unos momentos y cesé todos mis esfuerzos. Cuando sentí que
César se relajó también me giré, me colgué de su cuello y continué llorando, él
correspondió esto, acarició mi cabello por todo el tiempo que permanecí así
hasta perder la conciencia.
Quería dormir, dormir eternamente.
Cualquiera hubiese pensado que
después de la experiencia vivida con la muerte de mi abuela y lo vivido después;
esto debería ser más sencillo de sobrellevar, ¡Quiero saber quién carajos cree
eso! La muerte de Kevin duele como el peor golpe que el Demonio pudiese darte.
Resultó que pasé todo un día dormida
y me levanté hasta dos días después de aquel evento.
Los muchachos estaban ahí. Vestían
ropas negras, ropas de luto.
Cada vez está horrible pesadilla
cobraba más y más peso en mi vida, ignorarla no la hace menos real y ellos
estaban ahí materializándola.
Me cubrí con las sábanas y después
de un tiempo prudente, asomé los ojos para verificar si ellos continuaban ahí,
donde estaban antes de que me cubriera.
César se encontraba sentado a mi
lado sobre la cama.
Mario había acercado una silla y
estaba sentado a mi costado, con una mano en su barbilla y la otra cruzada
sobre su pecho.
Jason miraba por la ventana, las
cortinas ahora estaban corridas parcialmente.
Bruno estaba recargado sobre la
puerta cerrada de la habitación mirándome fijamente.
Estaba exhausta de tanto dormir y
llorar, mi cara estaba hinchada por la misma causa y me sentía más sola que
nunca.
Me incorporé en la cama, acomodé las
almohadas a mi espalda y crucé las manos en mi regazo.
Respiraba pausada pero profundamente
y miré al infinito, sentí que si miraba a cualquiera de ellos a los ojos
perdería el control de mí nuevamente.
- ¿Qué sucedió? Por qué…
Eso fue todo lo que pude decir.
- Accidente cerebro – vascular –
respondió Mario.
- No entiendo – dije finalmente –
todos ustedes viven una vida saludable, se ejercitan, comen bien, hasta donde
sé Kevin no tenía vicios, tenemos exámenes periódicos ¿Acaso no debería eso
prevenir éstas cosas?
Silencio.
- Son cosas que no podemos prevenir,
defectos imperceptibles en revisiones periódicas, son cosas que únicamente son
visibles cuando el cuerpo es examinado a fondo, como en una autopsia – Dijo
César con la voz entrecortada.
César
acaba de perder a un hijo – me recordó la loca de la casa.
- ¿Entonces simplemente se trata de
un accidente, algo aleatorio, algo que a cualquiera de nosotros le pudo
suceder?
- Desafortunadamente, así es –
comentó Bruno desde donde se encontraba.
Todos ellos estaban de luto, es
verdad que yo había perdido a mi compañero, a mi amigo, a mi futuro esposo,
pero ellos habían perdido a un hijo, dicen que es el dolor más grande que se
puede tener y yo estaba dándoles aún más problemas.
- No es algo que pudiésemos anticipar
o prever – Mencionó Jason.
Con esas palabras adentrándose en mi
cerebro fui consciente de lo egoísta que me estaba portando, ellos tenían mucho
que hacer con los preparativos del funeral o lo que sea que ellos hiciesen en
estos casos, y además tenían que atenderme a mí. Yo debería estar siendo un
soporte para ellos y no lo contrario.
He sido muy egoísta.
Como tantas veces agrupé los pedazos
de mí los pegué tan bien como pude hacerlo y puse manos a la obra.
Me puse de pie lentamente no es que estuviera al 100% no quería darles
un susto más.
Les abracé a cada uno de ellos dejándoles saber con ese breve contacto,
cuando lamentaba su pérdida.
Tomé algo de la comida que me habían llevado.
- Todo está listo para su funeral – dijo César.
Tragué con dificultad ese primer bocado, la saliva en mi boca era espesa
y pastosa.
- Lamento ser tan patética en estos casos – dije – solo que no sé si
ustedes tienen otras costumbres que deba aprender, que deba considerar…
- Yo la guiaré por esto – dijo César, ustedes comiencen a prepararse.
El ya vestía completamente de negro, corbata, camisa, traje, todo era
negro.
Tras cerrarse la puerta, César acercó la silla para colocarse sentado
frente mí.
Introduje un trozo de fruta a mi boca esperando algún tipo de
instrucción de su parte.
Tomó mi mano izquierda entre sus manos.
- Este anillo - dijo él.
Retiré mi mano lentamente y mi rostro se enrojeció.
- Yo…
El me miraba fijamente, le platiqué todo de una manera honesta, no tenía
ya ningún caso ocultarlo.
- Yo acepté la propuesta de matrimonio de Kevin. No es que fuera a casar
de inmediato con él, solo quería que supiera que él era el elegido Pero no
tiene ninguna importancia ahora ¿Cierto?
Comencé a retirar el anillo del dedo, él lo impidió.
- Úsalo, úsalo durante éstos días, él lo sabrá – sonrió cálidamente.
- El mencionó algo de 49 días.
- De acuerdo a sus creencias 49 días después de la muerte viene su
reencarnación.
- Existe alguna ceremonia especial ¿Algún pedido especial?
- Nosotros tenemos algo que llamamos “Ceremonia de Luz”, casi ninguno de
nosotros profesa una religión como tal, y debido a ello es que creamos esa
ceremonia. Mañana serás participe de ella. En esa ceremonia vestimos el color
de la energía que desprende la persona fallecida.
- Azul – dije en voz alta.
César afirmó.
Miró nuevamente mi anillo y sonrió.
- Acompáñame.
Entramos al estudio. Él se ubicó detrás del escritorio y yo simplemente
me dejé caer en el primer lugar que encontré.
Permaneció sin decir palabra.
- Como sabes Kevin era como un
hijo para mí un poco más que para todos ellos.
- Él me contó algunas partes de la historia – le señalé.
- ¿Puedo saber cuándo es que Kevin te dio ese anillo?
Dudé, todas las preguntas que ellos hacían tenían un propósito y yo sí
que me encontraba escondiéndoles algo en ese momento.
Al ver que no le respondía colocó sus antebrazos sobre el escritorio y
se inclinó hacia al frente para quedar un poco más cerca de mí.
- ¿Pequeña?
Su voz denotaba instrucción, él quería escuchar la respuesta de mis
labios ¡Por Que habría yo de negarle eso?
- Me lo dio uno o quizás dos días antes de que regresáramos – respondí
finalmente aunque con cierta duda en mi voz.
Recargó su peso sobre el respaldo de la silla. Viéndole de aquella
manera pude ver el cansancio y tristeza
acumulados en su rostro.
- Tu ¿Ibas a aceptar su propuesta? ¿Cuándo lo decidiste?
Giré mi cabeza, son preguntas muy personales que me ésta resultando
incómodo responder.
- Es algo muy íntimo lo sé – dijo él, confía en mí, te prometo que todo
esto tiene un propósito – Me miró fijamente sin que pudiera hacer otra cosa que
rendirme.
- El me entregó el anillo y me pidió no tomar ninguna decisión precipitada,
él sabía que Atlas y yo… - no ahondé en un tema bien conocido por ellos y por
todos. Sí que me puso a pensar César, he de reconocerlo, pero él fue tan bueno
y lindo con migo, me ayudó en más de una manera, me brindó cariño, fidelidad incomparable y él me mostró que él
era todo lo que yo quería en esta vida.
Sí que me pregunté si no estaba solo sustituyendo la ausencia de Atlas,
porque Dios sabe que lo he extrañado horrores, pero Kevin, bueno simplemente me
derretía el corazón, cada ocasión que nuestros ojos se encontraban, podía ver a
través de su alma la cual me entregaba a cada momento.
Nuevamente estaba llorando.
¡Tomé una decisión que ahora no tiene ningún sentido!
- Te haré una pregunta ahora, no como tu tío, si no como un esperanzado
padre que … - habló tras unos momentos de silencio. ¿Existe la posibilidad de
que estés embarazada?
Reí fuertemente mientras limpiaba mis lágrimas
- No César, lo lamento. Él y yo no llegamos hasta ese punto y creo que
ustedes lo saben.
Me miraba fijamente.
- Valía la pena preguntar - dijo dando un golpe a la mesa y poniéndose
de pie.
Abrió un cajón de escritorio y sacó un sobre, extendió la mano para
entregármelo y al mismo tiempo se sentó en el sillón más cercano. Ahora
platicábamos sin nada que estuviera entre nosotros.
- Quizás Kevin sabía que algo pasaba con él. Quiero pensar que sabía que
lo que le sucedió… - Su voz se entrecortó y él dejó de hablar.
- Seré tan honesto como impresionantemente has sido conmigo el día de
hoy. Kevin me entregó este sobre cuando ustedes llegaron, entiendo que él nunca
supo que habías tomado una decisión respecto al anillo. Ahora este sobre te
pertenece. Debía entregártelo si ustedes dos terminaban por caminos separados o
si algo le sucedía a él.
Creí que se trataba de alguna acción impulsiva por su parte, reí incluso
cuando me lo entregó, sin embargo mi sonrisa se desdibujó cuando vi en su
rostro que él lo decía enserio.
Hago entrega entonces.
Acto seguido se puso de pie y se marchó.
Observé por largo tiempo el sobre, lo coloqué en mi regazo, era un sobre
color azul intenso, el papel era brillante, se notaba abultado, no quería
abrirlo, no había dejado de llorar y estaba segura de que esto simplemente me
haría llorar aún más.
¡Menuda broma Kevin!
Finalmente lo abrí, esa carta tenía un objeto después de todo, una
instrucción fue dejada con ella.
Observé letras, observé renglones, mi cerebro se negó a procesar todo
aquello hasta que lo forcé.
¡Hola BB!
Si estás leyendo esto, como dicen las películas que
tanto disfrutamos tú y yo, entonces quiere decir que no estamos juntos ¡Lo
lamento tanto! Me estoy perdiendo una encantadora vida a tu lado, espero que
todo esté yendo de maravilla en tu vida.
Me gustaría tanto decir que te amé desde el primer
instante en que te conocí pero no fue
así, me alegro sin embargo de haberte amado tan profundamente como lo hago lo
cual es un privilegio para alguien como yo.
Esta carta la escribí durante tu ausencia en nuestra
estadía en Suecia y se la entregaré a César a nuestro regreso.
No sé bien si sea una despedida o una bienvenida, pero
como sea entiende que tiene puesto mi corazón.
Esto es mi último regalo, lo escribo tan trágicamente
pues si ya no estamos juntos así será.
Hemos hablado de que tú no seguirás con esta vida en
tu futuro, lo cual no entiendo y no pretendo hacerlo pues como tu bien dijiste tú
tienes una familia y nosotros somos ya una familia.
Lo que contiene este sobre es mi testamento
actualizado.
Si te preguntas por que lo he hecho, la respuesta es
sencilla, tú crees que salir de éste mundo será sencillo pero no lo será, yo te
estoy preparando para ello. Salir de éste mundo será como intentar salir de una
mafia teniendo a Ramsés como papá sanguíneo siendo que tu accediste
voluntariamente a entrar aquí, será casi imposible para ti hacerlo cuando ellos
hayan descubierto o tu hayas mostrado toda tu energía contenida.
¡Prepárate para la batalla!
Te estoy dejando mi casa aquí en la asociación, en
nuestro mundo. Le encontrarás sentido cuando el momento llegue, al respecto
evita darle vueltas al asunto, entiérralo en el olvido, créeme todo cobrará
sentido cuando sea el momento, no antes, no después.
Destruye esta carta, no guardes evidencia, mi
testamento estará legalizado y alguien te buscará para entregarte lo que es
tuyo.
Te estoy dejando la ubicación de una cantidad de
dinero que te permitirá reiniciar tu vida, es dinero en efectivo, encontrarás
que es una buena práctica hacer esto sobre todo en nuestro mundo.
Ahora que no estamos juntos espero desde el fondo de
mi corazón que estés viviendo una vida plena, una vida feliz defendiendo tus
creencias e ideales, creando tu propio camino, pero siempre siendo fiel a ti
misma y a tus creencias.
Espero que nuestra separación no haya sido dolorosa
para ti, y de ser así lo lamento desde
el fondo de mi corazón. ¡Te amo y es lo que menos deseo!
Es todo lo que puedo hacer por ti Diablilla. Deseo
desde el fondo de mi corazón que esta carta nunca llegue a tus manos.
Te ama. XXXX XXXXX (Kevin)
¿Cómo el universo fue tan sádico para hacerme esto? Sus bromas resultan
cada vez más y más dolorosas.
Leí y re-leí la carta algunas veces más, las lágrimas habían dejado de
rodar, pero el agujero en mi corazón continuaba doliendo.
No quería destruir la carta, pues era algo que él había escrito de su
puño y letra para mí, solo para mí.
Al siguiente día me preparé, vestí de acuerdo a la costumbre y todos ahí
vestían similar.
No quería mirar dentro de aquel ataúd que solo contenía un cuerpo sin
vida, no quería tener ese recuerdo en mi mente, he trabajado duro para intentar
eliminar el recuerdo de verle tirado en aquel lugar, inerte, sin vida.
- No tienes que pasar por esto sola – Susurró César a mi oído
brindándome su brazo para que me sostuviera de él.
Caminamos para ubicarnos en el segundo círculo de personas que se formó
alrededor de su ataúd.
- El primer círculo está formado por los maestros supremos, me instruyó,
debes saber que Ramsés está ahí, le busqué inútilmente pues todos ellos
llevaban túnicas y capuchas que cubrían sus rostros, de ésta manera casi todos
lucían iguales.
Entré en mi burbuja personal, quizás por voluntad propia, quizás no.
Escuchaba todo en segundo plano para dejar paso al sonido nítido de mi propia
mente.
Mi propia voz interior que me reclamaba, me reprochaba, me torturaba.
Nos tomamos de la mano, de mi lado izquierdo tenía a Mario, de mi lado
derecho a César. Comenzaron a dejar aflorar su energía, la imagen era
hermosísima pues las emisiones de energía no eran para atacar o dañar,
simplemente permanecían rodeando al dueño de la misma, las energías no se
mezclaban eran contenidas como su fuesen burbujas invisibles, una energía cedía
al paso de la otra cuando se encontraban, era un sinfonía energética perfecta,
un placer visual.
La energía de los maestros supremos era diferente sus emisiones eran definidas, visualmente más
coloridas y no danzaban, no fluían, permanecían como luces de neón a su
alrededor como halos que los protegían o rodeaban.
Mi energía salió a flote a voluntad, internamente y desde lo más
profundo de mi corazón le agradecí a Kevin, pues sin él yo no hubiese poseído
aquel manejo, aquel control, mi energía estaba desbocada sin embargo, irregular
sin importar cuanto quisiese yo controlarla, ella insistía en tener voluntad
propia. Invertí mucho esfuerzo para mantenerla medianamente controlada.
Aquello parecía ser normal, si yo no me encontraba en paz, mi energía
tampoco iba a estarlo.
Junto con la energía una serie de
cánticos en otro idioma, al que sonaba como un idioma antiguo iban siendo
entonados por los maestros supremos, quienes poco a poco incrementaban el
volumen del mismo. La intensidad de su energía también fue incrementada, todas
sus energías convergieron en un mismo
punto encima del cuerpo de Kevin. Mi amado Kevin.
En ese punto todos callaron.
Ella habló.
La vida es un ciclo, todos tenemos un propósito y una misión. Sin
importar cuan injusto consideremos la partida de XXXXXX XXXXXX (Su nombre
real), no tengo ninguna duda en que su
propósito fue cumplido y esa fue la razón por la cual desencarnó. Todos somos
energía y nosotros nos encontramos unidos por ella, él conoce el camino, solo
él conoce su destino, ayudemos entonces a alumbrarlo para que llegue
rápidamente y sin contratiempos. Energía desde nuestro corazón, con amor
incondicional mostremos gratitud hacia lo que nos enseñó, hacia el tiempo que
compartió con nosotros. Amémosle incluso más de lo que él nos amó.
Nadie hizo un ruido más.
Así en aquel iluminado silencio, con la energía de nuestros corazones
Kevin fue depositado de regreso a la tierra a la cual pertenecía, a la cual
todos regresaremos tarde o temprano.
Observé calmadamente, tranquilamente como el ataúd desaparecía
lentamente en aquel agujero en la tierra.
Quise gritar con todas mis fuerzas, quise lanzarme tras de esa caja que
ahora guardaba en ella el cuerpo de Kevin, un cuerpo al que injustamente le
habían arrancado la vida, una cuerpo que aun debería andar deambulando por
éstos lugares.
Fui lo más prudente que he sido hasta ahora y guardé todos mis impulsos
atendiendo a todas las recomendaciones de la persona que ahora habitaba aquella
morada, muestra tu energía hasta el momento en el que decidas retirarte de éste
mundo.
Sé que alguien notó que mi energía se intensificó, Pude ver a un
encapuchado viéndome fijamente aun cuando su rostro permaneció oculto.
Si esto tendría alguna consecuencia lo sabría en los próximos días, no
esperaba que dejaran toda aquella ceremonia para ir a aclarar el punto, confié
en ello.
La ceremonia terminó y todos se retiraron en silencio.
Me acerqué al agujero en la tierra que ahora en el fondo contenía el
cuerpo de Kevin en una fría caja.
Me hinqué y le grité, grité desgarradoramente hasta que me quedé afónica.
Nadie estaba allí, esperé a quedar sola, todos ellos respetaron mi decisión, sé
que escucharon mis gritos, pero nadie podía hacer nada. Nadie.
Sentí sin embargo que varias energías me rodeaban, los muchachos y Ramsés,
lo supe pues era el único encapuchado.
La sensación era sumamente agradable, reconfortante, lleno de amor,
lleno de paz, les miré desde mi lugar hincada en el piso, mis ojos llenos de lágrimas
y mi rostro descompuesto.
Escuchaba voces en mi mente, ellos estaban de pie, con los brazos hacia
los costados y las palmas hacía el frente, las piernas separadas que hacían que
formaran un triángulo, las voces resultaron tanto inquietantes como
confortantes.
Sus energías nos rodeaban como un espiral ascendente, nos dejaban dentro
del mismo.
Ellos tenían sus ojos cerrados. Tan pacíficos como siempre, tan calmos
como si estuviéramos en una situación normal.
Escuchaba todas sus voces en una sola voz albergada en mi mente.
- Sana tu dolor, despídete, no lo cargues por siempre, lo amaste,
agradece por ello, agradece por las experiencias vividas, amale, ódiale, ríe,
llora, grita, todo lo que desees ¡Sana tu alma! Y déjalo partir.
CONTINUARÁ...
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