Estaba
nerviosa, planeamos la visita temprano pues no sabríamos cuanto tiempo
tardaríamos en llegar a un acuerdo.
Puntuales
tocaron el timbre y mi hermana pequeña corrió a abrir la puerta, ella no
comprendía del todo mi partida, pero estaba emocionada por que tendríamos
visitas.
Mi
papá abrió la puerta y los recibió junto a mi hermana, ella con la inocencia
propia de un niño pequeño, los recibió con un comentario honesto :
- ¡¡¡Ustedes son muy altos!!!
No
me había percatado antes, pero
efectivamente yo era significativamente más alta que mis hermanos y
aunque ellos aún están en desarrollo, difícilmente llegaran a ser tan altos
como yo.
Ellos
le sonrieron y le dieron una respuesta muy
apropiada :
- Nosotros no tomamos refresco, por eso es que crecimos tanto, - le guiñaron un ojo y comenzaron desfilar hacia dentro de la casa.
Una
vez que ellos se situaron en la sala, llegué a saludarles, y unos momentos
después llegó mi mamá. Todos ellos se levantaron al momento de verle, mi papá
observaba pacientemente desde su sillón.
- María - , dijeron, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.
Ella
se limitó a decirle "Bienvenidos".
- Mario, rompió el silencio incómodo que reinaba en ese momento, señores agradezco en lo personal y en nombre de mis hermanos la oportunidad y confianza que han depositado en nosotros les garantizamos que BB estará en las mejores manos.
- Mario, eliminemos las formalidades- le dijo mi mamá - al tiempo que se le quebró la voz. Sin importar el origen de mi hija, sus genes y lo que ustedes ven en ella, siempre será mi bebé y aun cuando yo no soy poderosa como ustedes, si algo le sucede, corran y escóndanse lo más que puedan porque yo iré a cazarlos a cada uno de ustedes y los quebraré pieza por pieza hasta quedar satisfecha. Era sin duda la primera vez que escuchaba salir tales palabras de boca de mi mamá. No esperaba que Ramsés tuviera ganas de verme nuevamente después de lo sucedido, pero al menos esperé que tuviera la cortesía de venir por ella el día de hoy.
Mi
mamá estaba dolida y pude observar que medía sus palabras desde que mis
hermanos estaban presentes, adiviné que ellos no sabían la verdad.
- Referente a eso- habló César – No es que él no quisiera venir, es que por el momento se encuentra fuera del país en actividades propias de la asociación. Él envía sus disculpas.
Mi
mamá le miró y guardó silencio, mi papá le abrazó, si hay alguien que merezca
el cielo es él, ha amado a mi mamá sabiendo la verdad de las cosas, me ama a mí
como su hija sanguínea e incluso cuando acudió a mí a darme su bendición lo único
que hizo fue desearme lo mejor, tu mamá nunca ha sido buena con las palabras
dijo, pero te extrañaremos.
Ella
aún tiene pendiente su titulación dijo mi papá, su mamá y yo estaríamos
agradecidos ella pudiera completar éste trámite, se dirigió a Atlas
recordándole aquella conversación que tuvimos hacía unos días.
Cuenten
con ello - dijo Jason – Atlas nos puso al tanto de la situación y de la promesa
que él les realizó, nosotros les garantizamos que ella les traerá su título
antes de que pase un año y nuestras promesas…
- .. Se cumplen, complementó mi mamá.
Me
despedí de mi familia, me encontraba con la adrenalina al 100% por comenzar
ésta nueva aventura, mi hermana me dijo adiós y me entregó un dibujo que ella
hizo de nosotras - no te olvides de mí –.
- Jamás podría hacerlo, te traeré un regalo la próxima vez que nos veamos – le aseguré y me despedí con un beso.
Así
fue como sin haber desatado una pelea que hubiera palidecer la batalla de Troya,
me marche dejando una parte de mi vida “en pausa”, ansiosa por vivir nuevas aventuras,
nuevas experiencias y sobre todo el desarrollo de un poder que solo pude haber tenido
en sueños, algo que aun ahora si lo pienso me parece extraído de in mundo de fantasía.
Una aventura de vida se me presentó, y sé que lo mejor, los mejor estoy por vivirlo.
Llegamos a lo que sería mi nuevo hogar por los
próximos años. Los muchachos, decidí llamarlos así desde que Atlas se refiere a
ellos de ésta manera, la casa es bastante amplia vista desde afuera con aspecto
moderno y minimalista, me dieron una visita guiada por el interior de ésta,
pude adivinar al primer vistazo que aquello era obra de un decorador con
experiencia, de otra manera no explico como 5 hombres viviendo solos en aquella
casa, pudiesen tener siquiera el gusto de combinar colores.
La fachada de la casa es blanca casi en
su totalidad, contrastante con su colorido interior, Flores, arboles y un bien delimitado
tapete de césped, delimitaba el frente. . Todo en orden y extremadamente
limpio.
Me llevaron al estudio, donde lo primero
que saltó a mi vista fue que todas las paredes estaban cubiertas por libros,
toda una vida de lectura, pensé, este espacio se encontraba inundado con aroma
a Madera, había sillones suficientes para todos, puedo adivinar que ellos son
visitantes frecuentes de éste espacio, me encantaron los sillones, de piel con
tachuelas negras, un estilo muy vintage, me invitaron a sentarme en uno de los
tantos sillones que quedaban de frente al escritorio, la silla que se ubicaba
detrás del mismo fue ocupada por Mario. Observé a mi alrededor muchos objetos
se encontraban en aquel lugar, adornos, cuadros, todo a juego, bellas ( y
costosas) alfombras pisaban mis pies.
BB, Bienvenida a tu hogar, las reglas
aquí son sencillas, todo comienza y termina por el respeto, descubrirás que
cada uno de nosotros cuenta con su particular estilo y carácter, llegaste a
nuestra vida de una manera inesperada y hubiésemos querido haber podido ser
parte de tu vida antes de esto, ahora tenemos una tarea que hacer, todos
nosotros seremos tus instructores, sin embargo adicionalmente entrenaremos
contigo en tus tiempos libres.
Quizás tengas que hacer algunos cambios
en tu alimentación y en tus hábitos en general, esperamos que los primeros
meses te sirvan de adaptación.
Creo que ya es muy tarde para ésta
pregunta – dije - sin embargo me gustaría saber, ¿por qué debo tener una
“guardián” cuando los tengo a todos ustedes para que me orienten y guíen? Y
sobre todo ¿ por qué él?, puedo anticipar que él les habrá comentado algunas
cosas de mí y si él aun no lo ha comentado resultamos ser como Agua y Aceite.
Se miraron entre ellos, lo cual solo me
hace pensar que son personas que guardan
muchos secretos o al menos ahora teniéndome en su hogar, tendrán que hacerlo.
Tener un guardián es un requisito dentro
de nuestro programa – respondió Jason –. Nosotros lo elegimos para ti y algo
que debes saber de nosotros es que no
dejamos nada al azar. Llegarás a amarlo antes de lo que te imaginas.
Además que debo recordarte que nuestras instrucciones no son cuestionables.
Simple curiosidad – me limité a decir -.
BB, como tus tutores seremos implacables
e imparciales, tus entrenamientos exhaustivos, sin embargo esperamos que tengas
la confianza de acercarte con nosotros en cualquier lugar y en cualquier
momento.
Asentí -
Deben saber que accedí a venir con ustedes sabiendo que se encargarán de
mis gastos … por algún tiempo complementé, quiero saber cuáles son mis
actividades dentro del hogar
Nuevamente se miraron entre ellos con
mirada de incredulidad.
Cesar rio – Excelente argumento, quiero
ver que después del primer día de entrenamiento a mi lado puedas siquiera
arreglar tu cama, aplaudió al tiempo que continuaba con su risa.
Pequeña, -hablaba Mario - nosotros
tenemos quien atienda las labores en el hogar y
no está de más mencionar que a esas personas les debes todo tu respeto.
Yo estoy encargado de los desayunos diariamente, las comidas las realizamos en
el restaurant comunitario casi diariamente, las cenas las realiza Bruno, los fines de semana – hizo una pausa – bueno
supongo que ahora nuestra dinámica cambiará, les señaló a sus hermanos.
Nosotros no pasamos aquí el fin de semana, y después de las intensas semanas
que pasaremos juntos, quizás quieras relajarte y tener tu propio espacio ¿ qué hacen las personas de tu edad hoy día?.
Les alegrará saber que soy una persona más
bien hogareña, disfruto enormemente de los placeres sencillos de la vida, leer
un libro, estar con mi familia, nunca he sido amante de la vida nocturna y
desde que no tengo pareja o novio, no tengo con quien salir al cine aunque
nunca ha sido un impedimento para salir sola. Salir de éstas instalaciones
sería algo muy tardado pues no cuento con transporte propio, y me tomaría una
vida salir y regresar. Si necesito de algo aprovecharé los fines de semana que
pase con mi familia para adquirirlo, traerlo o visitarlo.
¿Sabes manejar? ¿Tienes licencia de
conducir? Preguntó Jason.
- Si, mis documentos están en regla también.
- Puedes utilizar cualquiera de nuestros coches si llegaras a necesitarlo, se prudente.
- Reí – Gracias, dije, aunque no creo que sea lo más oportuno.
Siempre puedes echar mano de tu chofer
particular – Señaló Bruno, él debe estar disponible para ti y lo hará gustoso puedo
anticipar. Lo más prudente será sin embargo, ver cómo se desarrollan las cosas,
tal y como dijo César hace unos momentos, quizás no puedas o quieras moverte
después de la primera semana de entrenamiento.
- Comienzan a asustarme – dije, existe alguna regla más que deba atender.
De hecho tenemos una larga lista de ellas, creemos sin duda que las iras
aprendiendo conforme el tiempo vaya transcurriendo
y surgirán conforme se vaya necesitando.
- No esperamos que te ausentes mucho de nuestro lado, pero deberás atender el celular cada que llamemos, sin importar con quien o donde te encuentres.Pasemos a ver tu habitación.
Como todos unos caballeros, me indicaron
salir primero de aquel estudio, sin embargo tuve que seguirlos, a fin de
encontrar el camino a mi habitación.
Como dijeron antes tenía lo requerido. Tienes toda la privacidad que
requieres –señalaron. Revisa tu ropa, si acaso necesitaras algo más mañana iremos de compras para que puedas
tener todos los artículos personales que quisieras comprar.
Mi habitación se encontraba al final del
pasillo, quizás para que puedan escucharme en caso de que quisiera huir.
La hora de la cena estaba cerca, toma
unos momentos para explorar tu habitación y baja en media hora para cenar.
Se fueron dejándome ahí, suspiré y
emocionada vagando dentro de mi amplia habitación : escritorio, closet, cama
tamaño matrimonial, un par de mesitas de noche… abrí la puerta que conducía al
baño y me encontré con la agradable sorpresa de que tenía una tina de baño, ¡
un baño para mi sola!, eso era lo mejor!!!
Iría reacomodando y re-decorando de
acuerdo a como se presentaran los siguientes días, bajé puntualmente recordando
las instrucciones de Atlas “sé puntual”.
La única que faltaba en aquella mesa era
yo, me apené por que no ayudé en nada y me prometí a mí misma que lo haría
mejor, fue una sorpresa para mi descubrir que Atlas estaba sentado ahí justo a
un lado del único lugar que se encontraba vacío, el cual adiviné estaba
asignado para mí. Atlas de inmediato se puso de pie para acomodar mi silla,
bienvenida, dijo él.
La cena fue algo muy simple pero sano y
delicioso. Anticipo también que así serán mis cenas de aquí en adelante.
Intercambiaron un par de comentarios,
referentes a autos, libros, y poco a poco me fueron incluyendo en la misma,
descubriendo mis gustos, mis preferencias, deseos, etc.
¿Tienen algún plan para mañana? –
preguntó Atlas.
Saldremos de compras con BB, eres
bienvenido.
- Pasamos por ti cuando vayamos de salida.
Me di cuenta en ese momento que no tenía
idea de donde vivía Atlas, supongo que eventualmente lo descubriría.
Cuando la cena terminó algunos de ellos
comenzaron a levantar los platos de la mesa, yo hice lo propio, ellos me
indicaron que ellos se encargarían quitándome los platos de las manos. Atlas me
hizo una señal pidiéndome que me
acercara a él.
- Si no les molesta pasaremos a la sala a conversar un poco – Dijo Atlas
- Adelante – nos confirmó Bruno.
- Es raro – dije, todo esto…
- ¿Te hace falta algo? ¿Tienes todo lo necesario?
- Realmente no he revisado mi recámara en su totalidad, confío en que tendré todo, dije.
- Un momento- dijo. Se puso de pie asomando la cabeza hacia la cocina.
- BB aún no tiene la lista de lo que le hace falta, subiré y le ayudaré con ésta labor – dijo.
Honestamente no pensé que se lo
permitieran ya que él es un hombre después de
todo en mi habitación…. ¿soy acaso una puritana?.
- Adelante, gritó Mario, asegúrense de tener esa lista completa, nosotros saldremos unas horas.
¿Qué? ¿Nos dejaran solos? ¿Podré
manejarlo?.
- Me guiñó un ojo, subamos.
- Creo que es una labor que puedo hacer sola – señalé.
- Sí, estoy seguro de ello, pero no quiero privarte del placer de mi presencia.
Se inclinó un poco para hacer un gesto
dramático donde me indicó que me cedía el paso. Entrando a mi habitación, prudentemente dejé la puerta
abierta, él se posicionó al centro y miró alrededor, unos instantes después
escuchamos a Mario gritar desde la planta baja, avisando que salían. Por la
ventana que daba hacia el frente de la casa, pude ver que desfilaban los carros
de todos ellos, supongo que cada uno tendría un destino distinto.
Atlas
se aventó a la cama. – Cómoda y amplia – resumió.
Se puso de pie y frotándose las manos me pidió
poner manos a la obra.
- Me negué rotundamente. Tengo suficiente de todo – afirmé.
- Bien – dijo, comenzaré yo solo.
De mala gana accedí a jugar aquel juego,- te hace falta más ropa deportiva, créeme –
señaló.
- La ropa se lava – señalé – y se vuelve a usar. No sé a cuánto asciende el monto de éste guardarropa, pero como dije ya es suficiente.
- Realmente tienes un serio problema con ese tema, lo incluiré dentro del programa para que lo superes.
- No, no lo harás, ni tampoco le dirás nada al respecto a los muchachos.
- ¿Tú lo impedirás? O ¿Quieres negociarlo?
- Ninguna de las dos, simplemente lo harás porque te lo estoy solicitando y tú eres un muy buen guardián, le dije al tiempo que agitaba mis pestañas, me acerqué lentamente hacia él y le rodee con mis brazos el cuello, le miré nuevamente a los ojos, bajando un poco la mirada, el de inmediato me rodeo con sus brazos también, le di un pequeño beso en la mejilla y me acerque a sus labios, ¿Puedes hacerme ese pequeño favor? –dije.
- Me miró nuevamente a los ojos y antes de que él reaccionara, comencé a reír, - juego este juego casi igual que tú,
Estaba asombrado sin duda, y algo molesto, me cargó literalmente en
vuelo y me arrojó sobre la cama,
- Patea traseros – yo inventé el juego – comenzó a besarme el cuello,
- No ¡Atlas! – grité, sin éxito alguno. Primero sentí cosquillas, luego otro tipo de cosquillas y no precisamente en mi cuello.
- Pídeme que les comparta la información o no te dejaré ir.
- ¡Nunca!
- Aprisionó mis manos en las suyas y comenzó a besarme nuevamente provocándome aún más cosquillas, luego sus manos se dedicaros a hacerme cosquillas.
- Repitió nuevamente – pídelo.
- No tuve más remedio que pedirlo entre un mar de carcajadas, para que me liberara de aquella tortura.
- Cuando al fin pude recuperarme, le dije que no era justo
- Siempre me saldré con la mía – recuérdalo.
- Algún día Atlas, Algún día… ¿Qué hubiera sucedido si los muchachos nos hubiesen encontrado en medio de aquella escena.
- Lo meditó un momento – probablemente se hubiesen unido al juego, dijo.
- ¿Regresarán pronto?
- Regresarán hasta la madrugada, dijo, quizás un par de horas antes de la hora del desayuno.
- Sabes a donde fueron?
- Sí - respondió.
- Si, pero no me lo dirás.
- Esa información, patea traseros ellos te la deben compartir.
- Está bien dije, entonces me quedaré sola toda la noche, nunca antes lo hice – pensé en voz alta.
- Puedo quedarme a tu lado, si me lo pides amablemente.
- ¿Te quedarías?
- Soy tu guardián.
- Y donde dormirías?
- Me gustaría hacerlo mientras te abrazo, pero estoy seguro que me enviarás a la sala a dormir – guiñó el ojo.
- Y piensas bien – confirmé.
- Eso anticipé – concentrémonos en el listado de las cosas que tienes pendiente.
Me asombré cuando revisó a detalle el
guardarropa agregando cada vez más prendas a la lista.
- Únicamente faltaría agregar cosas personales, esas cosas que solo utilizan las mujeres.
- Me sonrojé.
- Eso lo dejo en tus manos.
- ¿Quieres ver una película?
- Pasaban las 12 de la noche.
- ¿No tienes algún lugar en donde estar, quizás con alguna chica, o con tus amigos parrandeando?
- ¿Me estas echando?
- Quizás.
- ¿Quieres o no?
Honestamente quería dormir, pero la idea
de estar sola en aquella casa no me encantaba particularmente.
- Si, me parece buena idea – respondí.
- Me adelantaré a hacer unas palomitas, dijo.
Comenzamos a ver la peli y me abrazó, no
se lo impedí, y no me di cuenta en que momento me quedé perdidamente dormida,
despertando hasta el día siguiente en que escuché sonido en la cocina, ni
siquiera recuerdo haber comenzado a ver la película.
Me asusté, al sentirme desorientada,
intenté recordar porque me encontraba ahí. Lentamente las memorias llegaron a
mi mente, miré a mi alrededor y tenía una pequeña frazada encima de mí, alguien
la había colocado ahí.
Me asomé a mí cabeza a la cocina y se
encontraban los muchachos ahí, algunos preparando la comida, otros poniendo la
mesa, y otros más leyendo el periódico, ninguna señal de Atlas…
Saludé a todos los presentes.
- Buen día pequeña – dijo Mario - ¿Qué tal dormiste?
- Bien.
- Es una pena que no hayas tenido oportunidad de probar tu cama – señaló César.
- Me tapé los ojos con las manos en señal de profunda pena. Me quedé dormida en el sofá dije, hubiese deseado despertar antes.
- Cuando llegamos te encontramos ahí, únicamente pusimos una frazada sobre ti.
Quise pensar que Atlas se había
marchado, pero guardé silencio. ¿Qué pensarían si supieran la verdad.?
- Yo mismo me he quedado dormido en ese sofá, y es muy cómodo – replicó Bruno,
- Lo es dije.
- Desayunemos, aún tenemos un largo día por delante.
Compras y más compras, uff estos señores
no conocen los límites, ellos me quieren malcriar, aceptaron toda la lista de
Atlas e incluso añadieron algunas cosas más.
Hicimos parada en un restaurant para
comer. Clientes frecuentes sin duda.
Después
de ordenar los platillos, y del cual Atlas tomó la iniciativa de elegir por mí,
comenzaron nuevamente a platicar de esto de aquello.
- Levantaron su bebida e hicieron un pequeño brindis “ Por nuestra pequeña “ que esta aventura sea de vida para ti y para nosotros. No será sencillo y correrán sangre sudor y lágrimas, pero al final de todo llegará una recompensa más allá de lo imaginable” Somos una familia y como tal permaneceremos unida sin importar lo que suceda.
- Todos chocamos nuestras bebidas y procedimos a comer.
- ¿Ya tienes la prenda que le colocarás y que la distinguirá como su guardián? – preguntó Mario a Atlas.
Casi me atraganto al escuchar salir de
su boca aquellas palabras de manera tan casual.
- Si, introdujo su mano en el bolsillo trasero del pantalón y sacó una pequeña bolsa de terciopelo, en ella estaba aquel objeto, que tanto dolor de cabeza causó.
- Se los mostró: una pequeña piedra de color por cada uno de ustedes, la piedra más grande situada al centro es ella.
Asintieron en señal de aprobación, pensé
que sería mi ventana de oportunidad donde solicitar algo más modesto.
- Yo tengo sin embargo una petición – dije atrayendo la atención de todos. Entiendo que usar algo así es parte de las reglas que debo obedecer y seguir. Lo acepto. Pero el precio de esa joya es simplemente escandaloso, y en caso de que yo la llegase a extraviar, no veo cuando pudiera terminar de pagarla.
- ¡¿Acaso Atlas está pidiendo que la pagues en caso de que algo así sucediera?! – Dijo Bruno.
- No – me apresuré a responder – pero de ninguna manera podría dejarlo así.
- Entonces no le veo ningún problema.
- Sin duda, insistí, creo que algo más modesto pudiera hacer la misma función.
- Atlas es tu guardián y él puede elegir la prenda que quiera, a ti te corresponde aceptarla, me sorprende que haya elegido algo tan poco llamativo, siendo el… - se limitó a decir Mario.
- No, no están siendo de mucha ayuda, y ciertamente no nos estamos entendiendo, inhalé profundamente.
- Ayúdanos a entender el problema – pidió César.
Ellos estaban de lo más divertido, pude
adivinar y Atlas simplemente sonreía mientras pedía que le sirvieran más bebida
en su vaso.
- El problema dije, es que no usaré algo con un costo tan elevado, es una compra innecesaria, dije, además de que pasaré la mitad del tiempo cuidando de no perderla. Necesito que ustedes le indiquen comprar algo de al menos 1% de su valor.
- ¿Por qué te cuesta tanto aceptarla? – preguntó Jason.
- Sin contar el hecho de que me sentiré cual animal con correa. El precio es algo que me incomoda, es mucho dinero para traerlo colgando tan casualmente, yo no estoy generando ningún ingreso y sin embargo estoy generando gastos. Adicional viene él y me quiere dar un regalo con el que podría comprar muchas cosas más, no soy alguien en quien deba gastar esa cantidad de dinero. Soy una mujer independiente.
- Atlas ¿ Cómo llegamos a éste punto? – preguntó Mario , “Cual Animal con correa” – parafraseo.
- Éste se reacomodó en su silla, siendo honesto señores, desconozco totalmente la razón de su resistencia, por mi parte simplemente la llevé a que ella eligiera lo que deseaba usar, solo que salió de ahí diciendo que los precios eran escandalosos, definitivamente le pedí elegir o yo elegirá por ella, pero no escucho razones y salió huyendo de ahí no quiso volver a tocar el tema, tuve que elegir por ella. Me fulminó con la mirada.
- Si a esto se reduce todo, podemos utilizar esto como parte de tu desarrollo.
- Los miré con asombro.
- Atlas – le dijo Mario – ayúdanos a malcriarla un poco, muéstrale lo encantador que un caballero puede ser, y hasta el momento que comience a aceptar tus regalos y encantos de buena gana y manera, haremos una evaluación para ver si ha superado sus problemas internos.
- Se están arriesgando demasiado dije, nunca dije que no me gustara recibir este tipo de trato, pero sé que si me acostumbro no habrá manera de regresar.
- Y es donde debes encontrar el equilibrio, además creo que te costará mucho tiempo y trabajo poder aceptar algo sin oponer resistencia, dado que finalmente el punto por lo que no recibes de buen agrado los regalos es por qué crees que una mujer independiente puede comprarse todo ella misma y no debe ser consentida por nadie más?
- Será interesante ver el desarrollo de esto.
- Levanté las manos e hice un gesto dramático, ¡No es posible! Se suponía que ustedes estuvieran de mi lado.
- BB, si algo no está dentro de nuestras manos, no te lo daremos, es así de sencillo – señaló Mario.
- Perdí esta batalla, por ahora.
- Eres graciosa – dijo Bruno.
- Ahora revisemos tus actividades de mañana, César sacó una hoja de papel, esperamos que sobrevivas – me asustó César.
- No pudimos discutir tus horarios previamente puesto que aun estábamos en negociaciones y ajustes, por lo que quedarán de la siguiente manera, me mostro una hoja escrita a mano:
- Lunes - Mario
- Martes – César
- Miércoles – Jason
- Jueves - Bruno
- Viernes – Peleas semanales
La comida la harás en el comedor
comunitario , nosotros estaremos ahí también, tienes un par de horas libres
antes de que asistas con Atlas diariamente a tu entrenamiento en pelea cuerpo a
cuerpo en un horario de 5 a 7, después de eso te esperaremos en casa para cenar
y descansar para tu siguiente día.
- Es extraño dije, todos ustedes son mis tutores y maestros. Atlas, bueno él dejará de ser eventualmente mi guardián, pero no se podrá interpretar como “Favoritismo”.
- Ellos rieron y se miraron entre ellos. Posiblemente pueda juzgarse de esa manera, no nos habíamos detenido a pensarlo de esa manera, quizás poco probable después de descubrir que las reglas las aplicamos ciega e imparcialmente, y no veo por qué tendrías que ser la excepción – Confirmó Mario
- Atlas, es nuestro mejor espécimen en lucha cuerpo a cuerpo, por ello el lidera ésta actividad hasta que aparezca alguien mejor. - comentó Jason, como tú lo has dicho, eventualmente dejará de ser tu guardián.
- ¿Peleas semanales?
- Te permitirá ir adquiriendo práctica y experiencia, honestamente no esperamos una victoria en tus primeras peleas, pero confiamos en que mejores con el paso del tiempo – Afirmó Bruno.
- Además somos parte de tu desarrollo integral, debes realizar trabajo comunitario, esperamos que puedas encontrar algo que te agrade y te integres a los grupos que ya existen para esos fines – comentó Jason.
- ¿Cómo me transportaré hasta allá? ¿Existe algún camioncito que me lleve?.
- Alguno de nosotros te llevará o bien, Atlas pasará por ti, de regreso y dado que tu última actividad la tienes con él, será el quien te lleve a casa.
Genial – Pensé.
- Y si algún día pierdo el transporte o digamos que Atlas no quiere transportarme a casa.
- Si ese día llega – habló Atlas – Por favor Mario, patéame hasta morir, nunca, escúchame dijo señalándome con su dedo índice – nunca haría algo tan poco educado y me ofende que lo hayas pensado siquiera.
- Siempre puedes llamarnos - Altas, encárgate de que tenga todos nuestros números, todos, hizo énfasis Bruno.
- Toqué una fibra sensible sin duda – Lo lamento – dije, pero siempre es una posibilidad.
Mañana te espera un gran día, será mejor
que vayas a la cama temprano , pidieron la cuenta, muy al estilo de Atlas y
partimos de ahí.
- Atlas – Lleva a nuestra pequeña a nuestro hogar, nosotros tenemos que hacer una escala antes.
El asintió.
Estando dentro del coche comenzó a reír.
-Pequeña patea traseros rebelde, ¿creíste que ellos te ayudarían en
esto?
- Atlas no tientes a tu destino, que aún puedo patear tu bello trasero.
- ¿Crees que tengo un bello trasero?
No respondí.
- Eres todo menos aburrida, debo reconocer. Pero mañana las cosas cambiarán, bienvenida al ruedo.
- Honestamente no entiendo tu resistencia y el que debería estar molesto debería ser yo, sabes los muchachos tienen ocupaciones mejores que estar limando asperezas entre tú y yo. Me pregunto ¿debo castigarte?
- Adelante – le desafié.
- ¡Esa es mi chica! – haremos lo siguiente, no pondré esta pieza en tu cuello hasta que no me lo ruegues, y me lo pidas con un beso apasionado.
- Éstas de broma – ¿Acaso ese es tu castigo? exclamé. No dijo nada más después de eso.
- No había tenido la oportunidad de disculparme por anoche – dije – lamento haberme quedado dormida al inicio de la película y sobre todo en tus brazos, adivino que te marchaste enseguida, no fui una compañía muy animada.
- Hablas dormida.
- ¿Qué dije?
- Para mi sorpresa dijiste mi nombre.
- No había manera de que aquello fuera verdad – si – confirmé, eso suelo hacer cuando tengo pesadillas.
- Rio profundamente.
Mañana los muchachos te llevarán a
nuestras instalaciones, tus clases comienzan 8AM, recuerda que debes ser
puntual.
Al llegar a mi nuevo hogar, estacionó al
frente y esperé pacientemente a que abriera mi puerta para poder bajar de su
auto.
Me acompañó hasta la puerta de la casa y
cuando abrí para mi sorpresa cruzó el umbral, a lo cual le detuve casi por
instinto.
- Señor usted no puede pasar – dije – colocándole la mano en el pecho para detenerle. Por supuesto me miró con extrañeza.
- Realmente estas muy chapada a la antigua, exclamó.
- Entenderás sin embargo que los muchachos no han dicho nada al respecto de quien puede entrar o salir de su casa en su ausencia, sin su aclaración no puedo permitirte la entrada.
- Supongo que entonces que prefieres estar sola a disfrutar de mi compañía.
- No quiero meterme en líos dije.
- Bien, entonces aquí me despido, pero antes… - sacó “la correa” de la bolsa de su pantalón, recuerda que tendrás que pedirlo amablemente con un beso apasionado.
- ¡Ni lo sueñes! – exclamé.
- Lo harás, la harás, soy paciente.– dio la vuelta y se marchó de ahí.
Subí a mi habitación, me preguntaba a donde irían los muchachos tan
“misteriosamente”. Anduve, sin embargo vagando por la casa, familiarizándome, y
honestamente soy muy curiosa, quiero conocer cada rincón y su contenido. Algo
que me llamó mucho la atención es que no había ninguna foto de ellos o de nadie
más por toda la casa, cada quién tiene sus fijaciones, pensé.
Descubrí sus habitaciones, cada una muy
diferente de la otra, pero todas en completo orden. Averigüé que teníamos
cuarto de lavado y un sótano que no pude abrir, eventualmente encontraré la
llave pensé. Después de dar una rápida
leída a los títulos que tenían en el estudio, decidí tomar un buen baño
reparado y aclarador de ideas mentales, para prepararme al día siguiente.