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viernes, 25 de marzo de 2016

3. Pruébame, bésame, pídeme que sea tuyo... Lo seré.


Abrí el correo, me había enviado una foto de él sosteniendo la caja de la muñeca, al pie de la mismo se leían las siguientes líneas :

" Detesto perder, poseo los medios y los recursos, soy el ganador absoluto, estoy , ansioso por cobrar mi recompensa, nos vemos a la hora pactada, sé puntual".

Sentí un vuelco en el estómago, ¿cómo podía ser aquello posible?, recorrí todas las tiendas de la ciudad en busca de aquel regalo, incluso busqué en la red y nada. ¿Cómo podía ser aquello posible?.

El tiempo pasó muy rápido y honestamente mi nivel de nerviosismo se encontraba proporcionalmente en aumento ¿Qué sucedería ahora?.

Bajé a la hora indicada y él estaba frente al edificio recargado en su coche, sostenía el regalo, el cual se encontraba dentro de una bolsa destinada para esos fines, me atrevo a asegurar que fue arreglado por un experto. Él, sencillamente esbozaba una sonrisa que derretiría a cualquiera solo de verla, o quizás solo me derretía a mi...

No sabía ni como comenzar la plática y él simplemente me estiró su brazo con el regalo.

Espero que sea real - dije.

Señorita patea traseros ¿está dispuesta  asumir su  parte en esta apuesta? ahora haremos esto a mi manera, dijo, ¿puede ahora subir al coche por favor?  abrió la puerta para mí.

Es impresionante - dije, debo de  reconocerlo, quiero saber ¿Cómo diablos  lo lograste?

Es secreto de estado - dijo, cuento con los medios y los recursos, ¿recuerdas?

Sin duda hará muy feliz a mi Hermana, dije.

Y tú, ¿estas feliz? - Preguntó

Parcialmente feliz,- reconocí.

¿Sólo parcialmente?

Estoy feliz pues sé que mi hermana se volverá loca de alegría y al mismo tiempo estoy molesta pues no gané y a mí tampoco me gusta perder -  Dije esto tratando de ocultar la desilusión de haber perdido, pero no era el hecho de lo que él ganó lo que me entristecía, lo que me tenía así era el hecho de que al perder se había esfumado la posibilidad de que fuera mi pareja en mi baile de graduación, llevar a alguien tan endemoniadamente guapo, sin enfatizar la presencia que tenía... hubiese sido genial. Pero esto es la VIDA y no me queda más que continuar viviendo con las decisiones tomadas.

El no pudo evitar su gran sonrisa al responder: yo siempre apuesto a ganar.

Soy una mujer de palabra -  dije,  instrúyeme ¿qué sigue?

Sigue que, te haré cumplir cada parte del trato pequeña señorita puedo patearte el trasero, y lo disfrutaré mucho será tu castigo por haber huido de mí, como dije tienes toda mi atención y ahora que no podrás cuestionar mis  instrucciones todo será mucho más sencillo.

Podía notar solo con verle que esta situación lo complacía, era sin duda un hombre que disfrutaba este juego, perseguir, cazar, ganar, él cree que soy una indefensa presa, pero no lo soy ¿o sí?.

Eso quisieras - le dije, solo que debes recordar que en tu propia definición soy toda una rebelde, le sonreí.

Será interesante -  dijo, no puedo esperar a que aceptes la propuesta de los muchachos para poder llevar esto a otro nivel.
Ahora él tenía mi atención, ¿Otro nivel? ¿A qué te refieres?
Lo entenderás todo a su debido momento, no desesperes.

La paciencia no es una de mis virtudes - reconocí algo apenada. Él simplemente sonrió, al ver que no revelaría nada mas de información deje el asunto de lado.

Dado que ahora algunas cosas han cambiado, supongo que continua en pie la propuesta de ser mi transporte el día sábado.

Hizo un movimiento afirmativo con su cabeza, pasaré por ti en punto de las  9AM para llevarte a desayunar y de ahí te llevaré con los muchachos, recuerda ser puntual.

Puntual, ¿estás obsesionado con ello? Haces mucho énfasis en ese punto cada vez.

Se limitó a hacer un pequeño gesto ante mi comentario.

Referente al desayuno, te confirmo que mi presupuesto es limitado, ¿será mucho pedir si podemos ir a un lugar al que pueda pagar?

¿Debo recordarte mis condiciones? -dijo.

Las recuerdo perfecto, dije en tono triunfal, no puedo rechazar ninguna invitación, propuesta o regalo que decidas hacerme, además de que las cosas se harán a tu manera, lo  que no aclaramos fue el punto de pagar cuentas, reí un poco por lo bajo, así que eso aún queda libre y puedo ocupar ese espacio en blanco, dije haciendo el movimiento  de comillas con mis manos.

Bueno, señorita puedo patearte el trasero, si de ocupar espacios en blanco se trata, señalemos un gran espacio en blanco que nunca discutiste, ¿ Cómo es que yo hago las cosas? Así es como yo hago las cosas: yo decido el lugar, yo pago.

No llegaremos  ningún lado nuevamente - dije, dejémoslo por el momento.

Ahora es tu turno de darme indicaciones para llegar a tu destino - me solicitó.

Sabes, sé que es mucho pedir, no quiero que me vean llegar en tu coche, no aún, puedes por favor dejarme en la esquina de mi casa y poniendo ojos de cachorro lastimero de dije al tiempo que juntaba mis manos en señal de súplica,  por favor, por favor, por favor…

Estacionó el coche en la esquina de mi casa, sin embargo no retiró el seguro de las puertas.

Bueno señorita puedo patearte el trasero, estaré violando la instrucción de Mario, sin embargo si me presentas alguna opción que  me convenga puedo pasarla por alto, así que… ¿Estas dispuesta a negociar?

Estás loco exclamé, alguien puede reconocerme, apresúrate a abrir la  puerta, miré fuera del carro a través de los cristales, y me deslicé un poco hacía abajo en el asiento.

¿Acaso te avergüenzo?, hizo la pregunta de manera repentina, sin embargo sonó muy sincera.

Le miré a los ojos diciendo no , no es eso, dije rápidamente, lo que sucede es que  no quiero dar explicaciones.

Entonces apresúrate a negociar, que puedo obtener a cambio de que acceda a dejarte en este lugar y no en la puerta de tu casa como es mi deseo.

¿Qué quieres? le pregunté en un arrebato de poca cordura, al tiempo que miraba por la ventana hacia afuera vigilando en caso de que viniera algún conocido para  esconderme lo más que pudiera en aquel deportivo, lo cual suena irrisorio para mi mente, pues para mi tamaño sería un acto de magia esconderme en aquel coche.

Un beso, quiero un beso - dijo al tiempo que me veía a los ojos, su rosto estaba tranquilo así como todo él, las palabras fluyeron tranquilamente a través de sus labios, no mostró alguna emoción por aquella frase.

Me dejó boquiabierta aquella petición. Al instante respondí con una negativa, un beso es un acto de amor puro, y no veo que salgan corazones entre tú y yo, pídeme otra cosa.

No quiero otra cosa, dijo, pero si es algo que no me puedes dar lo mejor será dejarte justo frente a tu casa, comenzó a reacomodarse en su asiento para encender el coche.

No, no, cielos, está bien, grité, pero cierra los ojos.

Cerró los ojos, y le di un pequeño beso en la mejilla, lo que provocó una gran carcajada de su parte.

No puedo decir que no cumpliste tu parte pequeña rebelde, sonrió.

Se bajó del coche y me abrió la puerta, nos vemos aquí  mañana 6.30.

No estoy de acuerdo, pero aquí estaré -confirmé

Se puntual, me recordó.

Claro dije con una sonrisa de oreja a oreja, disfrutando en mi mente y en secreto lo que estaba por hacer, introduje la mano en mi bolso, me despido - dije, pero antes tengo algo para ti, le entregué un sobre con el dinero, desde que no quiso compartirme el total del regalo tuve que sacar mis mejores dotes de adivinación y hacer un cálculo aproximado de lo que sería el pago justo por la muñeca y los servicios de su "mistery Shopper", hice uso del dinero que tenía reservado para mi vestido de graduación y lo coloqué dentro de aquel sobre, adentro está el costo de la muñeca y lo que pienso que puede compensar el resto del costo por las molestias ocasionadas, sin embargo si hace falta únicamente dime y te lo entregaré.

No aceptaré ese dinero - respondió un tanto enfadado, ¿recuerdas que ahora nos encontramos en un acuerdo donde lo haremos a mi manera?

No- dije  esto es diferente, el trato únicamente incluía que la consiguieras, no que la pagaras y es más no tienes por qué tomarlo, desde que la puerta del auto aún estaba cerrada, lo aventé dentro del coche.

Nos vemos mañana dije y hábilmente me escabullí de ahí.

Patea traseros, gritó. Aun no termino- me indicó que regresara, y su cara era de pocos amigos.

Sonreí por mi victoria al tiempo que le grité: yo ya he terminado y continúe mi camino, no voltee y honestamente esperaba que quizás en algún momento me detuviera o algo pero no fue así, me sentí extrañamente bien con aquella dosis de adrenalina. Llegué a casa y fui la más feliz viendo la cara de sorpresa de mi hermana al ver el regalo, no mintió, realmente la consiguió. Tenía muchas cosas que procesar aquella noche.

Tomé mi celular para enviarle un mensaje de agradecimiento, esperé un tiempo considerable esperando su respuesta, pero ésta nunca llegó, supongo que debe estar terriblemente molesto por lo de hace unos momentos, pero no podía dejar esto así.

Al día siguiente estuve puntual a la hora señalada, debo reconocer que al tener aquel ejemplar como compañía, me invitaba a cuidar un poco de mi aspecto exterior, me maquille y perfumé un poco y ya mi guardarropa era simple e intenté cuidar los pequeños detalles sin levantar sospechas innecesarias en mis padres. Estaba un poco serio, pero realmente no le conocía lo suficiente para decir si estaba molesto  o no, un poco antes de llegar a la Universidad comenzó a hablar despreocupadamente.

A qué hora te parece mejor que hablemos seriamente al respecto de por qué no estas aceptando la pérdida de una apuesta a la que accediste, ¿a la hora de la comida? ¿ o por la tarde cuando hayas salido de tu trabajo?.

¿Tenemos algo que discutir? - pregunté.

Si Pequeña patea traseros rebelde tenemos mucho que discutir, su voz era seria y claramente molesta, puedo asumir sin lugar a dudas que estaba realmente enojado.

Me parece que estas tomando demasiado enserio una sencilla apuesta, sin embargo accederé a discutir esto contigo si eso te hace feliz, por la tarde después del trabajo. Es lo menos que puedo hacer después de que él me consiguió el regalo de mi Hermana, pensé.

Al salir del trabajo, Erick insistió en acompañarme, por su parte Atlas estaba ya esperando por mí, hice las presentaciones correspondientes, pude sentir la tensión en el ambiente, Erick se despidió de mi deseándome una Buena tarde. En un acto completamente innecesario, pero del cual puedo adivinar completamente sus intenciones Erick gritó en voz alta que esperaba con ansia el domingo, al tiempo que movía su mano en un movimiento de despedida. Él nunca antes me había contemplado ni siquiera para una cita, sin embargo él sabía que yo tenía cierto nivel de enamoramiento con él y al llegar Atlas a escena fue consciente que mi atención no era solo para él, alguien más tenía mi atención y ciertamente él no permitiría eso, por lo que me invitó a salir al cine como "amigos", nunca lo hemos hecho pero no veo por qué no podamos hacerlo ahora.

Le dirigí una sonrisa incómoda.

Atlas me miró. ¿Tienes planes con él este Domingo? Pensé que solo era tu compañero de trabajo.

Lo es, confirmé y mis planes no son de tu incumbencia.

Me rodeo con su brazo y me acercó hacia él, acto que le permití sin darme cuenta, caminamos en silencio hasta un restaurant que estaba en la misma acera del edificio en el que yo trabajaba, lo observaba en mi camino a casa, los aromas que se podían percibir, eran simplemente deliciosos, por su aspecto puedo decir que el precio de un café ahí seria escandalosamente elevado,  y si en mis fantasías más locas yo entraba ahí cuando quería sin preocuparme por el precio,  me sentaba a degustar cuanta cosa se me antojaba, sacaba una tarjeta dorada de mi cartera y realizaba el pago sin preocuparme por los fondos de la misma, solo que sabía que mi realidad era otra.

La señorita de la entrada, nos recibió con una gran sonrisa, sin embargo lo más sorprendente vino al momento de escucharle preguntar  ¿Quisiera su lugar usual Sr. XXXX?, su voz era melosa, no solo por estar al servicio al cliente, si no por estar directamente dirigiéndose a mi acompañante, bajé la mirada en franca incomodidad, yo ahí con mi vestimenta regular, la cual incluso podría definirse como: casual llegando a lo informal, realmente ordinario,  sin contar que mi apuesto acompañante iba vestido casual pero lucía sumamente guapo, eso me incomodaba, él podía lucir como modelo sacado de pasarela incluso aquel día de la pelea.

Llevaron el menú, y justo cuando estaba por analizar lo que ahí estaba listado para intentar elegir algo… El señor " me gusta hacer las cosas a mi manera" eligió y ordenó por los dos.

Retiraron las cartas.

Me hubiese gustado elegir por mi misa, le dije.

Me miraba fijamente y Dios sabe que eso es tan excitante, comienza a poner en duda seriamente mis deseos de un príncipe encantador que se rinda a mis pies, me conceda todos mis deseos, haga siempre mi total y completa voluntad, tampoco es que ahora desee al protagonista del libro 50 Sombras, pero ahí justo ahí teniéndole enfrente con esa mirada que taladra y su actitud dominante, fui completamente consciente que lo mío no era un príncipe condescendiente, ahora quería batalla, alguien que presentara batalla y un verdadero reto, pero quizás en mi interior, muy  pero muy interior aun deseo alguien que me ame por sobre todas las cosas y de quién solo yo tenga toda su atención.

Después de quizás un par de minutos donde sus ojos no dejaron de mirarme y mis colores iban en aumento, finalmente me dirigió la palabra.

Y bien - dijo, parece que tienes una cita.

Como dije no es de tu incumbencia, estamos aquí porque quieres platicar de algo que, si me permites decir, considero estas exagerando.

No sé cómo lleves tu vida -  respondió, para nosotros, y quiero decir el mundo a donde entrarás , una promesa es algo casi sagrado, es energía pura que, de no cumplirse queda en el aire, y esa energía se desperdicia, nosotros no nos tomamos algo así a la ligera, nosotros llevamos al límite nuestras promesas, y honestamente esperaba lo mismo de ti, no quiero pensar que me equivoque al evaluarte.

Levanté una ceja, ¿evaluarme? - pregunté.

Como dije, tienes toda mi atención, la tienes desde el momento que te vi preparándote para aquella pelea, pues sé que no eres como el resto de las personas, pero ésta actitud tuya deja mucho que desear.

Ok, aclaremos algo, dije parándolo en seco, he sido criada para ser una mujer fuerte e independiente, lo que estás haciendo en estos momentos, va en contra de todas mis creencias y claramente me incomoda, honestamente estaba segura de ganar y por ello es que accedí a apostar, no es sencillo para mi perder de esa manera, si accedí a apostar es debido a que sencillamente no creí que ganarías, nunca estuvo en mi mente ceder el control de mi vida, ya que claramente es lo que solicitaste, a un completo extraño, quien adicional resultó ser a un total y completo macho.

Más que interesante tu definición pequeña, nunca me he considerado a mí mismo como un macho, es cierto que me gusta hacer las cosas a mi manera, pero disto mucho de serlo, recuerda mi propuesta, "Pruébame y no querrás dejarme ir", he sido honesto en cuanto a ese punto, y nontienes ningún motivo para confiar en mí, eso lo respeto, pero nunca dudes de misnpalabras, nunca escucharás de mi algo que no se verdad . Y como sé que tampoco llegaremos a ningún lado discutiendo ésto, discutamos el tema que nos ha traído aquí.

¿Que? -  Pensé ¿¡realmente quiere continuar con esto!?, resulta intrigante, excitante, interesante, pues también yo quiero continuar con esto, pero mi mente, mi parte sensata insistía en recordarme que no estaba midiendo los peligros, que debía ser más cauta.

No - dije, lo único que puedo hacer en este momento es prometer que intentaré cumplir mi palabra a pie juntillas.

Quiero la promesa de que cumplirás sin importar nada más - interrumpió.

No puedo prometer algo que no voy a cumplir.

Bien, movió su cabeza de arriba hacia abajo, aún cuando yo ya estaba con espíritu combativo, el por otro lado se encontraba tranquilo como el lago más apacible del mundo, realmente eres alguien a quien deseo, por lo que te daré un pequeño incentivo para cumplir tu palabra ya que hiciste el trato libremente y sin que nadie te obligará, de aquí en adelante si no cumples tu palabra, te castigaré - guardó silencio y me miró fijamente nuevamente.

Contra cualquier predicción, esas palabras me resultaron excitantes, me dejó sin palabras, con los ojos abiertos y mi quijada en el suelo.

Eché la cabeza hacia atrás, ahora me dirás que unas nalgadas satisfacerán tu enojo, le solté las palabras directo de mi mente y a través de mis labios, como siempre sin ningún tipo de filtro, mente - boca.

Levantó una ceja, se reacomodó en su asiento y junto sus palmas apoyando un poco los codos en la mesa para acercar su torso y rosto hacia mí diciendo - No es lo que tenía en mente, sin embargo me gusta tu manera de pensar -dijo en una clara sonrisa que impedía,  lo que adivino sería un carcajada, me parece que tú y yo al final de todo tenemos los mismos intereses...

Me sacó de mi zona de confort y me sentí realmente apenada. No quise decir eso, dije torpemente.

En ese momento los meseros interrumpieron el incómodo ambiente y procedieron a colocar los platos sobre la mesa.

No te sientas apenada - dijo, yo me refiero a un beso simple y llanamente, dado que te cuesta mucho besar a la ligera aunado al hecho de que soy alguien a quien no deseas besar tan despreocupadamente,  por cada promesa que no cumplas, el precio será un beso, el cual yo deseo y ansío, considéralo como una pequeña confesión sin embargo  no puedo besarte y no lo haré si tu no lo permites, ya que contrario a cualquier pensamiento que fluya dentro de esa cabecita, no voy por el mundo ejerciendo mi voluntad, necesito tu consentimiento.

Tampoco accederé ahora - dije. Mis pensamientos registraron solo unas palabras " yo lo deseo y ansío", pero a estas alturas de mi vida no puedo bajar la guardia, para salir lastimada como años atrás,  no soy su tipo, me recordé, los de su clase , te convencen, te enamoran y te desechan ...

¿Acaso tus besos están reservados para el idiota que te acompañaba antes? - dijo al tiempo que me sacaba de mis pensamientos.

Idiota o no, no tienes derecho a llamarle de esa manera, y mis besos, bueno yo decidiré a quien dárselos.

Al menos dime que te diste cuenta que el Idiota únicamente te pidió salir con él porque te vio con migo, dime que no eres tan tonta para pensar que se interesa por ti, dime que no crees que es el quien  merece tus besos.

Yo apretaba el tenedor fuertemente en franca molestia, le dirigí una mirada fría, quizás mi enojo era simplemente porque sabía que él tenia razón, no entiendo la razón por la cual inició éste arrebato de celos, no soy de él en ninguna  manera, y aunque yo lo desee , no lo seré, no soy su tipo. Me miraba fijamente.

Atlas, dije, aun no sé por qué estamos aquí, honestamente, no soy tu tipo, reconoce que únicamente te tengo intrigado por aquella huida,  la cual digamos que fue simplemente la sincronía de los eventos justos en el momento adecuado, quizás de otra manera hubiéramos tenido una gran pelea simplemente, tú por el contrario  estás acostumbrado a hacer tu voluntad, tu ego se vio afectado al toparte con alguien como yo, accedí a jugar un peligroso juego contigo para salir del aburrimiento, perdí y estoy tratando de asumir las consecuencias de la mejor manera posible, pero escúchame bien, no te lo pondré sencillo, desde que no dijiste cuanto tiempo estaremos así, honestamente espero que pronto te fastidies y terminemos con todo esto de una buena vez, probablemente tú también te encontrabas aburrido o simplemente querías salir de la rutina de salir con chicas bellas, guapas y refinadas a quienes claramente quieres impresionar trayéndolas a lugares como éste o haciendo tu voluntad para dejar en claro tu superioridad de macho Alfa que tienes pintada por toda la cara, pero te doy una noticia, te has topado con alguien quien no sucumbirá ante tus encantos, al menos no tan fácilmente, quizás ganes al final de todo, quizás yo quede con el corazón destrozado por no poder seguir el ritmo de tus juegos pero aquí estoy haciendo frente a mi parte de la apuesta, ahora si no te molesta quiero continuar degustando mis alimentos en santa paz.

Tomé un bocado y lo introduje en mi boca, aunque aquel discurso me había dejado un sabor amargo.

No dijo nada el resto de la cena, y cuando terminamos el postre sacó una cantidad de su cartea la cual dejó sobre la mesa sin siquiera pedir la cuenta, al ser un cliente regular supongo que ya sabía el costo por lo que consumimos.

Caminé a su lado sabiendo que debía subir a su coche, me tomó de la mano en un acto impulsivo quizás, pero retire de inmediato mi mano, estaba muy molesta para continuar su juego. Se detuvo y yo continúe mi camino, unos pasos después me detuve y voltee a verle. Me miró a los ojos y caminó directamente hacia mí. Ésta vez le enfrenté con la mirada, me arrinconó en la pared más cercana como era su costumbre.

Sus ojos arrojaban fuego y sus labios peligrosamente se acercaron a los míos, aunque cada fibra de mi ser me pedía que respondiera aquella insinuación, voltee la cabeza en claro rechazo reacomodó su cuerpo y puso ambas manos en la pared, cerca de mi cabeza.

¿Qué has hecho de mí? - preguntó, captando mi atención de inmediato. No eres un juego Patea traseros, pero no puedo pedirte que creas en mis palabras, finalmente no soy nadie para ti, bésame, pruébame, pídeme que sea tuyo, lo seré. Tienes mi total y absoluta atención desde que abriste esa boca tuya para amenazarme y decir que patearías mi trasero - acercó sus labios un poco más.

Esas palabras atravesaron mi mente.

Déjate de juegos Atlas, éstas aquí por órdenes de ellos, simple y llanamente, quieres matar el tiempo y jugar con alguien como yo, me retire de la posición en la que estábamos, ahora si me indicas el lugar donde está tu coche, podemos terminar esto por el día de hoy.

Él no se había movido aún, si te subes a mi coche el día de hoy, no podré resistirme, estoy muy enfadado y herido al mismo tiempo por tus palabras, aclararé mi mente mientras te acompaño a casa.

¿No podrás resistirte? Quiero ver siquiera que intentes cualquier cosa que tengas en mente, quizás no soy más fuerte que tú, pero mis pulmones son lo suficienteme fuertes para llamar la atención, y  si estás molesto lo mejor será que nos separemos aquí, no me sigas.

Caminé esperando que de un momento a otro apareciera a mi lado, haciendo su voluntad como hasta ahora, pero no fue así, voltee a buscarle pero había desaparecido. ¿Que fue todo aquello? Preguntó mi sensata mente, parecíamos como unos novios en plena pelea, necesitaba enfriar mi mente y calmar mi corazón, tengo escasos días de conocerle y muchos sentimientos han aflorado, dicen que no hay amor sin odio, y aun que he tratado de evitarlo comienzo a odiarle , sentimientos que antes no tenía hacia el comienzan a abrirse paso en mi ser. Esto no augura nada bueno me dije a mi misma.

Al siguiente día no apareció para llevarme a la Universidad, y honestamente creo que es mejor de esa manera, comencé a caminar hacia mi destino, llevábamos poco días jugando así que no lo extrañaría, me sentí extrañamente libre, para no entristecerme por aquella situación me enfoque en la propuesta que recibiría, ellos quieren que me mude con ellos, sería interesante, una vida nueva, pero no podría darle la espalda a mi familia, me preguntaba que tendría su líder para decir al respecto de ésta situación. Casi sin pensarlo y dejando que mis pasos siguieran el flujo que mi cerebro les indicaba siguiendo aquel camino que teníamos tan bien practicado ya, llegué a la universidad, eran los últimos días quedaban dos semanas para terminar esa etapa de mi vida, comencé a subir por las escaleras y escuché murmullos y un poco más de ruido de lo usual, pensé que algo estaría pasando y apresuré el paso para poder tener vista de lo que sucedía, al llegar casi pierdo la compostura pues en mi lugar había una caja blanca rectangular decorada con un lazo rojo, como es mi costumbre no asumí que fueran mías, siempre puede existir la opción de que no sea para mí y pasar el oso de la vida, de aquella manera me protegía a mí  misma. Me acerqué un poco y le di una mirada a la tarjeta : "Patea traseros" Decía el rótulo escrito en el sobre. Los colores subieron a mi rostro, enrojecí como nunca en la vida, ahora todas las miradas estaban sobre mí, esa dedicatoria solo podría venir de una persona, ¡¡que insolente!!... Pero no podía molestarme, sin duda es un bello detalle que me ha cautivado, ahora él tiene mi atención.

viernes, 18 de marzo de 2016

2. "Who says you can't go home"

Anterior:  1." What doesn't kill you makes you stronger"

¡Jamás mencioné mi segundo nombre!, grité al momento en que me puse de pie, para ser una persona a quién no estaban esperando, saben demasiado, ahora o me  permiten salir o comenzaré a gritar fuertemente. Introduje la mano en mi mochila rebuscando por mi celular al tiempo que me preguntaba una y otra vez, donde había quedado mi prudencia, debiste haber tomado mejores decisiones y prestado más atención a los peligros, para ser una persona que ha estado tomando cursos de defensa personal, bajaste la guardia muy fácilmente, me repetía mi traicionera mente en su modo "regañón".

En un movimiento impresionantemente rápido Mario me arrebató mi bolso, y César me tomó por el brazo con la fuerza suficiente para sentarme nuevamente.

Escucha lo que tenemos por decirte, no crees que si realmente hubiéramos querido hacerte algún daño lo hubiésemos hecho ya. Utiliza tus sentidos, ¿en algún momento te has sentido incómoda?.

Relájate, insistieron….

Justo en ese momento entró una mujer, pequeña, delgada, facciones finas, con un cabello larguísimo el cual llevaba sin ningún adorno suelto a su espalda, ojos color gris.

Todos ustedes, expliquen de inmediato que hace ella aquí, demandó en un grito.

Mario se acercó a ella y le dijo algo al oído, ella fijó sus ojos en mí sin decir una palabra más.

Beshakarenice, es todo por hoy, nos pondremos en contacto contigo, por favor permítenos proporcionarte transporte seguro. Tomó su celular e hizo una llamada, " encuéntranos en mi oficina" fueron  las únicas palabras que dijo para despues colgar. Nadie dijo nada más, ella debía ser la persona que mencionaron momentos antes: su líder.

Momentos después entró el muchacho con quien había peleado.

Señorita " puedo patearte el trasero", inclinó la cabeza a manera de saludo, ahora vestía jeans y una playera tipo polo, recogió su cabello detrás de su nuca, había retirado los vendajes de sus manos y el aroma que desprendía era simplemente delicioso, nuevamente no pude ocultar en mi mirada la delicia que era verle.

Encárgate de levarla a su hogar, su seguridad está a tu cargo a partir de ahora. - Le dijo Mario.

Él realizó un movimiento de aceptación, con su cabeza, me miró y dibujó una leve sonrisa en su rostro.

Supuse que ya no había nada mas que decir cuando me tomó con un leve toque de su mano en mi codo, empujando un poco hacia la salida y con rumbo a donde estaba su coche, abrió la puerta para mi al estar dentro del mismo, me pidió ponerme el cinturón de seguridad. 

En un momento - dije, pero al ver que no me lo ponía, detuvo inmediatamente la marcha del coche, - no saldremos hasta que no te lo hayas puesto, dijo y de mala gana lo hice.

Rebelde, dijo, sin duda eres 100% Rebelde. Si hubiese sabido que nunca antes habías peleado, no hubiese  accedido bajo ninguna circunstancia a hacerlo, acepta mis disculpas por haberte golpeado, aún no me queda claro porque te dejaron participar, hizo una breve pausa.

¿Y por qué no habrían de permitirlo? 

Este es un torneo que solo está enfocado para hombres, dijo apesumbrado y un poco apenado por sus palabras, puedo ver que curaron tus heridas.

Lo sé, exclamé, es genial ¿no crees?, simplemente levató sus hombros, supongo y me aventuro a decir que eso era algo que él veía rutinariamente y ya no le causaba asombro.

Continuó concentrado en su misión, manejar, y bien - me dijo nuevamente ¿ a donde debo llevarte?

Si no te importa, quisiera que me llevaras a la plaza XXXX.

Señorita patea traseros, necesito una dirección a la cual  dejarte, escuchaste a Mario su indicación fue clara, "llévala a su hogar", tu seguridad está en mis manos.

La plaza esta perfecta, además si tu no dices nada, yo no diré nada, nadie se enterara donde me dejaste.

Resopló por la nariz y movió la cabeza de un lado a otro.

Ya veo- dije, eres del tipo que le gusta hacer y voluntad y no está acostumbrado a que le lleven la contraria, es muy interesante.

Tu eres una rebelde, dijo.

Mira, tu propuesta de llevarme a casa resulta bastante atractiva, desde que la mitad de mi capital se fue pagando el taxi para llegar a las pruebas, (aun no sé por qué compartí ese tipo de información con aquel atractivo chico)  pero aún tengo que bajar un poco la emoción de todo lo sucedido, así que pasaré por la plaza, me compraré un helado con mucho chocolate, meditaré lo sucedido y regresaré a casa, si llego en este estado eufórico, mis padres comenzarán a tener sospechas.

¿Chocolate?

Si, obscenas cantidades de chocolate dije, además de que necesito re-buscar el regalo de cumpleaños de mi hermana.

Se rió sonoramente al tiempo que decía - te juzgué mal, patea traseros, pensé que serías de las chicas que se alimenta a base de ensaladas.

¿Acaso me viste cara de conejo? - pregunte, Soy de las chicas que repite el plato de comida hasta quedar satisfecha, se va directo al postre, y no deja nada en el plato.

Muy interesante descripción afirmó, entonces pasemos por la plaza para que compres tu helado y de ahí directo a tu casa, escuchaste la instrucción de Mario, y la instrucción es dejarte en tu casa- enfatizó.

¿Por qué la insistencia de llevarme a casa? Definitivamente no es una opción, dije en tono determinante, quizás esperando que él desistiera de sus intenciones y aceptara eso como respuesta final.

Ellos me dieron una instrucción, la cual debo cumplir, puedo llevarte a la plaza y después a tu casa, no tengo problema en hacer eso.

Mi mente estaba trabajando a mil por hora planeando un plan de escape, ciertamente mi intención nunca fue la de permitir que éste atractivo, apuesto y poco a poco más irresistible chico, conozca mi lugar de residencia.

Antes dijiste que habías gastado la mitad de tu presupuesto  pagándole al taxi que te llevara a las pruebas, ¿acaso tu novio no puede encargarse de tu transporte?

Si, dije, lamento haber dicho esas palabras, no hagas caso, no es la primera vez que me veo en aprietos financieros, y seguramente saldré adelante como en cada ocasión, y por el momento no me encuentro en ninguna relación, que yo sepa.

Sonrío y por primera vez pude ver lo bello que luce su rostro al hacer aquel movimiento, Si lo pides amablemente puedo ser tu transporte hasta que tus situación financiera se regularice, dijo con una sonrisa en los labios y soñando de una manera impresionantemente casual - ya que no tienes compromiso.

No lo creo dije riendo, sabes que mi primer clase en la universidad es a las 7AM, y no veo que seas el tipo de Romeo  que  se tome el tiempo de estar por mí en mi casa con antelación para llegar a tiempo a mi Universidad, sin contar que tu tendrías que ajustar tus horarios, ( sigo sin comprender por qué continuo dándole información). Sin contar que todo en esta vida tiene un precio, y no sé siquiera si quiero saber que está pasando por esa mente tuya. Además dije, tu novia puede posiblemente molestarse y no estoy lista para lidiar con novias celosas en este momento.

Señorita Patea traseros, me complace informarle que soy una persona que no cuenta con algún compromiso, no existe ninguna persona que pueda requerir de mi atención en estos momentos, por lo cual te diré: "Pruébame... y nunca querrás  dejarme ir".

Diablos, por qué tenía que decir aquellas palabras... - Tentadora tu invitación, músculos, dije al tiempo que puse mi mano en sobre su brazo, tratando de lucir despreocupada al hacerlo, incluso miré hacia otro lado mientras lo hacía, pero … Oh Dios!! Lo hice con toda la clara intención de disfrutar de aquellos músculos, solo que tendré que rechazarla, puedo valerme por mi misma, - afirmé.

Una vez en la plaza, y tan pronto como estacionó el automóvil bajé de inmediato del coche, aunque por un momento me pareció que él hubiese querido abrir mi puerta.

Bien dijo, vamos por tu helado.

Desde aquí puedo encargarme por mi misma dije, me gusta disfrutar mi helado con total calma, mientras deambulo por ahí sin rumbo o dirección, y a juzgar por la limpieza de tu coche, no me subirás a él si traigo comida encima ¿cierto?, por lo que no te haré esperar mas, fue un gusto conocerte, nos vemos, dije, le di la mano y me despedí.

El tomó mi mano, sin soltarla comenzó a caminar jalándome un poco para hacer lo mismo, - Toma tu tiempo dijo.

Por simple cortesía, le pregunté si quería un helado  al llegar a la heladería, él negó con la cabeza, al tiempo que rebuscó entre su pantalón le entregó un billete al chico que nos atendió indicándole que se quedara con el cambio.

No quise pelear por ello pues bajé la guardia al darle yo un bocado a mi helado antes de pagarlo, y él aprovecho ese momento ¿para quedar bien? No lo sé con certeza, quizás solo es un caballero después de todo.

Busqué una banca cercana para descansar y poder disfrutar mi delicioso manjar, ¿quieres un poco? dije tratando de ser educada.

Si quiero dijo al tiempo que sostenía mi mano con la que sostenía el helado, quiero el pedazo de chocolate que  se quedó  en  la comisura de tus labios ¿ puedo tomarlo con mis labios?

Le retire de inmediato.

¡Claro que no! Exclamé! no juegues con migo, me puse de pie en franca molestia.

Era solo una broma, dijo él al tiempo que también se incorporaba, tranquilízate.

Caminé por ahí y el simplemente caminó a mi lado en silencio, se sentía rígido pero aun así caminó con seguridad y aplomo, la espalda recta y atrapando miradas a su paso, volteó a verme cuando se percató de que le miraba por el rabillo del ojo-  si terminó señorita patea traseros, ¿podemos irnos ya?

No - dije.

Me da lo mismo dijo, si cooperas o no, de cualquier manera te subirás al coche.

Anticipé una batalla por su respuesta y mi poca tolerancia ante tal respuesta, solo que antes de que pudiera responder a eso como Dios manda, una guapa rubia delgada, estilizada e impecablemente arreglada, se le lanzó encima:

Atlas, ¡Que sorpresa verte!

Por supuesto el respondió de inmediato el saludo, con un beso en la mejilla de ella, mientras se la quitaba de encima.

Era todo lo que necesitaba ver, mi mente reaccionó en ese momento, ésta era justo la ventana de tiempo que estaba esperando, sin dar ningún tipo de aviso y aprovechando la ocasión, moví mi trasero de ahí para no verle más.

Dios  eso estuvo cerca, caminé lo más rápido que pude hacia la salida más cercana y de ahí me perdí entre las calles donde troté lo más casualmente posible para no llamar mucho la atención, me detuve unas calles antes de llegar a casa para recobrar el aliento y repasar un poco lo sucedido, sonreí por el recuerdo de haber estado tan cerca de tremendo tipo, aunque por otro lado pensé en la rubia que lo abordó, seguramente ese tipo de chicas son lo de él, rubias bien arregladas y muy femeninas, damiselas en peligro, revisé un poco mi atuendo antes de llegar a casa, no vi nada raro me revisé en el espejo de un coche antes de entrar para ver que no estuviera nada fuera de lugar. Entré a mi casa y me propuse a olvidarme de lo sucedido.

Dos días después, cuando llegué a mi salón de clases, me sorprendí a ver al musculoso-atractivo-guapo muchacho del que escape hacía algunos días, obviamente me sorprendí al verle, y más aún a esas horas en la mañana perfectamente arreglado. Me detuve en seco y supongo que mi rostro reflejó de la misma manera la sorpresa de verle, mi corazón  se puso a latir a mil por hora, ésta gente sí que no se andaba por las ramas, mil imagines pasaron por mi mente, ya que él claramente estaría molesto por lo sucedido, grandiosa idea la tuya de escapar, me dije mentalmente.

¿Qué es lo que estaba buscando? ¿Qué quería?  ¿Cómo diablos me había localizado? Estaba segura que nunca dije donde estudiaba, vivía o algo por el estilo, sin embargo siempre estaba la posibilidad de que solo fuera una coincidencia y que no fuera yo la persona que estaba buscando, me decidí a caminar hacia mi salón de clases, a lo cual el hizo lo propio para alcanzarme antes, me miraba directamente a los ojos mientras lo hacía, Dios, eso me resulta tan intimidante y excitante al mismo tiempo, debo confesar que requerí de todo mi autocontrol para no dejar de caminar, me recordaba a mí misma : Pie izquierdo, pie derecho, vamos tu puedes...

Al tenerle frente a  a frente mi mis rodillas temblaban inevitablemente.

Buenos días señorita, "Puedo patearte el trasero".

Buen día respondí, mi nombre es Besakarenice  dije firmemente, puede llamarme así o BB como lo hace todo el mundo.

"Patea traseros" suena bien para mi - dijo.

No quería ser la primera en preguntar ¿Qué haces aquí?.

Me miro a los ojos en lo que supuse era un acto en el cual buscaba algún gesto en mí que le descifrara mi sentir actual, como dije antes, requerí de todo mi autocontrol para no revelar que me derretía tanto por él como por su actitud, aunque los colores de mi rostro sin duda le dieron alguna pista,  acercó lentamente su rostro hacia mi rostro lo que ocasionó que diera unos pequeños pasos hacia atrás, él no se detuvo hasta el momento en el que  mi espalda tocó la pared.

El día que te conocí la por primera vez algo en tí me resultó desconcertante, cuando nos enfrentamos en aquella pelea tu energía me desconcertó y sin duda alguna ahora has logrado interesarme, ninguna mujer había escapado de mí con anterioridad, así que tienes toda mi atención.

Atención que no deseo, dije en una clara mentira, al tiempo que con mi dedo índice sobre su pecho le empujaba hacia atrás, además me ofende que me pongas a la altura de cualquier mujer, yo no soy igual a nadie más ni cumplo con el estereotipo que la sociedad tiene respecto a lo que debe ser la "mujer perfecta" yo he formado mi propia definición de perfección, la cual además luce excelente sobre mí. Pude observar sobre su hombro que mi profesor estaba llegando a clase.

Si me disculpas, algunos tenemos clases que tomar.

Se retiró un poco para darme espacio, estiró la mano y me dio una pequeña bolsa de papel, diciéndome que me encontraría termino de mis clases, y que esperaba que lo disfrutara, señalando la pequeña bolsa.


Ingresé a mi salón claramente sonrojada.

Hurgué dentro de la bolsa y su contenido era un vaso térmico de café de una reconocida marca de Café y un sándwich calientito.

Volteé a ver hacia afuera del salón y él bajaba por las escaleras, muy en mi interior deseo que se vaya pero otro lado de mí, un lado mucho más oscuro y con ganas de tomar ésta aventura quería que se quedara a mi lado, solo para mí.

Tienes un admirador, dijo mi compañero de banca, Erick, a lo cual le respondí con una sencilla sonrisa, él sabía que me gustaba y mucho, solo que cuando le hice ésta declaración tiempo atrás, él aclaró que estaba interesado en alguien más y sus ojos no me han visto como una pareja o prospecto de, sin contar que el destino quiso jugarme una mala pasada y terminamos trabajando en el mismo lugar, es un doloroso recordatorio diario de que no puedo tenerle, fuera de disfrutar simplemente viéndole, al paso de tiempo incluso mi vena masoquista detesta la situación, por lo que he decidido simplemente ignorarle un poco para ocultar mi decepción.

Aun cuando mi estómago pedía a gritos que le diera a probar esos manjares, mi conciencia me dictó tener prudencia, "nunca comas nada que te de un extraño" mi familia se había empeñado en aterrarme con esas palabras e historias de robo de órganos, que  dejé la bolsa de lado y me concentré en la clase.

El tiempo pasó más rápido de lo que esperaba y resultó que mi siguiente clase se vio cancelada debido a la repentina ausencia de nuestro profesor... lo que casualmente me daba una hora libre antes de tener que llegar a mi trabajo.

Al salir de ahí, tal y como lo había prometido, estaba de pie esperando por mí, al verme salir con la bolsa, preguntó si no me había gustado su elección.

Él llamaba mucho la atención para mi gusto, por lo que lo invite a platicar en un lugar más privado, siguió mis pasos. Por mi seguridad me mantuve dentro de las instalaciones de la Universidad.

Bien, dije, señor me gusta hacer las cosas a mi modo, ¿qué te ha traído por aquí? Y lo más importante, como es que lograste encontrarme.

Vine a mostrarte que mi ofrecimiento de ser tu transporte iba enserio, también intenté sorprenderte con el desayuno, pero puedo ver que no lo tocaste, pensé que eras de las mujeres que no dejaba nada en el plato. Encontrarte fue sencillo, soy un hombre que cuenta con los recursos y los medios para hacerlo, el cómo lo hice, quizás algún día te lo revele.

A fin de evitar decir la verdad, opté por no decir una mentira, Lo que sucede es que esperé para compartir, ¿Quieres?

Sonrió, bien dijo, compartamos.

Al menos si quiere envenenarme, compartiremos también el veneno, pensé.

Me entregó un sobre blanco sin decir más, he venido también a traerte esto dijo, lo envían las personas con las que estuviste hablando en la asociación:

" Apreciable Beshakarenice,

Tenemos una propuesta para ti, te esperamos en el lugar donde nos conocimos, este sábado a mediodía, Atlas pasará por ti en el lugar y hora que indiques."

Mario, Jason, Cesar y Bruno.

Bien dije, si es todo lo que viniste a hacer, puedes retirarte dije en tono desafiante.

Rebelde, eres una rebelde dijo al tiempo que movía la cabeza de lado a lado. Antes de retirarme necesito una respuesta, como puedes ver, su instrucción es clara: "Atlas pasará por ti"

Como dije antes, puedo valerme por mi misma, no necesito que seas mi transporte, no necesito que te encargues de mi seguridad, y ciertamente no necesito que me andes persiguiendo.

Claramente tu no cederás con facilidad a que yo me convierta en tu transporte, y ya que soy el encargado de garantizar tu seguridad como escuchaste antes, no aceptaré una negativa como respuesta, lo que nos puede llevar a una batalla eterna, por lo que te propongo algo,  arreglemos este asunto de una vez y por todas,  hagamos una pequeña apuesta que ponga fin a este asunto , ¿Qué opinas?

Mis mente y la dosis de locura que en ella habita, se pusieron a procesar a mil por hora sus palabras, ¿Sabrá él que si existe algo en este mundo a lo cual no puedo resistirme es a una buena apuesta?, es una de las pocas cosas a las que no puedo resistirme en este mundo por más que lo intente, Dios ¿ por qué pones éstas tentaciones en mi camino a sabiendas de que no podré resistirme?

Le mire a los ojos tratando de anticipar su siguiente movimiento o al menos sus pensamientos, intenciones… ¿Que era lo que realmente escondía dentro de él, sus sentimientos y deseos ocultos?

Mi parte pensante , lógica, cauta y prudente, me pedía a gritos que  respondiera en una negativa, sin embargo mi parte, aventurera, imprudente, ansiosa de aventura y la cual ardía en deseo por aquel chico, respondió por todas nosotras: Escucho tu propuesta.

Pídeme lo que sea, me invitó, aclarando que lo que pidas será algo humanamente posible, dijo, y si no puedo cumplirlo entonces tú ganas, pero si yo gano, haremos las cosas a mi manera, lo que quiere decir que seré tu transporte y no escucharé ninguna negativa de tu parte para ésto, y no podrás negarte a ninguna invitación, propuesta o regalo que decida hacerte.

¿Y si yo gano? 

¿Qué es lo que tú, pequeña patea traseros realmente  quieres ganar? Preguntó inteligentemente.

Mmmm, dediqué escasos 5 segundos a ese pensamiento, si yo gano, entonces las cosas se harán a mi manera, además de que serás mi pareja en mi fiesta de graduación. Esto último fue una jugada muy osada de mi parte, debo reconocerlo, era mi oportunidad para sacar provecho de la situación actual.

Entonces, es un ¿sí?

Estas jugando con fuego, me recordó mi sensata mente...

Sí respondí, es un sí.

Se frotó las manos, dibujó una maléfica sonrisa en sus labios y solicitó que le indicara mi petición.

Saqué un folleto de entre mis libros, verás dije, hoy es el cumpleaños de mi hermana, estuve ahorrando por meses para su regalo  y cuando finalmente tuve la cifra para comprarlo, se agotó, estoy en lista de espera sin embargo llegará en al menos 2 meses, es ésta  muñeca, dije señalando el catálogo; si logras conseguirlo para el día de hoy a la hora en que salgo de trabajar, consideraré que has ganado la apuesta.

¿Eso es todo dijo? , honestamente pensé que me pedirías algo que representara un reto mayor y por el contrario me sorprendiste con una petición de algo que ni siquiera es para ti.

Tomó su celular, marcó un número, una vez que alguien le tomó la llamada y le pidió a la persona del otro lado de la línea que le consiguiera el artículo que le solicité, lo pidió envuelto para regalo, concluyó con una frase inquietante, " conozco el precio de tus honorarios y sabes que no tendré problema en pagarlos", me sorprendí por supuesto

No lo creeré hasta no verlo dije, intentando sonar lo menos sorprendida posible.

Te acompaño a tu trabajo, indicó, solo para saber a dónde debo pasar por ti para entregarte el objeto que me hará ganador de ésta apuesta.

Asentí y me puse de pie para comenzar a caminar, ofreció ayudarme con mis cosas a lo cual me negué con un simple gesto.

 ¿Me darás ahora tu número de celular ?

No.

Así podré enviarte evidencia de tu derrota absoluta, rio entre dientes.

Y bien, dije, ¿cuánto dinero debo darte? la muñeca en si es costosa y el conseguirla por estar agotada supongo que lleva un precio de por sí, para saber si debo vender alguno de mis órganos para poder pagarte.

Metió ambas manos a sus bolsillos traseros del pantalón.

Señorita puedo patearle el trasero, en caso de que yo gane la apuesta, las cosas se harán a mi modo, tu accediste, y entonces no habrá deuda que debas pagar, al menos no en dinero.

No, no de ninguna manera, esto es aparte, escuché cuando dijiste que sabías el costo de los honorarios y honestamente no sé si quiero saberlos, pero lo que sí sé es que debo pagar mis deudas, es como he sido educada y dentro de las reglas nunca establecimos nada referente a pagos en especie.

Patea traseros, soy una persona que siempre busca ventaja, debo reconocerlo, él miraba al cielo, tú aceptaste una apuesta sin establecer reglas, por lo que encontraré y aprovecharé cada espacio en blanco en ésta pequeña apuesta y la usaré a mi favor, recuerdas que pregunté "Esos es todo", tengo tu confirmación y acepté tu palabra ¿ahora me dirás que no cumplirás?.

Patee el piso, no estás jugando limpio.

Nunca dije que iba a jugar limpio, detesto perder.

Bueno, dije en un arrebato por conservar la calma, siempre está el hecho de que no puedas conseguirla.

Si, dijo, siempre esta ese hecho, aunque yo cuento con los contactos y los recursos, no miento.

Finalmente llegamos al edificio donde trabajo. Bien, gracias por todo,  puedes pasar aquí a tales horas por mí, sí y solo sí logras conseguir esa muñeca, ya veremos en que termina todo, en caso de que no puedas conseguirla entonces comunícate con migo para detallarte cómo es que te quiero bien vestido y presentable para mi fiesta de graduación comenzando por un corte de cabello que no te caería nada mal, sonreí ufanándome de mis palabras, le anoté mi correo electrónico en un pedazo de papel, aquí puedes enviarme la evidencia de mi derrota.

Bien dijo, ¿seré  invitado a la fiesta de tu Hermana?

No, ese es un privilegio que aún no te has ganado. Además de que será algo pequeño solo en familia, ya sabes...

De acuerdo, dijo, te veo a la hora pactada, no me hagas esperar. Me giré sobre mis talones y caminé hacia la entrada a mi trabajo.

Veo que tu admirador te trajo a la puerta de la oficina, señaló  Erick en un tono un tanto serio.

No es mi admirador, dije en tono frio, es simplemente alguien que conocí el pasado fin de semana.

Tú no eres del tipo de las que disfruta salir por las noches a bailar o a algún bar, ¿dónde lo conociste?

Su repentino interés es algo raro en él. Eso no es de tu incumbencia dije

Ten cuidado dijo, alguien como él quizás solo quiera jugar contigo, además de que tu no eres de ese tipo, sonreí de una manera cortes pero con ganas avasalladoras de sacarle los ojos, ¿acaso cree él que no puedo ser tan atractiva como para que alguien como Atlas se fije en mí?  estaba muy equivocado, ¿De cuál tipo pregunte?

De las que pasea por ahí con extraños que acaba de conocer y pone en riesgo su vida, recuerda lo que pasó hace algunas semanas, él se refería al asalto que me dejo destrozada anímica y físicamente.

No creo que deba aclarar que aquel desafortunado incidente no fue remotamente ocasionado por mí o por el tipo de mujer que soy, no te preocupes dije, se cuidarme sola, metí los ojos en mi computadora y me concentré en mis actividades.

Pasé las primeras horas de la mañana pegada a mi celular, esperando que llegara el correo electrónico, nada llegó, me sentía un tanto aliviada por éste hecho, decidí guardar mi celular en un cajón para no tener la tentación de revisarlo a cada instante en busca de ese correo.

Honestamente no pude casi concentrarme pensando ¿en qué momento había yo accedido a tal locura?, pasada la hora de la comida, revisé mi celular y efectivamente ahí estaba el tan deseado pero al mismo tiempo temido correo:

"Evidencia de mi victoria" decía el título del mismo.